Por Eder Juárez
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Ante la eventual firma del convenio de Tercer País Seguro entre Guatemala y Estados Unidos, crece el rechazo entre distintos sectores, quienes advierten de graves consecuencias para el país. El presidente Jimmy Morales se reunirá con el mandatario estadounidense, Donald Trump, en donde se presume se firmará ese convenio.
El excanciller Eduardo Stein, dijo que si se llegara a firmar este convenio se tendrían complicadas y delicadas consecuencias para Guatemala, «que sin tener los recursos ni la institucionalidad para atender las necesidades de nuestra propia gente que sigue migrando para el norte, vamos a tener que asumir una serie de obligaciones internacionales, si es que se diera este acuerdo para lo que no tenemos la capacidad».
Stein manifestó que no solamente son problemas presupuestarios lo que enfrentaría Guatemala, sino también institucionales y probablemente de seguridad. “No sabemos a qué va el Presidente, como en varias otras ocasiones han tratado de mantener en secreto el contenido de la agenda, dudo mucho que en una conversación a tan alto nivel entre Morales y Trump no tenga otro tipo de trasfondos, dicho de otra forma, no creo que sea solo para firmar un acuerdo sino más bien parecería que se trata de una serie de elementos transaccionales que se van a poner en la mesa a espalda de la población guatemalteca que lo eligió”.
Agregó que la Constitución le asigna la conducción de la política exterior, pero la política exterior debe ser el reflejo lo más fidedigno posible de una política interior, en donde un presidente en ejercicio “no es un tirano que pueda hacer lo que quiera con la agenda pública y los recursos públicos, se debe a la ciudadanía que lo eligió y a toda la ciudadanía”.
Por su parte el excanciller Gabriel Orellana manifestó que la primera consecuencia grave es que los convenios internacionales cobran efectos muy fácilmente desde el momento en el que los Estados lo celebran, “entonces el patrón de conducta que ha asumido el Presidente es muy comprometedor, porque ya nos dio ejemplos claros que la legalidad no le importa”, manifestó.
Si se firma ese convenio “Guatemala quedaría obligada por la simple conformidad con los términos que le proponga Estados Unidos, el problema es que no pasaría el convenio por el Congreso, ni pasaría por el control de la Corte de Constitucionalidad, y ahí si nos fregamos, porque entonces Guatemala adquiere obligaciones de Derechos Humanos, frente a los migrantes, obligaciones de la Convención Americana de Derechos Humanos y adquiere obligaciones que nacen de la misma Constitución, entre ellas garantizar la vida, la salud y protección a los migrantes”, manifestó Orellana.
A consideración del excanciller, la situación es muy grave porque “nos estamos metiendo a ciegas a un problema que para comenzar no se sabe cuánto puede significar, cuántos años va a tardar y con el agravante que es una obligación que nos está dejando el Gobierno saliente y que no se va a aplicar al siguiente Gobierno sino saber a ni cuantos otros”, manifestó.
Asimismo, el Frente Ciudadano Contra la Corrupción por medio un comunicado manifestó que ven una irresponsabilidad en la decisión del Presidente la cual traería graves consecuencias para Guatemala.
“Ello generaría una crisis humanitaria y efectos nefastos como delincuencia y tensión social. El Gobierno no tiene capacidad de atender de forma adecuada a sus ciudadanos, mucho menos podría hacerlo con los miles de migrantes que permanecerían en el país”, señaló el comunicado.
PIDE DIGNIDAD A MORALES
El Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas, pidió al presidente Jimmy Morales ser cauto y tener una dosis de solidaridad con los migrantes y “abstenerse de firmar cualquier documento”, porque existen acciones legales de excancilleres y de Manfredo Marroquín que deben resolverse.
“Más allá de lo legal, es antiético, antipatriótico el hecho de estar visitando al presidente Trump, en estos momentos. Sería más digno decir que desiste del viaje y mandar un mensaje de que su prioridad son los guatemaltecos, si es que así fuera”.
Agregó que Morales debe tener una dosis mínima de dignidad y solidaridad hacia los migrantes, que sería algo sano por parte del Presidente.