FOTO ARCHIVO. Los propietarios de negocios en Antigua argumentan que podrían quebrar si continúan las sanciones.

POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Erwin Osiel Calderón, juez municipal sección nocturna de Antigua Guatemala, Sacatepéquez, se comunicó con “La Hora”, después de la publicación del reportaje “Hora de cierre en La Antigua: Disposición municipal enfrenta a comerciantes y autoridades”, para dar a conocer su postura por los señalamientos en su contra y explicar que entre sus funciones está verificar que los establecimientos abiertos al público cumplan con las disposiciones reglamentarias.

Calderón respondió en relación con los señalamientos de propietarios de restaurantes y dijo que los dueños de bares, cantinas y salones de baile, “disfrazan” sus establecimientos como restaurantes, pero no están autorizados legalmente, ya que el 27 de septiembre de 2017 fue publicado un Acuerdo Municipal que derogaba la tarjeta blanca que autorizaba a los establecimientos permanecer abiertos hasta la una de la madrugada, lo cual “no les gustó” a quienes ahora protestan.

El Juez dijo que no hay un trato desigual entre restaurantes y tiendas y que en relación a estas últimas hay diez expedientes en trámite en los juzgados penales por desobediencia, al no acatar las órdenes municipales como la regulan los reglamentos.

El entrevistado explicó que “es falso y fuera de contexto” que se diga que ha solicitado a la Policía Nacional Civil (PNC) usar armas largas en las verificaciones que hacen en los restaurantes o que intimiden a los comensales.

“Falso, este señalamiento está fuera de contexto, jamás se ha intimidado a persona alguna con armas, en mi caso solamente cuento con un asistente del juzgado y un conductor de la unidad de Policía Municipal que me acompaña, efectivamente se solicitó colaboración de la Policía Nacional Civil, pues en lo particular, los encargados o propietarios de estos establecimientos no querían cumplir con los reglamentos”.

El Juez agregó: “Se tuvo la necesidad de llegar a cada establecimiento a notificar de que si no cumplían se estaría ordenando el cierre temporal del establecimiento, a esto es lo que ellos tienen temor porque saben que he seguido al pie de la letra con los reglamentos municipales y en algunos casos solo falta la ejecutoria de colocar los sellos en las puertas de ingreso de su establecimiento por infringir los mismos, pero jamás la Policía ha portado armas de fuego como las descritas, o se ha intimidado alguna persona, de esto ellos mismos pueden dar fe pues tienen colocados la mayoría de establecimientos cámaras de vigilancia”.

“SOLO CUMPLO CON LAS FUNCIONES ENCOMENDADAS”

De acuerdo con el reportaje publicado, los dueños de los negocios señalan que no hay espacio al diálogo para abordar estos temas, a lo que se le consultó al Juez sobre si se ha abordado este tema, indicó que solo ha cumplido con sus funciones.

“Correspondería al Concejo Municipal, el abordar estos temas, pues en lo particular solo cumplo con las funciones encomendadas, aunque sé, que existe esa apertura al diálogo –a– los propietarios de establecimientos que no están en desacuerdo con estos reglamentos municipales no son todos, y allí empiezan las buenas prácticas porque no a todos les perjudican”, refirió.

Por otro lado, dijo que el Código Municipal regula los tipos de sanciones en el artículo 151, y así se ha actuado, primero llamados de atención “hasta el cansancio”, segundo imposición de sanciones por escrito, luego multas, que oscilan entre Q500 y Q50 mil y dependiendo que reglamento se ha infringido.

“En el caso de los bares, disfrazados de restaurantes, ellos tiene Q150 mil por dos reglamentos, uno por infringir el reglamento que regula el horario, el otro por no tener licencia y mantienen sonido estridentes en sus negocios, se multó a todas las discotecas o bares disfrazados de restaurante”, explicó.

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