Este 13 de marzo del 2025 habrías cumplido 80 años, te fuiste poco antes de cumplirlos, como si hubieras querido evitar llegar a ser octogenario y preferido quedarte siendo de setenta y tantos.

Lo cierto es que a tí la debilidad propia de la vejez no te habría quedado bien, porque tú eras la fortaleza en persona, eras física y espiritualmente un hombre muy fuerte.

Yo crecí y viví sintiéndome invulnerable y a salvo cuando iba de tu brazo, era como ir con  Superman. Para mí personalmente fuiste padre, protector, guardián y guía. Me enseñaste a caminar sin  miedo por la vida, sabida que no estaba sola en este mundo y que tú estabas allí para  salvarme.

Tu partida nos dejó a todos completamente desconsolados, cada uno de nosotros murió un  poco contigo ese día. El único consuelo que sentimos fue saber que no sufriste y que  caminaste por esta vida feliz y satisfecho, disfrutando a plenitud el paisaje de nuestra patria, porque para tí no existía lugar más bello en este mundo. Viviste intensamente orgulloso de  ser tú mismo, así como eras sin disfraz y te despediste tranquilo sin lamentos. A nosotros tu familia, nos dejaste plasmado en tu obra literaria el testimonio de tu amor, quedó envuelto en pedazos de tu alma para que todos nuestros descendientes a través del tiempo puedan continuar admirando tu existencia de hombre hecho y derecho, íntegro, equilibrado, sincero y auténtico que vivió entregado a su familia y a su profesión, ayudando al prójimo en lo que podía y sin hacer jamás alarde de sus triunfos y virtudes.

No pude llegar a darte el último beso, yo me resistí a creer que tú podías irte y la distancia no me permitió llegar a tiempo. Lo bueno de haber llegado tarde es que nunca te dije adiós y que precisamente por eso, yo siento que no te has ido, ya no estás donde estabas pero tú  estás aquí y con frecuencia platico contigo. Te cuento de mi vida y mis temores, te pido que  nos cuides y nos hagas sentir tu presencia para sentirnos fuertes y poder seguir adelante.

Es por eso también que te escribo esta carta como siempre para felicitarte en tú cumpleaños. Espero que la recibas allí donde tú estás, allí donde me esperas con tu mano fuerte para que  cuando yo llegue sigamos caminando juntos el camino que empezamos hace sesenta y cinco años y nunca volvamos a separarnos.

Te adoro mi Pepe ¡Feliz cumpleaños!

Bela

(Belinda Montúfar de Maschke)

Cartas del Lector

post author
Artículo anteriorEl penalti anulado a Julián Álvarez y la regla 14 que regula los lanzamientos desde el manchón penal
Artículo siguienteLa Ley de Infraestructura Vial Prioritaria: causales de terminación y las intervenciones (Parte VII)