Edith González
El impacto de la pandemia se puede comparar con un tsunami, una explosión nuclear o una guerra mundial
XIMENA GOLDBERG
investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona
Junto a los problemas físicos de salud la pandemia del Covid 19 nos ha traído serios problemas de salud mental que si bien hace un año empezamos a percibir ahora a un año cuatro meses de declarada la emergencia mundial son claramente visibles.
El encierro, el temor al contagio, la falta de empleo que vive una buena parte de la población por los cierres de empresas, el recorte en los salarios que han llevado a la reducción del gasto en la familia y ante todo la incertidumbre del mañana.
Ahora las vacunas están llegando a Guatemala, aunque en el Año del Bicentenario de la independencia, “hemos entregado los brazos, para recibir donaciones”, porque de las pagadas con nuestro dinero a través de los impuestos quién sabe.
El asunto es que esa podría ser una tranquilidad, sin embargo una nueva cepa para la cual dicen no hay protección de las vacunas nos amenaza y nos hace vulnerables. Los jóvenes menores de 14 años aún no tienen opción a la vacuna y aunque el Ministerio de Salud vacune a sus maestros cómo logrará proteger a los niños del contagio cuando estos regresen a clases presenciales como está buscando el Ministerio de Educación.
Existen ya muchos estudios e investigaciones que demuestran que el COVID-19 está causando daños en la salud mental de las personas y particularmente en los grupos más vulnerables. La incertidumbre, distanciamiento social, el aislamiento y la cuarentena, pueden afectar severamente la salud mental. Esta crisis ha expuesto a las personas a enfrentarse a enormes riesgos para su salud mental como el aislamiento, la violencia intrafamiliar y el duelo.
Por suerte el gobierno recibió nuevas donaciones y ello permitió que se retomara el plan original del Ministerio de Salud para vacunar a las personas con enfermedades preexistentes, aunque aún no se sabe para cuándo empezarán.
Porque si algo es cierto es que el gobierno ha invertido poco o nada en informar a la población, desde la enfermedad en sí hasta la situación de las vacunas y por supuesto, sobre las vacunas en sí mismas y es que parecería ser que el mismo personal de salud no llena los conocimientos mínimos al respecto.
Cadenas de radiotelevisión no son suficientes, ante una población que carece de los medios tecnológicos y desconoce la hora y día de las mismas. En donde además se informa lo que se quiere no lo que el pueblo requiere saber.
Son las empresas de seguros, hospitalarias, casas médicas y hasta la Cámara de Industria quienes han promovido webinars, o pláticas al respecto. Lo mismo ocurre con radiodifusoras privadas y otros medios de comunicación de masas que lo hacen por su cuenta, en cumplimiento de su misión, incluso en los distintos idiomas nacionales.
Por ello el trabajo de los psicólogos se está viendo muy demandado, en la búsqueda de una salud mental. ¡Felicitaciones psicólogos en su día!