Carlos Rolando Yax Medrano
El periodismo tiene un rol de perro guardián en las democracias. En otras palabras, el periodismo debe servir como un monitor independiente que vigile a la minoría que tiene el poder, para proteger a la mayoría de la tiranía.
Como en otras ocasiones, recientemente una persona con poder ha atacado a Oscar Clemente Marroquín y a Pedro Pablo Marroquín por cumplir su obligación con la verdad y su compromiso con las y los ciudadanos.
En este país de la eterna tiranía, los perros guardianes son incómodos. La minoría con poder no quiere periodismo, la minoría con poder no quiere democracia, incluyendo a la exdiputada que se está haciendo la víctima.
Además de mi solidaridad y apoyo al diario y sus directores, en momentos como este no podría sentir más orgullo de escribir para un medio de comunicación que ejerce con tanta ética y convicción el periodismo como La Hora.
La minoría con poder ha sido vigilada durante cien años. La minoría con poder será vigilada durante cien años más. Cuanto más se intente ocultar, con mayor contundencia se dirá la verdad.