Por Margarita Girón
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Originario de Santiago Atitlán, el maestro y estudiante de Psicología, Isaías Sisay, conocido también “El Cuentero”, ha encontrado a través de un talento particular una forma para conservar la cultura Tz’utujil no solo en su comunidad, sino en otros departamentos a donde su pasión por ser cuenta cuentos, le ha llevado a compartir cientos de experiencias desde hace 8 años.

Desarrollar funciones de narración oral en español y Tz’utujil, así como la producción de audio cuentos y recopilación de tradición oral en Santiago Atitlán, además de coordinar la Biblioteca Móvil, en un programa comunitario denominado Puerta Abierta, son algunas de las actividades que realiza Isaías en su comunidad.

En una entrevista para La Hora Voz del Migrante, Isaías compartió las experiencias y retos que ha experimentado en su comunidad contando cuentos, compartiendo con niños y adultos mayores relatos que él mismo ha traducido del español al Tz’utujil, con la intención de rescatar el idioma e incentivar a las generaciones jóvenes a preservarlo.

Isaías describió que fue hace 8 años que inició como cuenta cuentos a través de un programa de bibliotecas móviles y fue así como identificó la necesidad de llevar un mensaje diferente a su comunidad para que pudiesen escuchar los cuentos utilizando su idioma materno y que le ha permitido traducir más de 200 cuentos al Tz’utujil.

De acuerdo con Isaías, las bibliotecas en su comunidad no cuentan con gran disponibilidad de libros en idioma maya, “yo estuve analizando y escogí una serie de cuentos que yo podía llevar a las comunidades y contárselos a los niños y así fue que empezamos con los cuentos clásicos y luego otros autores latinoamericanos, que han sido traducidos al idioma Tz’utujil para compartir con niños y adultos”, destacó él cuenta cuentos.

Además, indicó que inicialmente, el proyecto fue dirigido a un grupo de adultos mayores y dos escuelas públicas de Santiago Atitlán; sin embargo, con el transcurrir del tiempo, visualizaron que los jóvenes de la comunidad necesitaban conocer las obras literarias y otros textos en Tz’utujil, lo cual representó a partir de ahí en un reto que ha llevado a Isaías a conocer a profundidad su idioma.

A decir Isaías, su idioma se está perdiendo por la expansión del español en estas comunidades y es importante saber cómo escribir, leer y entender el idioma y a través de estos cuentos se ha facilitado que el mismo llegue a más personas y no solo de su comunidad.

“Estoy muy feliz de poder compartir mi talento en mi comunidad. Me considero un artista independiente y mi gran sueño es poder compartir mis cuentos y relatos en todas las comunidades y el mundo para que conozcan que para contar una historia no hay barreras ni obstáculos”, dijo el entrevistado.

Dentro de las experiencias que Isaías relató durante la entrevista, destaca la oportunidad de compartir cuentos con adultos mayores en Santiago Atitlán.

COMPARTE SUS RAÍCES CON NUEVAS GENERACIONES

Para Isaías, fomentar que las nuevas generaciones conserven el idioma materno, como parte de su cultura, es un legado histórico para preservar no solo el idioma, sino aspectos propios que identifican a la comunidad y realzan la identidad de los pueblos indígenas originarios en Guatemala.

“En nuestro pueblo nosotros hablamos el Tz’utujil, pero lamentablemente se está perdiendo y aunque sabemos que el idioma español es muy importante, lo es el idioma materno también. Yo siento que nuestro idioma es una esencia primordial que debemos conservar y llevar a donde vayamos y a los espacios en donde participemos, porque es una riqueza que nos ayuda a fortalecer nuestra historia y nuestras raíces indígenas”, enfatizó el entrevistado.

Además, manifestó que se siente orgulloso de ser Tz’utujil y de compartir algo que desde pequeño surgió y que ahora es un hecho. De acuerdo con Isaías, a través de un cuento busca crear un pensamiento crítico en las generaciones jóvenes para fortalecer y conocer más su identidad como pueblo Tz’utujil.

SUS VIVENCIAS

Dentro de las “lindas y hermosas” experiencias; como las califica él cuenta cuentos, recordó que durante los años que ha realizado esta labor, una de ellas la marcó y fue la compartida con quienes llama “las abuelas y los abuelos”, un grupo de mujeres mayores de la comunidad.

“Por medio de la literatura infantil yo descubrí que podía ir más allá de solo contar cuentos ya escritos, sino descubrir nuevas historias de nuestra propia comunidad que han quedado en el olvido y así me acerqué a una de las experiencias que más me ha conmovido en este camino”, describió Isaías.

Él cuenta cuentos describió que durante el 2018, pudo compartir cada semana con un grupo de adultos mayores a quienes contaba cuentos infantiles, “ellos le encontraban un sentido diferente a las historias que compartía con ellos y de un cuento nacía uno nuevo que las abuelas nunca habían contado y así se generaron nuevas memorias e historias que yo no conocía de mi propia cultura”, resaltó el entrevistado.

Además, describió que dentro del grupo de “las abuelas, se encontraba una mujer de 98 años, quien nunca se perdió ninguno de los cuentos que Isaías compartía cada semana y como parte de la conexión con las historias que él relataba, se desarrolló un proyecto de pinturas en el que ella participó y con sus propias manos elaboró una pintura.

“Ella tocaba la pintura con una sensación de alegría que transmitía mucha paz, cuando yo me acerqué le pregunté y ella me dijo que se sentía feliz porque era la primera vez que lo hacía en sus 98 años, ella me contó su historia y me dijo: cuando tu sientas y quieras contar una historia lo harás”, destacó Isaías.

El entrevistado dijo que aunque “la abuela”, falleció tiempo después, aún recuerda sus palabras y la considera como una persona especial que él pudo conocer.

SUS PROYECTOS

Aunque Isaías se encuentra en la etapa final de su carrera universitaria, uno de sus anhelos es nunca perder la esencia para contar los cuentos tanto en español como en Tz’utujil. El entrevistado detalló que uno de sus últimos trabajos fue El Principito, obra que le tomó cerca de 6 meses traducir a su idioma materno.

“Fue un gran reto, habían personas que no creían y llegaron familias completas a escuchar El Principito en Tz’utujil cuando realicé la presentación y era una oportunidad para que puedan apreciar y hacerlas nuestras”, dijo Isaías.

Ahora se encuentra trabajando en un proyecto que busca rescatar la tradición oral de Santiago Atitlán en donde “las abuelas” comparten los cuentos y son preparados para tener material del municipio y poder compartirlo en otras comunidades.

El trabajo de Isaías ha llegado a municipios de Sololá como Panajachel, San Pedro La Laguna, así como en Quiché, Quetzaltenango y en eventos internacionales en Antigua Guatemala.

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