Carlos Rolando Yax Medrano
El 12 de octubre de 2019 debía concluir el mandato para el cual fueron electos los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Apelaciones. Sin embargo, el Congreso de la República sigue sin elegir a los sucesores correspondientes a la magistratura 2019-2024 y el proceso ya ha sido retrasado casi dos años. Por otra parte, Gloria Porras sigue sin tomar posesión como Magistrada de la Corte de Constitucionalidad, a pesar de haber sido electa como titular por la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Al mismo tiempo, dos Magistrados del Tribunal Supremo Electoral presentaron papelería falsa para ser electos. Ranulfo Rojas Cetina, con una certificación de acta de graduación de doctorado, y Marco Antonio Cornejo Marroquín, con una certificación de acta de graduación de maestría, ambas falsas. No es de sorprender que en el Ministerio Público el proceso de investigación no avance, porque la mismísima Fiscal General plagió su tesis de doctorado y tampoco hubo consecuencias. La corrupción de Consuelo Porras es tanta que recientemente fue designada por los Estados Unidos de América.
De esta manera, el establishment se garantiza la permanencia en el sistema político guatemalteco. En el Ministerio Público no se inician ni avanzan investigaciones penales en contra de ningún aliado. En la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Apelaciones se hace caso omiso de los procesos judiciales en contra de cualquier amigo del pacto. En la Corte de Constitucionalidad se le concede el perdón a cualquier persona que se haya demostrado útil para defender la corrupción. Y en el Tribunal Supremo Electoral se pretende permitir la participación de candidatos afines que tengan prohibida la postulación a cargos de elección popular.
Guatemala está a un paso de perderse completamente, la última oportunidad para recuperarla serán las elecciones de 2023. La Presidencia de la República y las diputaciones en el Congreso serán la clave. El problema de fondo es político y para resolverlo se tendrá que ganar en la política. Esto significa que los partidos tendrán una gran responsabilidad en relación a los candidatos que vayan a presentarle a la ciudadanía y la ciudadanía tendrá una gran responsabilidad en relación a la elección de personas que la va a representar.
El voto será el instrumento más importante para defender la democracia. Se deberá tener sumo cuidado con personas como Zury Ríos, quien sin duda alguna intentará torcer las reglas y se postulará como candidata a Presidenta de la República. Desde ya está trabajando haciendo lobby en Estados Unidos con una entidad que le proveerá relaciones gubernamentales, relaciones mediáticas, asesoramiento en comunicación estratégica y presionará a funcionarios del gobierno estadounidense, medios de comunicación y tanques de pensamiento a su favor.
Miles de guatemaltecas y guatemaltecos han decidido irse de Guatemala porque Guatemala los tiene en el abandono. En nuestro país no se puede vivir, solo se puede sobrevivir y, aún así, las oportunidades de sobrevivencia son inexistentes para millones de personas y sus familias. Esto las ha obligado a buscarlas en otros lugares. Todas las instituciones están cooptadas actualmente y no habrá forma de cambiar la situación a menos que se ganen los espacios donde se toman las decisiones. Guatemala está a un paso de perderse completamente, la última oportunidad para recuperarla serán las elecciones de 2023.