Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

“Que el amor, la paz, la armonía y el respeto estén siempre presentes en tu vida y en el mundo entero.”

Anónimo

Frescos están los recuerdos de las recién pasadas conmemoraciones del fin de año y en ese momento nos pareció lejana la Semana Santa y ahora estamos a las puertas.

Igualmente, que lejanos están los días de la Semana Santa por las décadas de los 50 a los ochenta, cuando eran fuertes las actividades religiosas y se mantenían hábitos bien definidos, como la comida, la religiosidad y el descanso.

Ya no. Ahora la Semana Santa es una actividad para mostramos como “cargadores”, luciendo la túnica nueva o el oscuro traje mandado a hacer para la “ocasión “.

A esto hay que sumar la ingesta de licor, viajes a centros turísticos, incluso al extranjero. No, la Semana Santa actual ya no obedece a la religiosidad y ha dado paso al “mírenme”, aquí estoy”.

Usted manda… quiere un viaje al hospital o quiere visitar la cárcel, o quizás lo peor su último viaje… al cementerio.

Observamos los datos de Semanas Santas anteriores brindados por los cuerpos de bomberos, policía y los tribunales. Por ejemplo, en el año 2015, murieron para Semana Santa 112 personas. Las causas, accidentes de tránsito, agresiones directas, pero al común denominador, el alcohol y alta velocidad.

El año pasado  en plena pandemia, se registraron 145 muertos durante la Semana Santa: 89 por homicidio, 30 por ahogamiento y 26 en accidentes de tránsito.

El gobierno hace su trabajo. Vigila carreteras, patrullan poblaciones, suspenden permisos y francos buscando crear un marco de seguridad global. Pero… Se instalan campamentos de ayuda en las principales carreteras del país y zonas de descanso, pero a esto hay que aportar nuestra responsabilidad. Con ello, igualmente protegemos a nuestras familias.

Los Bomberos Municipales Departamentales, los del 1554, formulan una serie de recomendaciones a poner en práctica, antes, durante y después de la Semana Santa.

1. No hay que perder de vista que el territorio nacional se encuentra bajo la pandemia del coronavirus. Tome sus precauciones, utilice mascarilla, lave sus manos con jabón o gel y mantenga su distancia.

2. Si viaja por varios días desconecte el gas propano, revise que los aparatos eléctricos queden apagados y mejor si desconectados. Cierre las puertas con llave y guarde éstas en lugar seguro.

3. Al salir de paseo tome en cuenta el tráfico de las carreteras y   aglomeraciones en centros de turismo y balnearios. Si va al mar infórmese de las mareas.

4. Deje seguras a sus mascotas, encárguelas con una persona de confianza, o búsqueles un albergue.

5. Cuando salga lleve su celular con carga y el cargador, para cualquier emergencia y suministre el número a gente de su confianza.

6. No suba a un servicio de transporte público recargado, cerciórese que el personal se encuentra sobrio.

7. Si utiliza su vehículo, revise que lleve llanta de repuesto en buen estado, limpia brisas, pide vías, luces delanteras y traseras, así como de emergencia. Que el radiador tenga suficiente agua y que el líquido de frenos esté en su nivel normal.

8. En playas, lagos, ríos, balnearios y centros de turismo, respete las indicaciones de las autoridades.

Y si aún no  se ha vacunado o completado su esquema, hágalo por usted y su familia, lleve a sus hijos y padres a los centros de vacunación, así todos estaremos mejor, especialmente ellos.

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