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Por Redacción La Hora
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Luego de los argumentos que han surgido por la petición de una diputada de evitar los costos de alimentación de los legisladores en Guatemala, hoy cobró relevancia una nota de la cadena de noticias internacional BBC News del 2019, la cual destaca la austeridad de los diputados suecos que contrario a lo que sucede en Guatemala. Además, sostienen límites estrictos al momento de utilizar el dinero de los contribuyentes.

El artículo publicado por ese medio el año pasado, replicado por Prensa Libre en ese entonces y subido a redes sociales nuevamente hoy, ahora cobra relevancia en medio del debate abierto en Guatemala, porque destaca como los diputados no disfrutan de beneficios, como: ayuda para el alquiler, dietas, contratación de asesores particulares, ayuda para gastos médicos, guardería pagada para los hijos y fondos para la divulgación del mandato, entre otras cosas.

En Guatemala, en cambio el expresidente del Congreso, Álvaro Arzú Escobar se opuso y criticó con firmeza la propuesta de la jefa de la bancada Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Vicenta Jerónimo, que buscaba que las sesiones de la Instancia de Jefes de Bloque no se realicen al medio día y así no se gastará en los almuerzos que se compran.

De acuerdo con el informe del Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental de la Ejecución de Gastos del Congreso de la República, el monto erogado por el Legislativo en alimentación en 2019 durante la presidencia de Arzú Escobar, fue de Q4 millones 318 mil 774.86.

DIPUTADO SUECO DICE QUE SON CIUDADANOS COMUNES

En contraste, BBC News, destaca que uno de los congresistas Per-Arne Håkansson, del Partido Socialdemócrata, mencionó que son ciudadanos comunes.

“No tiene sentido conceder privilegios especiales a los parlamentarios, porque nuestra tarea es representar a los ciudadanos y conocer la realidad en la que viven. Representar a los ciudadanos es un privilegio en sí, ya que tenemos la oportunidad de influir en el rumbo del país”, expuso el congresista.

“No tiene sentido conceder privilegios especiales a los parlamentarios, porque nuestra tarea».

De hecho, al inicio de cada mandato, los 349 diputados suecos reciben -igual que el presidente del Parlamento- una tarjeta anual para utilizar el transporte público, a diferencia de como se transportan en Guatemala los diputados.

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Además, siguen un código de ética que “va acompañado de información sobre el restringido uso de los fondos públicos y las normas de conducta para la actividad parlamentaria”.

Por otro lado, los vehículos oficiales con tienen a disposición son pocos y el uso es limitado, el Parlamento posee solo tres vehículos de modelo Volvo S80, flota que se encuentra a disposición del presidente del Parlamento y sus tres vicepresidentes para uso en actos oficiales.

De acuerdo con el artículo, René Poedtke, del sector administrativo del Parlamento, lo anterior no es para nada “un servicio de taxi”, porque estos vehículos “no sirven para llevarlos a casa o al trabajo”.

Otro de los contrastes es que en Suecia, el único político que tiene derecho a carro de forma permanente es el primer ministro.

Por ejemplo, el carro pertenece a la flota de la policía secreta sueca, la Säpo (Säkerhetspolisen).

Los ministros pueden pedir vehículos “cuando tengan fuertes razones para necesitarlo”, según explicó un asesor del gobierno citado por BBC.

COMPARADO AL SALARIO DE UN PROFESOR EN SUECIA EL DE UN DIPUTADO ES MENOR

En cuanto al salario de un diputado sueco este es de 66 mil 900 coronas suecas al mes (unos 7 mil 200 dólares), que tras pagar los altos impuestos, al final es de unas 40 mil coronas suecas (unos 4 mil 300 dólares), y que equivale a menos del doble de lo que gana un profesor de primaria en Suecia.

“Si un diputado tiene la base electoral fuera de Estocolmo, puede solicitar el llamado ‘traktament’, una ayuda para los días de la semana en los que trabaja en la capital del país. Esta ayuda, exclusiva para los parlamentarios que no tienen residencia permanente en la capital, es de 110 coronas suecas (unos 12 dólares)”, dice el artículo publicado por la BBC News.

En 1957 los diputados del Parlamento sueco ni siquiera tenían salario: solo recibían las contribuciones de los miembros de los partidos y la decisión de establecer un salario se tomo tras llegar a la conclusión de que ningún ciudadano debería verse impedido de convertido en un diputado por motivos económicos.

Sin embargo, lo que devengan, no debe ser tan alto como para volverse económicamente atractivo, así que aumentarlo no es una opción para ellos ya que el encargado de establecerlo es un comité independiente.

En Guatemala, la Alianza por un Congreso Eficiente, que presentó un informe recientemente, estableció que el costo de cada diputado fue de Q4. 9 millones en promedio al año, es decir más de US$640 mil dólares (con el tipo de cambio establecido por el BANGUAT).

DIPUTADOS LLEVAN SU COMIDA

Si quieren café los congresistas deben comprarlo ellos mismos, no hay camareros y deben pagar por la comida, después de comer, cada parlamentario debe llevar su propio plato al sitio en donde pasar a traer las bandejas.

A veces llevan su propia comida y la calientan en la cocina comunitaria del parlamento, cada uno lava sus platos y cubiertos que usa para comer. Ningún diputado sueco tiene derecho a reembolso por comidas en restaurantes de lujo.

En cambio en Guatemala, el diputado Arzú refuto la petición de renunciar a los almuerzos que reciben en el Congreso.

Otra de las limitaciones que tienen los diputados suecos, es que no cuentan con secretaria ni asesores particulares. En el sistema sueco, cada partido político representado en el Parlamento recibe fondos restringidos para contratar a un grupo de asistentes y asesores, que forman el llamado secretariado del partido.

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Eso significa que los parlamentarios comparten un grupo de asesores y asistentes que, entre otras actividades.

ASI SON LOS APARTAMENTOS EN LOS QUE VIVEN

Mientras que el apartamento de funcionarios como el del diputado Per-Arne Håkansson tiene 46 metros cuadrados.

“Solo los políticos con base electoral fuera de la capital, y que no poseen inmuebles en Estocolmo, tienen derecho a vivir en apartamentos para funcionarios. Y el presidente del Parlamento no tiene derecho a residencia oficial”, apunta BBC News.

Los apartamentos tienen un promedio de 45,6 metros cuadrados, es decir que constan de una sola pieza tienen sólo 16 metros cuadrados. Del total de 197 viviendas que administra el Parlamento sueco, solo ocho tienen entre 70 y 90 metros cuadrados.

Estos pequeños apartamentos recuerdan las celdas de la modernísima penitenciaría de Sala, en las afueras de Estocolmo, donde los detenidos, como en la mayoría de las prisiones suecas, también tienen baño privado.

Los apartamentos, solo tienen un sofá cama, una mesa, un pequeño armario, una mini cocina con un fogón, una nevera y un baño llenan el espacio de poco más de 16 metros cuadrados de uno de estos apartamentos para funcionarios, situado en la calle Monkbron.

No tienen lavadora, lavaplatos, ni siquiera cama matrimonial. Una gran parte de estos apartamentos ni siquiera tienen habitación: una sola estancia, amueblada con sofá cama que es muy común, hace las funciones de sala de estar y dormitorio.

Otro dato que resalta es que, son los propios parlamentarios los que cocinan y limpian la casa, y solo una vez al año se hace de manera gratuita.

“Y todavía hay más: los apartamentos son exclusivamente para los parlamentarios. Los cónyuges, familiares y afines no tienen derecho a vivir ni tan solo a pernoctar en un piso propiedad del estado sin pagar. Si un familiar de un parlamentario pasa una temporada en el inmueble, el diputado tiene un plazo de un mes para pagar al erario público los días de pernoctación”, destaca el artículo.

OFICINAS SOBRIAS

Las oficinas parlamentarias de los diputados suecos tienen una media de 15 metros cuadrados y una decoración bastante sobria.

En el pasillo de cada anexo parlamentario hay un mostrador con los periódicos del día y publicaciones diversas y estos son para uso colectivo de los parlamentarios: las suscripciones a periódicos y revistas las financia el partido, y los diputados no tienen presupuesto personal para suscribirse a publicaciones.

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“Podemos llevarnos un periódico para leer en el despacho, y luego devolverlo enseguida al mostrador”, explicó el diputado Per-Arne Håkansson.

DEBEN ELEGIR EL MEDIO DE TRANSPORTE MÁS ECONÓMICO

Por consideración con los costos y la protección del medio ambiente, no se permite alquilar carros especiales o de lujo, así que deben elegir el medio más económico.

Y en caso de que el diputado viaje con su propio vehículo, debe elegir el camino más corto posible, usar taxi solo es posible cuando no hay alternativa de utilizar el transporte público disponible.

En caso de necesitar viajar al exterior, sueco puede gastar un máximo de 50 mil coronas suecas, pero que deben ser usados a lo largo de cuatro años.

Y en caso de utilizarlo, el parlamentario debe presentar un programa detallado del viaje de trabajo, que, como es costumbre en varios países, debe ser sometido a la aprobación de la presidencia del Parlamento.

En el exterior, un diputado recibe ayuda económica limitada por una rígida tabla: en general la dieta diaria varía entre las 220 coronas (unos 23 dólares) y las 700 (unos 75 dólares), dependiendo del país visitado.

De viajar, todos lo hacen en aviones comerciales.

 

*Nota modificada a las 10:55 para consignar la información correcta respecto al gasto de alimentos de los diputados en 2019. 

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