Foto: Captura de pantalla Yesica Peña / La Hora.
Foto: Captura de pantalla Yesica Peña / La Hora.

El Monseñor Víctor Hugo Palma, Obispo de la Diócesis de Escuintla, brindó un mensaje luego de la «blasfemia» acontecida en la inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024.

«Los Juegos Olímpicos es un momento donde el mundo parece olvidarse de las fronteras, de las diferencias culturales, de las diferencias económicas para unirse en fraternidad», expresó.

«UN PAÍS CATÓLICO»

De esa cuenta, Monseñor manifestó que lastimosamente este año el país donde este evento está teniendo lugar es Francia, «un país que ha sido católico siempre» y que «ha dado muchos Santos a la Iglesia».

Como por ejemplo, el Santo Cura de Ars, patrono de los sacerdotes y era francés, no osbtante, indicó que tanto en París como en otros muchos, se ha impuesto la «dictadura del pensamiento y de la ideología de género».

«Se dice de la no discriminación, pero discriminan a los cristianos», argumentó Palma.

REPRESENTACIÓN BLASFEMA

Asimismo, Monseñor calificó, como «insulto» y una representación «blasfema», el acto de inauguración de la inauguración de los JJ. OO., el cual hizo alusión a La última Cena.

Ante ello mencionó que varias voces se han levantado y han pedido perdón, pero en el fondo hay toda una actitud contra todo lo que sea un signo cristiano.

«Si hubieran puesto en ridículo al Islam, pues claro, ahorita estaría Francia ardiendo en protestas, en atentados», afirmó Palma.

«NO PIERDAN LA FE»

Además, dijo que «ojalá que este pueblo que fue de grandes Misioneros y de grandes Santos y todavía hay muchos católicos, pero un poco apagados, no pierda la fe».

Posteriormente, recordó que fue un sacerdote quien creó el lema de los Juegos Olímpicos: ¡más alto, más rápido, más fuerte!

«Como digo, para la unidad, el mundo ha olvidado esto y esto se ha vuelto un insulto». Refirió mencionando que siguieran adelante para encontrar un momento de paz, en tal evento universal.

«Que los Juegos Olímpicos sean instrumento de encuentro para la paz y no simplemente un ganar medallas, un competir, regresar a los países diciendo: yo valgo más que otro, por eso hay olimpiadas especiales también», expresó Monseñor.

«YA NO MÁS INSULTOS»

Igualmente, solicitó que los insultos a la religión cesaran, porque es una «discriminación» y un «atentado contra los muchos millones que humildemente creemos en Jesús en esa Última Cena, en la cual nos dejó su Cuerpo y su Sangre», exclamó.

Finalmente, Palma pidió para que las olimpiadas y los que participen sean más humanos, más dignos de compartir los valores de las personas y los cristianos no sean ofendidos.

«El Señor nos ayude a hacer del deporte, como decía San Pablo, una carrera también espiritual, hacia las cosas de Dios. Amén», puntualizó.

Yesica Peña
Periodista con el deber ético de convencer al ciudadano de que necesita informarse correctamente.
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