Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

INDICADORES DE SUS COMUNIDADES SON SIMILARES

En los últimos meses, el sueño de alcanzar un mejor futuro les arrebató la vida a los niños Jakelin Caal de 7, Felipe Alonzo, de 8 y recientemente a Juan de León, de 16 años, quienes murieron mientras se encontraban en la Frontera Sur de EE. UU. Los niños eran originarios de Alta Verapaz, Huehuetenango y Chiquimula, respectivamente.

Aunque las comunidades de origen de los tres menores distan cientos de kilómetros entre sí, los datos de instituciones unificados por La Hora Voz del Migrante, evidencian que las condiciones que motivan a migrar son muy parecidas pues la pobreza, la falta de oportunidades de empleo, la falta de acceso a salud, educación y seguridad alimentaria predominan en sus comunidades.

En Yalamboloch, Huehuetenango, los niños solo tienen acceso a una escuela de educación primaria y de querer continuar sus cursos en otros niveles, tienen que trasladarse a otros poblados para acceder a básicos o diversificado.

Mientras que Alta Verapaz ejemplifica la desnutrición aguda y moderada que hay en el país, con 372 casos y dos niños menores de cinco años fallecidos.

En tanto, las constantes sequías de los últimos años caracterizan al municipio de Camotán.

En la mayoría de los casos asistir a un centro de salud o a un Hospital Nacional requiere de una travesía de horas.

Esta situación, según analistas y migrantes, lleva a las familias a buscar un futuro lejos de su hogar, aunque esto signifique que tengan que arriesgarse y se enfrenten incluso a la muerte.

Juan de León se sumó a la estadística de niños guatemaltecos muertos en la Frontera Sur de Estados Unidos. El joven de 16 años salió del caserío de Tizamarté en Camotán, Chiquimula y según el reporte de las autoridades, murió mientras se encontraba en custodia de agentes de la Patrulla Fronteriza.

El adolescente había cruzado la frontera cerca de El Paso, Texas, el 19 de abril y fue llevado a un albergue en Brownsville donde un día después presentó fiebre, escalofríos y dolor de cabeza.

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, tenía una infección cerebral fuerte y fue sometido a una cirugía de emergencia, pero nunca se estabilizó y posteriormente murió.

En Camotán, Juan solía ayudar a su mamá a llevar leña y agua, relató ella entre sollozos a la cadena Telemundo.

Su familia estaba compuesta por su madre, padre y otros cinco hermanos, quienes viven en condiciones de pobreza.

UN CASERÍO SIN CENTRO DE SALUD

Si bien Camotán cuenta con un Centro de Atención Permanente del Ministerio de Salud (MSPAS), el caserío Tizamarté, donde Juan vivía, no tiene un centro de salud según el sitio electrónico del Ministerio de Salud.

En Chiquimula, el Ministerio de Salud cuenta con un hospital  nacional para atender a la población, siete centros de salud y cuatro Centros de Atención Permanente, uno de ellos en Camotán.

En cuanto a educación, el Ministerio de Educación (Mineduc) contabiliza un total de 1 mil 580 establecimientos públicos en todo el departamento, entre párvulos, primaria, básicos y diversificado. De ellos 223 están en Camotán.

En el caserío Tizamarté, de acuerdo con el Mineduc, hay una escuela para el sector de párvulos, primaria, también hay otro para básicos y aunque aparece un Instituto de Educación Diversificada, los registros detallan que este se encuentra cerrado temporalmente.

AL MENOS 147 CASOS DE DESNUTRICIÓN AGUDA Y SEVERA HASTA ABRIL PASADO

Hasta el 20 de abril pasado el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SIINSAN) había reportado 99 casos de niños y niñas menores de cinco años con Desnutrición Aguda del tipo moderada.

Mientras que en niños menores de cinco años, se habían contabilizado 48 casos por Desnutrición Severa.  Comparado con 2018, las cifras de este año suman por lo menos 7 casos más.

Finalmente sobre la migración, el informe “Mojados, por la sequía”, publicado recientemente, destaca que por lo menos en un 17.6 por ciento de los hogares algún miembro de la familia había migrado.

EL CASO DE FELIPE, DE YALAMBOLOCH, HUEHUETENANGO

A varios kilómetros de la casa en donde Juan vivía se encuentra el hogar de la familia Gómez Alonzo, en el poblado de Yalamboloch, Nentón, Huehuetenango, sitio de donde partió en diciembre pasado Felipe, de 8 años,  junto a su padre. Al llegar a EE. UU., luego de presentar síntomas de un resfriado murió.

La noticia de la tragedia llegó en medio de las celebraciones de Navidad en Guatemala, la familia añoraba un futuro distinto y por eso Felipe migró hacia Estados Unidos con su padre, jamás imaginaron lo que ocurriría en el trayecto.

La aldea, que se encuentra entre montañas llenas de pinos verdes, también es el escenario de una pobreza aplastante y falta de oportunidades.

Durante la época de lluvias, no es posible transitar por las calles de tierra y las viviendas son rudimentarias, sin pisos adecuados, agua ni electricidad, según un reportaje de AP.

En la comunidad habitan familias que huyeron a México durante los años más sangrientos de la guerra civil de Guatemala de 1960 a 1996, pero regresaron tras la firma de los acuerdos de paz.

No hay empleos y la población apenas sobrevive de la agricultura y el comercio local.

Antes de despedirse, el niño le dijo a su madre que al crecer, desde EE. UU. le enviaría remesas, pero sus promesas quedaron truncadas por su muerte prematura.

Huehuetenango, además de ser uno de los departamentos con más migrantes, también es de los que registra mayor ingreso por divisas en los últimos años, evidenciando lo importante de los aportes de los connacionales desde el extranjero.

SIN CENTROS DE ESTUDIO DE NIVEL BÁSICO O DIVERSIFICADO

Felipe estudiaba en la única escuela pública para educación primaria de la aldea de Yalamboloch, que forma parte de los 3 mil 865 centros educativos públicos de Huehuetenango, de acuerdo a datos del Mineduc.

Aunque en el municipio de Nentón específicamente hay 118 establecimientos, los pobladores de la aldea de Yalamboloch no tienen un centro educativo público que atienda las necesidades del sector de párvulos, básicos y diversificado, por lo que de querer seguir estudiando, los alumnos deben trasladarse hacia otro caserío o municipio, la única opción es cursar educación primaria.

ALDEA ESTÁ A TRES HORAS DE UN HOSPITAL PÚBLICO

Por otro lado en Huehuetenango, la población puede asistir a tres hospitales públicos. La distancia entre estos y la aldea es de más de tres horas en vehículo, uno de los más cercanos está en San Pedro Necta, a tres horas.

Aunque hay un Centro de Atención Permanente en Nentón, para los pobladores de Yalamboloch se encuentra a una distancia de unos 50 kilómetros, porque en el lugar no tienen centro de salud, así que de ocurrir una emergencia la única que tienen es esa.

Por otro lado el SIINSAN reporta que de 5 niños menores muertos a causa de Desnutrición Aguda, dos eran de Huehuetenango y uno de ellos de Nentón.

Hasta el 24 abril, ese mismo sitio electrónico señala que se tenían contabilizados 239 casos de desnutrición moderada en Huehuetenango y 85 del tipo severo en niños menores de cinco años, los números comparados con 2018 también representaron un aumento de casos pues había 254 afectados.

ACCESO A JUSTICIA Y UNA FISCALÍA ESPECIAL CONTRA LA EXTORSIÓN

De acuerdo con el informe anual de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), el 38% de las denuncias por extorsión fueron recibidas en el departamento de Guatemala, 8% en Quetzaltenango, y 5% en Escuintla; Suchitepéquez y Huehuetenango registraron un 4% cada uno.

Desde 2016, Huehuetenango cuenta con una Fiscalía Especial que trabaja contra el Delito de Extorsión, al igual que en San Marcos, Quetzaltenango, Chimaltenango, Suchitepéquez y Jutiapa.

Por otro lado, un reportaje reciente de La Hora Voz del Migrante expuso la difícil situación a la que se enfrentan pequeños caficultores del departamento, ante los efectos del cambio climático, que aseguran ya ha afectado la producción del café que antes constituía uno de los ingresos principales de los hogares.

JAKELIN, LA NIÑA QUE MURIÓ HUYENDO DE LA POBREZA

Jakelin Caal, recién cumplió los 7 años cuando se encaminó hacia Estados Unidos junto a su padre, a Nery Caal se le habían terminado las esperanzas de salir de la pobreza en la que vivía en Raxruhá, Alta Verapaz en Guatemala y por eso decidió migrar llevándose a su hija.

Tanto Nery como su hija viajaron con un “coyote”.

La familia se dedica a la agricultura en una pequeña parcela en donde siembran y cosechan maíz, para el consumo, al igual que lo hacen unas 400 personas que viven en la comunidad de San Antonio Secortez.

GRAN PARTE DE LA POBLACIÓN EN INSEGURIDAD ALIMENTARIA

Alta Verapaz es de uno de los departamentos que muestra “un mayor deterioro en el consumo alimentario, arriba del 80% de los hogares no logran obtener una ingesta adecuada (sumando entre consumo pobre y limite)”. A ese departamento le siguen Quiché y Quetzaltenango, según la Evaluación de Seguridad Alimentaria y Nutricional ESAN de 2018.

En Alta Verapaz, además hay una gran cantidad de familias expuestas a una inseguridad severa de alimentación que alcanza a un 98 por ciento, aunque de este porcentaje un 23.4% resulta ser el más alto a nivel de país, solo seguido por Sololá.

La población, en caso de requerir atención médica puede acudir a cuatro Hospitales Nacionales, ubicados en Cobán, Fray Bartolomé de las Casas, La Tinta y la Escuela Nacional de Enfermería, que quedan de 3 a 2 horas en vehículo desde Raxruhá.

En ese municipio, las familias pueden asistir al Centro de Salud Fortalecido que tiene registrado el MSPAS.

CASOS DE DESNUTRICIÓN REGISTRAN DISMINUCIÓN, PERO SE REPORTAN DOS MUERTES

En ese departamento se ha registrado la muerte de dos niños menores de cinco años por desnutrición, de acuerdo con SIINSAN.

Hasta el 20 de abril pasado se tenía el registro de 372 casos de desnutrición entre aguda y severa, que en comparación con el año pasado presentaban un número menor de los 419 casos.

Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) detalla en la ENCOVI 2015 que un 67% de hogares en Alta Verapaz se ha beneficiado en alguna oportunidad por programas de asistencia social. Además un 42.8% de niños menores de 6 años registró padecimientos por diarrea y hasta 47.7 por ciento padeció de enfermedades respiratorias.

Se consultó a la Policía Nacional Civil (PNC) por el número de comisarías en los departamentos de Alta Verapaz, Huehuetenango y Chiquimula, sin embargo al cierre de la edición de este reportaje no se ha obtenido respuesta.

También se consultó al MSPAS por el detalle de abastecimiento de hospitales de estos tres departamentos, pero tampoco se obtuvo respuesta.

MIGRAN AUNQUE SE ENDEUDEN

Carlos Maldonado, de la Fundación Iniciativa Civil para la Democracia INCIDE, organización que trabaja en proyectos de beneficio para Alta Verapaz desde hace varios años, dijo a La Hora Voz del Migrante que ese departamento se ha caracterizado por condiciones precarias.

En ese sentido, indicó que la característica que comparten todos los municipios radica en que todos están en un departamento en donde se registra un mayor nivel de pobreza, tanto general como extrema.

“Todos los municipios son pobres, con altos niveles de analfabetismo, mayoría de población indígena, mayoría de población en condiciones de pobreza general y extrema”, dijo.

Por ello, la Fundación trabaja algunos proyectos enfocados en participación de la mujer.

El tema de la migración, aunque no es uno de los enfoques que trabajan, aseveró que sí es perceptible, pues se sabe que la población migra aunque eso signifique que las personas se endeuden.

LA MAYORÍA DE ÁREAS EN CHIQUIMULA SON ÁRIDAS Y DESÉRTICAS

Con más de treinta años viviendo en Estados Unidos, el migrante guatemalteco Carlos Rodríguez, originario de Chiquimula, dijo que las condiciones precarias son evidentes en Camotán, un sitio al que describe como árido y desértico, parecido a muchas áreas de ese departamento.

“Hace cincuenta años mucha gente de Concepción Las Minas, por ejemplo, migró y quedó un pueblo vacío, eso pasó hace unos años y motivó a la gente, aunque en Chiquimula no se ha dado mucha migración, pero sí ha aumentado y las razones son las mismas que empujan a otras a migrar”, comentó.

La falta de oportunidades y de empleos para los jóvenes, en su opinión, incentiva el éxodo de jóvenes recién graduados, porque no hay institutos técnicos que capaciten a las personas para que se preparen y consigan una vida decente.

En el contexto del país y del caso de Juan, señaló que las familias tienden a migrar porque no ven otra salida más que dejar sus comunidades, además que los cambios climáticos también influyen en que la población pierda sus cosechas.

La historia del joven fallecido es el ejemplo de lo que viven cientos de personas en ese lugar, pues muchos huyen de la pobreza que los consume, aunque muchos no migran, no porque no lo deseen, sino porque no tienen el dinero necesario para costear el viaje hacia EE. UU., opinó.

EN HUEHUETENANGO HAY COMUNIDADES QUE VIVEN SIN SERVICIOS BÁSICOS

El migrante guatemalteco Aldo Waykan, originario de Huehuetenango y ahora residente en Los Ángeles California, indicó que más que en otras oportunidades las familias salen de sus comunidades escapando de la pobreza extrema.

“Por eso cuando tienen oportunidad ellos se vienen cuando pueden, ahora lo que hacen las familias es traer a sus hijos, se vienen todos y abandonan todo”, anotó.

Waykan aseveró que sabe de la existencia de varias aldeas, como la comunidad en donde vivía el niño Felipe, que carecen de servicios básicos como salud, educación y otros, por lo que al tener la oportunidad deciden migrar, a pesar de los peligros lo hacen.

“Hay comunidades remotas donde no tienen servicios o si hay tienen que viajar muchas horas, Guatemala tiene muchos lugares donde no hay agua potable, hay muchas aldeas que viven en medio de climas inhóspitos, hay comunidades grandes que viven en condiciones muy críticas”, apuntó.

POBLACIÓN ESCAPA POR HAMBRE

Jorge Pernillo, coordinador de Nutrición de la Universidad Panamericana, refirió que existe una relación entre la inseguridad alimentaria y migración, esto de acuerdo a un estudio presentado por Oxfam recientemente.

La respuesta a esa incapacidad de cubrir la alimentación familiar, a decir del entrevistado, es lo que sucede ahora en la Frontera Sur de EE. UU., con miles de guatemaltecos detenidos en los últimos meses.

Como resultado del cambio climático, departamentos como Huehuetenango o Chiquimula experimentan intensas sequías, mientras que Alta Verapaz presenta lluvias con inundaciones que destruyen cosechas, indicó.

El experto puntualizó en que los niños que han muerto en la Frontera, como Jakelin, Felipe y Juan, “vienen de departamentos con crisis alimentaria, donde está existiendo hambre, donde tienen como opción salir, migrar, están siendo expulsados porque no hay comida ni alimentos”.

A diferencia de Honduras y El Salvador, la población de Guatemala sale por hambre, indicó.

REMESAS NO SON SUFICIENTES PARA CONTRARRESTAR LA POBREZA

Finalmente la investigadora y experta en el tema de migración, Aracely Martínez, opina que es evidente que en estos departamentos las remesas no son suficientes para contrarrestar la pobreza y subdesarrollo.

“Las remesas apenas cubren las necesidades básicas y de mala manera porque obviamente falta la atención del Estado en cambios estructurales”, destacó.

En el caso de la niñez, recordó que además hay casos de violencia en el hogar, o migran por unificación familiar, además de factores de pobreza que los empujan a dejar sus comunidades.

Reiteró que Camotán, en su opinión, es uno de los lugares más desprotegidos y en donde la ausencia del Estado es más notable.

 

Artículo anteriorAC: Caso de indemnizaciones del Congreso demuestra descoordinación en MP
Artículo siguienteJóvenes de escasos recursos pueden aplicar a becas Funjosé