Por Eder Juárez
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En una encuesta publicada por la Fundación Libertad y Desarrollo se señala que el 32% de los encuestados creen que las elecciones serán libres mientras que el 31% señala que habrá fraude electoral.
Philip Chicola, director del área política de dicha Fundación, expresó que “es preocupante que haya un porcentaje tan significativo que diga que la elección podría ser fraudulenta, pienso debe de hacerse una investigación más exhaustiva porque los alcances de la encuesta no llegaron a saber qué es lo que al ciudadano le preocupa o cuál es la desconfianza del sistema electoral”.
Chicola indicó que en la encuesta también se revela que el 20% cuestiona la legitimidad del proceso porque su candidato no fue inscrito. “Es una elección tan atípica, volátil con cambios de reglas agresivas que están generando cierta desconfianza respecto de la pureza y la transparencia de las elecciones”.
Por su lado Edgar Ortiz, director del área legal de la Fundación, afirmó que en este caso se juntan dos cosas, primero el guatemalteco en promedio ha tenido una opinión menos favorable de lo que realmente es. Según Ortiz, en el proceso electoral el conteo de votos siempre ha sido transparente desde 1985, sin embargo en esta elección en particular esa estimación ha crecido por la cantidad de candidatos que han salido, por la gran cantidad de cuestionamientos que ha habido que han alimentado esa sensación de irregularidad del proceso.
Según Ortiz, el silencio del Tribunal Supremo Electoral (TSE) también ha generado una incertidumbre que pone al ciudadano en un vilo de falta de certeza y de confianza en el proceso electoral “eso es preocupante porque es uno de los pocos aspectos positivos de la democracia en Guatemala”.
Gustavo Berganza, de Mirador Electoral, señaló que es preocupante que haya gente que piensa que habrá fraude, pero técnicamente es imposible porque la estructura de organizaciones de recepción de votos y el conteo de votos está en manos de ciudadanos que son voluntarios y que ya en el pasado se ha demostrado que no han fallado en término de dar de manera exacta lo que sucede en la votaciones.
“Tenemos el problema de las votaciones cuestionadas cuando hay dos o tres candidatos que no van a participar y pues obviamente el desaliento se traduce en decir que no existe la posibilidad de votar por quienes ellos querían y ahí radica el cuestionamiento”, dijo.
