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POR REDACCIÓN LA HORA
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La Junta Monetaria realizó hoy una sesión extraordinaria en la que, por unanimidad, decidió implementar una serie de medidas para “mitigar” las amenazas y los efectos económicos adversos que enfrenta el país a causa de la propagación mundial del COVID-19. Entre esas acciones, se anunció la disminución en 50 puntos básicos la tasa de interés líder de política monetaria.

“Para el efecto, este cuerpo colegiado con base en el análisis de la coyuntura económica externa e interna, fuertemente impactada por el COVID-19, y ante la desaceleración prevista en el crecimiento de la economía mundial y nacional decidió disminuir en 50 puntos básicos la tasa de interés líder de política monetaria, de 2.75% a 2.25%, con lo que busca coadyuvar a contener en el corto plazo la desaceleración de la actividad económica, del empleo y aminorar el costo del crédito”, indicaron en un comunicado de prensa.

Además, anunciaron que, a propuesta de la Superintendencia de Bancos, la Junta Monetaria decidió flexibilizar temporalmente varias disposiciones contenidas en el Reglamento para la Administración del Riesgo de Crédito, esto para “mitigar” los efectos que la pandemia pueda provocar en los deudores del sistema bancario y que puedan cumplir con sus obligaciones crediticias.

A la vez, informó la Junta Monetaria que como complemento a esas disposiciones “el Banco de Guatemala mantiene las facilidades crediticias que ofrece para el suministro de liquidez, así como aquellas que brinda en su papel de prestamista en última instancia del sistema bancario”.

Por último, indican que estiman que esas acciones coadyuvarán a mitigar el impacto en los hogares y empresas de la situación provocada por el brote del COVID-19, reafirmando su compromiso de dar seguimiento estrecho a la evolución de la coyuntura económica y financiera mundial, así como sus implicaciones en el país y en caso de ser necesario se “adopte las medidas adicionales que correspondan”.

Comercios, eventos, actividades públicas, vuelos, entre otras actividades comerciales y sociales han tenido que ser detenidas en decenas de países del mundo mientras los gobiernos tratan de contener la expansión del COVID-19, con el aislamiento social, lo cual ha provocado efectos negativos en las economías alrededor del mundo, así como en las proyecciones.

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