El médico realizó una propuesta frente a la situación que vive el país. Foto La Hora/AP

POR REDACCIÓN LA HORA
lahora@lahora.com.gt

Frente a la situación que atraviesa el país a causa de la detección de casos coronavirus COVID-19, el doctor Sergio Acajabon, quien se encuentra finalizando una especialización en salud pública, planteó una propuesta.

Acajabon se comunicó con La Hora y expresó que es un médico guatemalteco cursando actualmente una maestría en Salud Publica en Baylor University.

“El motivo de escribirle es para compartirle algo que he escrito. preocupado por la situación mundial que definitivamente toca también a nuestro país. Lo he hecho sin intención de crear polémica ni pánico, únicamente basado en la realidad. Me preocupa que lo estén tomando tan a la ligera con medidas todavía «relajadas» pero pensando que son «estrictas», argumentó.

En ese sentido, mencionó como ejemplo que el toque de queda: “que abarca horas no hábiles. En esas horas el flujo de personas por las calles es bajo en comparación de las horas en las que sí se puede estar afuera, además provoca que las personas se aglomeren para apurarse a hacer lo que pueden en ese horario. además, ya se sienten en crisis económica si todavía no ha empezado lo serio, está bien que se preparen para lo que viene, pero realmente aún no han parado de trabajar como si ha sucedido en lugares que ya se cerraron 24 hrs”.

“Se sienten en control por 4 personas recuperadas, estas personas se recuperaron por sus condiciones naturales y por la evolución natural de la enfermedad, eso no nos debe distraer. No se atengan, ni empiecen a pelearse por cuestiones económicas que, sí son importantes, pero no un show, prepárense de verdad, porque si Dios no lo quiera, de verdad toca vivir situación seria en Guatemala, de verdad tendrá que vivirse encierro completo y paro de labores por 24 hrs”, añadió.

En su planteamiento también se refiere al toque de queda. Foto La Hora/AP

A continuación, reproducimos su propuesta:

El coronavirus ha invadido todos los rincones del mundo y alcanza a todas las personas sin importar factores como género, religión, nacionalidad o estrato socioeconómico, únicamente haciendo diferencia en gravedad por edades y enfermedades preexistentes. El mundo se enfrenta a un enemigo común, invisible e inclemente. Cada nación buscando por su cuenta y con los medios que posee, la respuesta al problema; algunas naciones como Guatemala, tratando de aprender de otros países con mayor recurso, pero más afectados, debido a errores de cálculo o de decisión. En fin, afortunadamente, debido a nuestra posición, en este caso nos fue conveniente no ser de los primeros y hasta ahora, tampoco de los más afectados, pero el desarrollo de la situación dependerá de las decisiones que tomemos y si aprendemos adecuadamente la lección.

Debemos tomar en cuenta que los problemas y soluciones pueden ser aparentemente los mismos para todos los países, sin embargo, cada comunidad tiene características propias que pueden modificar el comportamiento de un fenómeno para cada país y por consiguiente las respuestas también deben ser variadas y adecuadas según las características de cada población. Por ejemplo, en el momento actual, lo que sucede en Italia nos alarma, y efectivamente, debe llamar nuestra atención y por consiguiente debemos de trabajar para que no lleguemos a estar en esa situación, pero debemos analizar que de la población italiana 22% (14 millones de personas) son mayores de 65 años, que 1 de cada 5 personas fuma y que, de los fumadores jóvenes entre 15 y 24 años, fuman más de 10 cigarrillos al día. Eso evidencia que en cada casa hay por lo menos un fumador activo y el resto son fumadores pasivos y que las personas mayores de 65 años, por consiguiente, han sido fumadores por largo tiempo. El resto de Europa no es muy diferente y por diversas circunstancias han tomado medidas a destiempo, esto último lo más importante a tomar en consideración para no cometer ese error. Pero, aunque no somos Italia, tampoco somos intocables, en la ciudad de Guatemala tenemos 198,228 habitantes mayores de 65 años y el departamento de Guatemala tiene 26,778 habitantes mayores de 4 años que por alguna deficiencia o enfermedad no pueden atenderse por sí mismos (según datos de INE).

En base a lo anterior, observando y aprendiendo de que el tiempo de decisiones y acciones es importante, también hay que evaluar que el objetivo ha cambiado, ya no es evitar que el virus entre al país, ni sacarlo si ya entro. Porque el virus ya se estableció en el planeta entero, si aún no ha entrado, muy pronto entrará y por cualquier vía, ya que no vivimos ni podemos, ni podremos vivir aislados del resto, y si lo sacamos hoy, volverá mañana, en una semana o en un par de meses y probablemente más peligroso porque nos atuvimos, nos relajamos y dejamos de prepararnos para manejarlo. El objetivo actual es saber manejar la situación, evitar que los casos se agraven, proteger a los más susceptibles, hacer diagnóstico temprano para iniciar el tratamiento lo más rápido posible y así acortar el periodo de enfermedad, ganar tiempo para estar preparados y el verdadero éxito: disminuir al máximo la mortalidad y no el número de infectados.

Aun no existe una salida certera y todo lo que se pone en marcha es experimental y basado en conocimiento adquirido empíricamente, todos estamos aprendiendo, tanto con los tratamientos médicos a utilizar, como las políticas de salud a implementar. Con el fin de contribuir en algo a la búsqueda de soluciones, antes que el verdadero problema empiece para el país y aunque esto significa exponerse al riguroso escrutinio de la opinión pública y a la crítica fundamentada de expertos y a la no fundamentada de otros, presento las siguientes recomendaciones basadas en las observaciones, experiencias y estudios realizados por médicos, científicos, políticos, líderes y población en general de las diferentes comunidades afectadas, así como del análisis de los diferentes modelos que se han evaluado* y que se han publicado tanto en periódicos como en revistas científicas.

El Covid-19 ha cambiado las rutinas en el país. FOTO LA HORA/AP

1. Cierre estricto de fronteras: para evitar el ingreso de un numero desmedido de portadores del virus, debe prohibirse el ingreso durante el tiempo que le tome al país estar debidamente preparado para una cantidad considerable de casos graves, que son los que realmente necesitaran la mayoría de los servicios médicos. Pasado este tiempo y cumplido este objetivo, el país debe abrirse de nuevo, pero ya con el plan establecido de manejo sanitario de los visitantes, que deben ser trasladados por autoridades del país al lugar donde residirán durante su estancia y quedando en observación y aislamiento preventivo.

2. Encierro estricto de toda la población por un periodo no menor de 14 días, pero no mayor de 21 días: para evitar la diseminación descontrolada del virus, dar tiempo para estar preparados para el manejo de casos graves (la ciudad capital tiene 198,228 habitantes mayores de 65 años), planificar la **inmunización activa natural de la población, proteger a la población más susceptible y la realización de diagnóstico con test rápido de 45 minutos. Este periodo de tiempo además de evidenciar los casos que se encuentran aún asintomáticos y la resolución de los que ya se encuentran activos, evitará la propagación desmedida del virus que ya se encuentra en el país y servirá para empezar de cero con las actividades a las que la población debe irse incorporando. EL ENCIERRO DEBE SER COMPLETO (24 horas) y no un solo en horas nocturnas, debido a que el objetivo es diluir a la población. Durante la noche el número de personas en las calles es reducido de por sí, durante el día es cuando necesita reducirse con medidas de autoridad, esta decisión es vital, si nos tardamos en tomarla entonces si lo lamentaremos, los países que tomaron esta decisión cuando los casos ya eran numerosos se complicaron. Pero este encierro no puede ser prolongado pues el daño psicológico, físico y socioeconómico se hará evidente en corto, mediano y largo plazo. Vandalismo, delincuencia, alcoholismo y suicidios serán producto de la crisis financiera. El país debe activarse, porque de lo contrario será peor la cura que la enfermedad, sin embargo, debe realizarse de una manera inteligentemente planificada. Durante este tiempo, servicios a domicilio (restaurantes, farmacias y supermercados), servicios médicos por videoconferencia, clases por videoconferencia y pruebas para detectar el virus a domicilio deben mantenerse.

3. Reintegración: esta etapa puede ser la más compleja y prolongada, pero debe ser la más ordenada e inteligente, ya que de ella dependerán no solo los resultados en salud, también socioeconómicos. Es el periodo que hará la diferencia en los resultados. La salida de los habitantes de sus casas debe ser paulatina y en orden para que no se dé un número elevado de personas en las calles al mismo tiempo y que tampoco personas de lugares diferentes se relacionen entre sí para que no exista un cruce de comunidades. Los centros de referencia para enfermos también deben estar organizados por sectores. La ciudad de Guatemala tiene la ventaja de estar organizada por zonas bien delimitadas, esto permite que se autorice la salida por zonas (Días Autorizados de Salida=DAS).

Dia 1: Sector 1 de zona 1, zona 4,12 14,15, 17.
Dia 2: Sector 2 de zona 1, zonas 2, 11, 10, 18, 21.
Dia 3: zonas 3, 6, 13, 16, 8, 24.
Dia 4: zonas 5,7, 21, 9, 25

En el país se han establecido varias medidas para evitar la propagación del virus. Foto AP

Al finalizar este primer ciclo, se repite la rotación, es decir, en este caso, día 5 volvería a salir sector 1 de zona 1, zonas 4, 12, 14, 15, 17 y así los siguientes días manteniendo la rotación. También se puede realizar una reevaluación de horarios, permitiendo que las personas con DAS 1, puedan trabajar días 1y 2 con horario de 6 AM a 12 PM, las personas con DAS 2 puedan trabajar días 1 y 2 con horario de 2 PM a 8PM. Personas con DAS 3 pueden trabajar días 3 y 4 con horario de 6 AM a 12 PM y personas con DAS 4 pueden trabajar días 3 y 4 con horario de 2PM a 8 PM.

El transporte público puede funcionar tomando en cuenta medidas de prevención tanto en las paradas de buses, con señalización de distancia entre personas que esperan, como dentro del bus y únicamente dejando ingresar a las personas que permita tener a una sola por sillón y dejando una fila (un sillón) de por medio entre ellos.
Las empresas y comercios deben coordinar con sus trabajadores la asistencia de estos, con el fin de que todos los trabajadores tengan oportunidad y que nadie quede sin laborar.
Durante los DAS, las personas pueden realizar actividades laborales, de compras y abastecimientos de manera organizada que no represente aglomeración, durante este periodo, las zonas pueden realizar servicio de envíos a domicilio a zonas que no estén autorizadas. Las personas que realizan los envíos a domicilio deben estar debidamente protegidos para no llevar contaminación de un lugar a otro. El orden de las zonas puede modificarse según análisis profundo del número de personas, actividades comerciales y laborales de cada zona, así como servicios, pero evitando aglomeración y evitando que personas que habitan en una misma casa salgan en diferente momento. También debe prohibirse el cambio de domicilio de forma temporal, que únicamente se realiza para tener más días de trabajo. Esta distribución es independiente de la autorización para funcionamiento de servicios elementales (Servicios de Salud, públicos, seguridad, etc.) y debe ampliar la medida por la relación que se tendrá con los municipios periféricos como Villa Nueva, Amatitlán, Mixco, Chinautla, San José del Golfo, Palencia, San José Pinula, Santa Catarina Pinula y Fraijanes, así como los diferentes departamentos de la Republica.
Este periodo permite la recuperación socioeconómica de actividades sin poner en riesgo a la población.

Los objetivos de este periodo son:

A. La reactivación socioeconómica del mayor porcentaje del país en un tiempo relativamente corto, pero disminuyendo riesgos para la población.

B. El desarrollo de Inmunización Activa Natural para el mayor número de habitantes en un periodo escalonado de tiempo (las personas que adquieran el virus desarrollan defensas contra el mismo). Aunque se mencionan casos especiales, no se ha comprobado que exista reinfección en un periodo corto de tiempo y se considera que la inmunidad puede durar por lo menos un año, como sucede con la influenza estacional. Pero para ese tiempo se espera que ya exista otro tipo de controles.

Mientras no existan vacunas (el periodo para el desarrollo de vacunas seguras, eficaces y eficientes es prolongado y serán consumidas por las naciones económicamente superiores y con mayor número de casos en riesgo), este es el mejor sistema. El 90% de las personas desarrollan enfermedad (de estos, 80% leve), lo que permite que sean tratadas y resuelvan su cuadro en 2 semanas promedio y si se reciben esquemas de tratamiento el periodo puede reducirse (tratamientos en estudio incluyen cloroquina, oseltamivir, nebulizaciones con interferón alfa 2B, favipiravir, plasma de pacientes ya recuperados).

C. El desarrollo de sistemas de protección, monitoreo, cuidado y tratamiento para personas en alto riesgo (personas mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cardiovasculares, cáncer, HIV, enfermedad Renal Crónica, cirrosis personas con enfermedades autoinmunes con tratamientos de inmunosupresión como lupus, esclerosis múltiple y artritis reumatoidea).

D. La creación y desarrollo de sistemas e instalaciones eficaces y eficientes de tratamiento y manejo de enfermos graves y críticos con COVID-19 (Unidades de Cuidados Intensivos debidamente aisladas, equipadas, con personal y medicamentos necesarios). Si el número de pacientes de este tipo se presentan paulatinamente, se contará con tiempo, recursos, medicamentos y personal suficientes para atender y resolver esta situación. Si el número de pacientes graves es alto en un periodo corto de tiempo (todos al mismo tiempo), la mortalidad será elevada porque no se podrá responder adecuadamente. Como ya se mencionó, en la ciudad capital viven 198,228 personas mayores de 65 años, si el 10% de ellos se enferma en una semana, tendríamos 19,822 de alto riesgo y si de esos enfermos, el 10% se encuentra en estado grave, tendríamos 1,982 pacientes con necesidad de atención en Unidad de Cuidados Intensivos y seguramente en ventilación mecánica. Esta cantidad sin tomar en cuenta a los otros grupos en riesgo.

Cuando el mayor número de casos se haya documentado (con pruebas de laboratorio) y los casos graves sean mínimos, o cuando exista un tratamiento efectivo comprobado, las medidas se cambiarán (de manera optimista, de 3 a 6 meses.). Mientras todo sea experimental, como hasta el momento, vale la pena el uso de medidas preventivas y el uso de medicamentos como cloroquina y oseltamivir, también suplementos que estimulen al sistema inmune en la población en general y especialmente en los de alto riesgo.

Para concluir, aunque no debemos ser presa fácil del pánico, tampoco debemos ser presa fácil del caos que provoca la enfermedad, no podemos caer en el error de falso triunfalismo cuando se tiene un número reducido de casos, porque esto es solo un error como se demostró en otros países, donde la curva de casos se aplano porque la mayoría de sus habitantes ya está infectada. Debemos tomar medidas serias a tiempo, y que a la larga nos saldrán más baratas desde todo punto de vista, tanto desde el económico como de vidas. Equivocarse en este momento sería catastrófico, tanto por el número de fallecidos como por las repercusiones económicas, no parece que Guatemala soportaría una crisis como la de Italia.

El médico indicó que el objetivo debe ser tomar medidas que reduzcan la cifra de vidas perdidas. Foto AP

Estamos a tiempo, el gran objetivo NO ES EVITAR EL CONTAGIO, MAS BIEN, ES REDUCIR EL NUMERO DE VIDAS PERDIDAS. El virus no se puede evitar, volverá mañana, la próxima semana o dentro de un mes porque ya está en el planeta y puede ser que nos tome desprevenidos.

*Modelos estudiados:

1. Supresión: Romper las cadenas de transmisión, tratando de detener la epidemia y reducir los casos a lo más bajo posible (aplicado en China). Desafortunadamente se puso en práctica cuando el número de casos ya era elevado y la aparición de nuevos casos (incidencia) fue disminuyendo, pero probablemente porque la mayoría de la población ya estaba infectada.

2. Mitigación: Aceptar que no se puede detener el virus, trata de disminuir su propagación y tratar de evitar el punto máximo para no colapsar. Este modelo fue utilizado en el Reino Unido, pero también fue puesto en práctica cuando el número de casos era elevado y el movimiento de personas con el resto de Europa continuaba, permitiendo el ingreso de nuevos casos.

3. No hacer nada: la actitud tomada al principio por algunos países, abandonado en su totalidad debido a la evidencia clara del grado de contagiosidad del virus y la poca capacidad de los sistemas de salud para atender la cantidad de casos graves.

**inmunización activa natural: es la que surge después de la exposición al virus y las personas responden desarrollando anticuerpos.

Dr. Sergio Acajabon
Médico y Cirujano, Universidad de San Carlos de Guatemala. Cirujano Especialista, Universidad de San Carlos de Guatemala- IGSS. Entrenamiento en Cirugía de Trasplante, Universidad Autónoma de Nuevo León, México y Methodist Specialty Institute, San Antonio, Texas. Entrenamiento en Cirugía Cosmética, Houston, Texas. Entrenamiento en Consulta Médica a Distancia (Video consultas). Finalizando Maestría en Salud Publica, Baylor University, Texas.

Artículo anteriorAgexport identifica tendencias económicas que dejarán la emergencia del COVID-19
Artículo siguienteEquipo de Fe y Alegría busca llegar a 16 mil estudiantes, en emergencia sanitaria