Esta fotografía de archivo del 23 de agosto de 2019 muestra un letrero en inglés y español frente a un centro para familias detenidas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, en Dilley, en el sur de Texas. (AP Foto/Eric Gay, archivo)

POR NOMAAN MERCHANT/AP
HOUSTON

Un niño guatemalteco de 5 años que se fracturó el cráneo en un accidente y sufrió hemorragias alrededor del cerebro no está recibiendo el tratamiento adecuado en un centro de detención de inmigrantes en Texas, aunque aparentemente padece un trauma cerebral, denunciaron familiares y activistas.

El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) defendió la atención que se le está dando al menor de edad, al que la agencia detuvo en enero junto con sus padres y su hermano de 1 año, alrededor de un mes después de que el niño se cayó de un carrito de supermercado.

Los niños y su madre se encuentran en un centro de detención familiar en Dilley, Texas. El niño sufre de jaquecas y lo alteran los ruidos fuertes, según su tía y la doctora Amy Cohen, una activista que está trabajando con la familia.

El ICE dijo que los exámenes neurológicos realizados en Dilley no revelaron problemas médicos, pero que se hospitalizó al niño el martes a fin de someterlo a «una evaluación adicional con imágenes para descartar cualquier problema». La agencia dijo que la resonancia magnética del niño no mostraba irregularidades y que no había indicios de que padeciera una hemorragia en el cráneo. Pronto podría ser llevado de regreso a Dilley, señaló el ICE.

Cohen proporcionó registros a The Associated Press del hospital que lo atendió inicialmente después de la lesión, en los cuales se afirma que el niño sufrió un hematoma epidural _una hemorragia entre el cerebro y el cráneo_, así como una fractura del hueso temporal y un trauma cerebral leve.

Las pruebas realizadas ahora «no significan que no esté teniendo complicaciones por el sangrado que sí tuvo», dijo Cohen.

¿QUÉ SUCEDIÓ?

Antes de que los detuvieran en lo que creían era un control de rutina, la familia había llevado al niño al hospital y obtenido una cita con un neurólogo, indicó la activista. El menor se está orinando en la cama por primera vez en varios años, señaló la tía.

La AP no identificó al niño ni a su familia porque temen ser deportados a Guatemala, donde la madre dice que ha recibido amenazas.

Según ella, el personal médico en Dilley le ha dicho que la lesión ocurrió hace mucho como para que esté provocando síntomas ahora. La madre le está poniendo los pañales de su hijo menor porque no controla su vejiga, dijo la tía.

«Dicen que no le prestan mucha atención», agregó. No dejan «que ella les explique el caso de mi sobrino, que él está malo por el accidente que tuvo. No le dan la oportunidad». El niño fue hospitalizado el martes, al día siguiente de que la AP preguntó al ICE sobre el caso.

En un comunicado, la agencia dijo que personal médico en Dilley efectuó un examen neurológico el martes que «no reveló problemas, y el niño negó tener mareos o alteraciones visuales». El ICE también dijo que no se detectaron problemas médicos cuando el niño fue sometido a un examen de rutina el 23 de enero ni durante un examen neurológico de seguimiento el 27 de enero, cuando dijo que la madre reportó que su hijo «estaba comiendo y durmiendo bien, y se relacionaba bien con sus compañeros».

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UN CENTRO CON ANTECEDENTES

Una niña de 1 año fue detenida en Dilley antes de morir de una hemorragia, según el despacho legal que representa a su madre, Yazmín Juárez. Los abogados afirman que la hija de Juárez, Mariee, contrajo una enfermedad respiratoria que no fue diagnosticada correctamente y no recibió la atención adecuada en Dilley.

La agencia defiende la atención médica que proporciona allí y en sus otros centros de detención, y dice que los detenidos tienen atención médica disponible a todas horas. Sin embargo, el gobierno del presidente Donald Trump ha sido muy criticado por la forma en que trata a los niños migrantes, incluyendo las separaciones de familias en gran escala y el colocar a familias en celdas con sobrecupo con agua y alimentos limitados.

Desde que Trump asumió el puesto, al menos seis migrantes han muerto después de ser detenidos por agentes de Estados Unidos.

«Para mí es impactante que las personas sigan tolerando las condiciones físicas y la crueldad a la que son sujetos los niños en detención», dijo Cohen, directora ejecutiva del grupo activista Every Last One.

Según el ICE, la madre del niño fue aprehendida en mayo de 2019 después de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos sin autorización. Fue liberada y tenía que reportarse cada mes en la agencia, pero cuando no apareció para una audiencia ante la corte migratoria en noviembre, un juez ordenó que fuera deportada.

Su esposo está detenido en otra instalación en California, según la tía del niño. La madre podría ser deportada pronto, dijo el ICE.

La agencia señaló que la madre no mencionó la lesión cerebral de su hijo cuando fueron detenidos el 21 de enero. Cohen y la tía del niño dijeron que la madre sí reportó la lesión ese día.
A ambas les preocupa que sus síntomas empeoren rápidamente.

«Temo por su salud y seguridad inmediata, y por su salud y seguridad a largo plazo, porque sabemos que el trauma cerebral en los niños puede tener consecuencias devastadoras para el resto de su vida», señaló Cohen.

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