Desde la noche del 25 de junio, cuando se empezaron a conocer los resultados electorales y se consolidaba la tendencia que ubicaba a Bernardo Arévalo en el segundo lugar de las votaciones y lo ponían en el ballotage, el Pacto de Corruptos empezó a zozobrar. Para quien de manera medianamente atenta observe el panorama político guatemalteco, resultará claro que lo que empezaron como fisuras en el bloque en el poder en Guatemala se está convirtiendo en desmembramiento. El primer indicio fue el fracaso de la tentativa de invalidar los resultados de la primera vuelta, a efecto de ubicar a Manuel Conde Orellana en la segunda vuelta. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha validado los resultados electorales de la primera vuelta con lo que la segunda será una competencia entre Sandra Torres y el inesperado Bernardo Arévalo.
Tampoco es menor que también esté fracasando la tentativa vergonzante del presidente Giammattei instrumentada por la Fiscal General Consuelo Porras y ordenada por el juez Fredy Orellana, de quitarle a Movimiento Semilla la personería jurídica por supuestas anomalías en el registro de afiliados. La Corte de Constitucionalidad le ha otorgado a Semilla un amparo provisional contra la intentona de Giammattei, Porras y Orellana de ilegalizarlo. Las imágenes del allanamiento de las oficinas del TSE por elementos del Ministerio Público y la airada rueda de prensa dada por funcionarios del Registro de Ciudadanos mientras se observaba el aparatoso allanamiento, revelan el agrietamiento del Pacto de Corruptos. También hay que destacar el que el juez Orellana haya iniciado el proceso que le quitará el derecho a antejuicio al Registrador Ciudadano Ramón Muñoz.
Unidos en materia de impunidad para la corrupción y el crimen organizado, los integrantes del Pacto de Corruptos se están dividiendo porque advierten un escenario adverso después del 25 de junio. El Departamento de Estado, la misión de observadores de las Naciones Unidas y de la OEA, el Grupo de donantes de los 13, las comisiones de relaciones internacionales en ambas cámaras legislativas en los Estados Unidos han expresado su desacuerdo en descarrilar el proceso electoral en Guatemala. Se ha publicado ya la versión 2023 de la Lista Engel de corruptos del Departamento de Estado. Temerosas de los efectos económicos del rechazo internacional, diversas cámaras empresariales y el organismo que las agrupa, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF,) se han sumado al aval de los resultados electorales.
Ante la decisión del juez Orellana de quitarle la personería jurídica a Semilla, Sandra Torres se apresuró a declarar que no iniciaría su campaña electoral sino hasta que se resolviera la situación legal de Semilla y por tanto la participación de su oponente, Bernardo Arévalo. La inesperada candidata del Pacto de Corruptos hizo un inesperado gesto de cortesía hacia Arévalo. La cortesía no es sino tender un puente para una eventual negociación con quien advierte como candidato triunfador, mientras al mismo tiempo sigue buscando descarrilar la segunda vuelta. No es difícil imaginar a todos los integrantes del Pacto de Corruptos haciendo cálculos en la eventualidad de un presidente Bernardo Arévalo y el fin de la impunidad para corruptos y criminales. Paulatinamente se están quedando solos el presidente Giammattei, la Fiscalía General y la derecha neofascista expresada en la Fundación Contra el Terrorismo. No cabe duda, la bestia se está desmembrando. Pero como lo estamos viendo, todavía puede dar coletazos.
