En la primera semana de diciembre el gobierno de Guatemala, de manera discreta decide aprobar la política de SAN.
Desde las organizaciones de pueblos indígenas se mantienen las preocupaciones que motivaron una consulta nacional y la preparación de propuestas para enfrentar de manera innovadora e incluyente el enorme fracaso de más de tres gobiernos del problema del hambre y la desnutrición crónica / aguda en las poblaciones rurales, en su mayoría indígena y particularmente indígenas.
Sus propuestas fueron ignoradas
¿Por qué?
No solo sabemos. Podemos especular que fue por desconocimiento de la realidad que viven las comunidades rurales indígenas del país; por la incapacidad de interpretar las estadísticas o la falta de ellas; por racismo y discriminación hacia los pueblos indígenas (situación gubernamental denunciada ya por la Doctora Irma Alicia Velázquez); por limitaciones intelectuales de los equipos nacionales / internacionales responsables del proceso; por limitaciones generadas por la presión de la pandemia del COVID19; por el desconocimiento de la existencia de institucionalidad indígena en la burocracia estatal; por la ignorancia ante los compromisos internacionales ratificados (en algunos casos hasta impulsados por los gobiernos anteriores) por Guatemala…
El 17 de mayo del 2022, las organizaciones de pueblos indígenas presentaron al Gobierno de Guatemala algunas propuestas venidas del proceso de consulta mencionada al inicio de esta columna. La intención es mejorar la capacidad del Estado para atender eficiente y efectivamente los problemas de SAN que científicamente se han demostrado se encuentran en los pueblos indígenas de Guatemala (información reiterada por las autoridades del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá -INCAP, centros de pensamiento, organismos nacionales e internacionales y reconocido en el mismo contenido de la POLSAN).
Entre las propuestas presentadas se encuentran:
Fortalecer la capacidad de participación e información de la Instancia de consulta y participación social INCOPAS en todos los procesos de trabajo y toma de decisiones.
Involucrar fuertemente a la Academia de Lenguas Mayas en el cumplimiento de la Ley de Idiomas Nacionales y la POLSAN. De manera que las actividades del Plan de Acción aumentaran en su efectividad a partir de la utilización de los idiomas de los Pueblos Indígenas.
Actualizar la capacidad actual de las comunidades rurales de propiedad y manejo de las tierras dedicadas al consumo local y nacional de alimentos. Apoyarlas y ampliar su producción y consumo con mayor inversión nacional. El apoyo debería incluir infraestructura de riego, mercados, agroecología integral y permacultura; traslado de capacidades empresariales; y cumplir con el derecho al agua de las comunidades.
Las acciones de intervención comunitaria que son etiquetadas de “pertinentes” deberán previamente de cumplir con la Consulta previa, libre e informada para tener tal denominación.
Reconocer el calendario agrícola /cultural de los pueblos indígenas.
Es indispensable ampliar la capacidad del Estado en la protección de las semillas propias salvaguardadas por siglos por los pueblos indígenas, la protección y desarrollo del maíz y frijol; la inversión cooperativa y comunitaria en sus propios necesidades, la articulación interinstitucional (excluyendo el presupuesto del Ministerio de Comunicaciones), la sistematización de la información presupuestaria para cumplir con el Clasificador presupuestario de pueblos indígenas y la plena participación de dirigentes de pueblos indígenas (especialmente mujeres) en todos los procesos, es indispensable la creación de la Subsecretaria de pueblos indígenas e interculturalidad.
Importante es agregar la alta responsabilidad que tienen los consejos de desarrollo para invertir en proyectos que generen oportunidad en las comunidades. Superar su interés de bienestar personal de algunos dirigentes de estos y la dinámica clientelar de bastantes alcaldes y gobernadores. Es un secreto a voces la manera de cómo se enriquecen con los recursos destinados para las comunidades y autorizados en los consejos de desarrollo bajo la mirada técnica de SEGEPLAN.
La leche esta derramada. La POLSAN está “actualizada”.
“La situación de la infancia en Guatemala no es buena. Tenemos un 3,4% de mortalidad infantil. Nuestro principal problema es la desnutrición crónica. Las principales causas de la mortalidad infantil son la neumonía y las enfermedades diarreicas agudas y el 54% de estas enfermedades están asociadas a algún grado de desnutrición. Es el problema básico de la infancia, que trae muchas consecuencias y perpetúa todo el ciclo de la pobreza.”
“En Guatemala, 1 de cada 2 niños sufre desnutrición crónica. En lo que va de 2020, se registraron 20.924 niños menores de 5 años con desnutrición aguda, mientras que, en la misma semana de 2019, se contabilizaban 11.087, casi la mitad. Las brigadas detectaron 257 casos con desnutrición aguda y severa en Huehuetenango. 68 por ciento de los casos encontrados no habían sido detectados por el Sistema de Salud; esto demuestra la efectividad de las brigadas.” Diciembre 2020. UNICEF – América Latina y el Caribe.
“Parte de esta invisibilidad tiene mucho que ver con las personas a las que afecta. Guatemala es un país muy desigual y los indígenas son los peor parados en todas las estadísticas, a pesar de que son prácticamente la mitad de la población. En torno al 40% de estas comunidades vive en extrema pobreza y cerca del 80% está excluida socialmente. La vulnerabilidad y la marginalización es el día a día de quienes se acostumbraron, dice Arriola (doctor e investigador Carlos Arriola), al desprecio.” El País. Noor Mahtani. 15 febrero 2022.