Edith González.
“Debemos detener al agresor lo antes posible”
Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania
En esta parte del planeta no teníamos conocimiento de una guerra en la cual se involucró una potencia, Rusia, y un país pequeño, casi desconocido se defiende mientras le duren sus reservas militares y distante en la lejanía. Pero en el marco de la globalización universal ese pequeño país, Ucrania, respondió a la invasión de un país fuertemente armado, con ejércitos que han peleado en todas partes del planeta.
En las últimas horas Ucrania consiguió sentarse a la mesa de negociaciones logrando que los ucranianos abandonen su país y protegerse en países vecinos que abrieron sus puertas para darles certeza de vida.
Hay que recordar que, durante los últimos ocho años, la tensión entre Rusia y Ucrania se fue incrementando ante los ojos del mundo. El conflicto que ha tenido a Rusia y Ucrania enfrentados durante los últimos ocho años sigue teniendo en vilo no sólo a sus poblaciones sino a la comunidad internacional.
Como otras naciones vecinas, los dos países tienen una herencia compartida que las une tanto como las separa. Se remonta al siglo IX cuando Kiev, la actual capital ucraniana, era el centro del primer Estado eslavo, creado por un grupo de escandinavos que se hacían llamar Rus.
Ese gran Estado medieval, que los historiadores llaman Kyivan Rus, fue el origen tanto de Ucrania como de Rusia. En el siglo XII se estableció Moscú, en lo que entonces era una extensa frontera nororiental. La fe que se profesaba era cristiana ortodoxa, aceptada en 988 por Vladimiro I de Kiev o San Vladimiro Sviatoslávich “El Grande”, quien consolidó el reino Rus desde la actual Bielorrusia, Rusia y Ucrania hasta el mar Báltico.
A partir de la gran cantidad de dialectos eslavos orientales que se hablaban en el territorio eventualmente se desarrollaron los idiomas ucraniano, bielorruso y ruso.
Como en el resto del planeta Ucrania viene de siglos atrás al igual que Rusia, pero es evidente que Moscú quiere “recuperar” esta parte de sus vecindades, pero encaminado a la guerra, aunque ya deja docenas de muertos, lesionados y multimillonarias pérdidas con la destrucción de Ucrania.
Es importante visibilizar la actitud de naciones del resto del mundo. En principio se dijo que darían respaldo militar a Ucrania, pero no ocurrió. Muchos países se manifestaron a favor de Ucrania y contra los rusos, pero los respaldos fueron en declaraciones. Algunas naciones han enviado a Ucrania, armas equipos, municiones radio comunicaciones, pero hasta ahí. La verdad es que quizás no quieran involucrarse más allá que un respaldo moral, o económico en la idea de una pelea entre “David y Goliat” y lejos de ganar la paz para un territorio podrían obtener la guerra económica de una potencia.
Por ejemplo Guatemala obtiene muchos productos rusos y muchas divisas a través de la venta de azúcar, café, banano y otros. Y si hablamos de la vacuna Sputnik, diremos que aunque al filo de la fecha del contrato cumplieron con entregar las vacunas. Y una buena parte de ellas se perdieran por falta de una buena administración. Ya indicó el Ministro de Salud que se hará una nueva compra.
Una clara realidad del conflicto es que después de la guerra, el mundo tendrá cambios sociales, económicos, militares, políticos y muchos más.
Mientras tanto si no lo ha hecho, vacúnese, protéjase y proteja a sus seres queridos.