POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

El pasado 18 de marzo la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) confirmó la fuga del reo con orden de extradición a Estados Unidos, Jeankarlo Alexander Sánchez Meneses, quien estaba recluido en el Centro de Detención para Hombres de la zona 17, ubicado en las instalaciones de la base militar Mariscal Zavala. El ingreso a ese centro posee una cámara de vigilancia, dos anillos de seguridad penitenciaria y presencia de soldados del Ejército. ¿Cómo se escapó Meneses? Lo sucedido corresponde a ¿otro acto de descontrol o corrupción?

En esa prisión nadie pasa desapercibido, ni los reos ni los visitantes, pues solo en el ingreso hay una cámara de vigilancia que identifica a cada persona que entra y sale.

Además, en ese recinto la población es menor en comparación con las otras cárceles, pero eso no significa que esté libre de hacinamiento, pues prevalece la falta de infraestructura; los espacios carcelarios han sido improvisados con carpas, en su mayoría.

En esa prisión hay un total de 239 hombres: 225 en situación preventiva y 14 en cumplimiento de condena. También hay 27 mujeres: 26 en situación preventiva y una cumpliendo condena, según la DGSP.

En la puerta de ingreso hay al menos dos guardias que realizan una verificación de las personas que entran, luego en el interior hay soldados desplegados que observan a todos los que transitan a pie, hay escasa afluencia de vehículos en ese lugar.

En tanto, existe otro anillo de seguridad penitenciaria, previo a ingresar al área de visitas, donde los agentes de la DGSP solicitan documentos a visitantes y colocan los sellos para mayor control. No es tan fácil que una persona entre o salga sin esa verificación.

¿CÓMO SE ESCAPÓ SÁNCHEZ MENESES?
Debido a los controles descritos surgen las dudas de ¿Cómo pudo escaparse Sánchez Meneses? Pues con todo el despliegue de recursos humanos y el insumo tecnológico es difícil creer que una persona se escape.

Por su parte, Camilo Morales, director de la DGSP, se limitó a explicar el pasado 18 de marzo, que denunció ante el Ministerio Público (MP) la evasión del sindicado.

“Desde que se hizo oficial se han hecho las acciones para lograr la recaptura y voy a poner como director todos los esfuerzos para que eso se logre dar”, indicó Morales.

La DGSP realizó un operativo penitenciario dos días después de informar sobre la evasión de Sánchez Meneses, no explicó públicamente si efectuó alguna diligencia similar de inmediato, tras conocer el escape del detenido.

En tanto, Oscar Pérez, jefe de Prensa del Ejército de Guatemala, dijo que la administración de las cárceles ubicadas en espacios cedidos por el Ejército le pertenece a la DGSP.

“Desde la fuga de La Patrona (Marixa Lemus) –11 de mayo de 2017–, el Sistema Penitenciario –tomó– toda la responsabilidad del centro de detención, los soldados que se mantienen ahí son para el ingreso al Mariscal Zavala y si el Sistema Penitenciario permite el ingreso de un vehículo los soldados lo revisan, pero solo el ingreso, de ahí todo se hace cargo el Sistema Penitenciario”, indicó Pérez.

El jefe de Prensa del Ejército agregó que las cámaras que están ubicadas en el Centro de Detención de la zona 17 le pertenecen al SP, no al Ministerio de la Defensa.

Al entrevistado se le consultó si existe algún protocolo de actuación por parte del Ejército cuando identifican la intención de un reo de fugarse y explicó que no.

SISTEMA COLAPSADO Y CORRUPTO

A criterio de Sandino Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), no es adecuada y correcta la creación de las cárceles en bases militares porque vulneran elementos fundamentales de la responsabilidad del SP y del Ministerio de Gobernación (Mingob) a cargo de todo el Sistema Penitenciario.

Asturias agregó que en las prisiones ubicadas en las bases militares no existen garantías de seguridad y control de la corrupción; señaló que todo el SP ha colapsado.

“Se ha ido demostrando –que las cárceles en espacios militares– no dan ninguna garantía de seguridad ni tampoco de control de corrupción. Es evidente que el Sistema Penitenciario está totalmente colapsado y profundamente corrompido en su estructura, además si se le suma que estas cárceles están en centro de detención militar, esto agrava la situación porque es una corrupción más extendida, por supuesto que si hay fuga de un privado de libertad en estos centros hay corrupción en toda la estructura que cuida y protege los centros penitenciarios incluyendo la guardia militar”, indicó.

Asturias destacó la importancia de una reforma en el Sistema Penitenciario, donde prevalezca la inversión para el fortalecimiento de la infraestructura y rehabilitación de los privados de libertad, aunado a medidas desjudicializadoras para no encarcelar a todas las personas. Agregó que es importante trabajar en la carrera penitenciaria, salarios dignos y profesionalización de guardias.

Walter Menchú, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), indicó que los controles en esa prisión no son adecuados por la cantidad de personas y visitas que recibe, pues el espacio es muy abierto.

“El problema es que no hay control adecuado de los perímetros que se debe resguardar, porque los guardias del Sistema están en las instalaciones de la cárcel, pero el perímetro está resguardado por soldados, creo que esta responsabilidad compartida hace que haya descoordinación también, porque cuando pasan estas cosas –fugas– se echan la culpa unos y otros de quien fue el que permitió esto. No se descarta el tema de la corrupción porque no hay control adecuado”, explicó Menchú.

A criterio del entrevistado es necesario planificar la infraestructura carcelaria, porque a medida que han pasado los años, el hacinamiento se ha agravado y llegado a niveles de ocupación altos.

“Hay que planificar la infraestructura a mediano y largo plazo, y hacerle ganas con lo que está ahorita. Esas cárceles –en bases militares– se abrieron en 2010 y en ese año no se había llegado ni siquiera al 200 por ciento de ocupación, ahorita está arriba del 350 por ciento; cuando se abrieron esas cárceles en brigadas militares tenían –capacidad– para menos de 50 espacios cada una, después, Mariscal Zavala fue ampliada por las necesidades que se tenían, pero los espacios que se habilitaron ahí son insignificantes a la par de la demanda que había por el crecimiento de los privados de libertad, se supone que era una respuesta momentánea”, reiteró.

El investigador del CIEN dijo que los aspirantes a la Presidencia deberían abordar tres temas importantes en sus propuestas: el primero es la economía, el empleo y la capacidad de las personas para obtener un ingreso; número dos los servicios públicos de educación y salud, y tres la seguridad ciudadana, en este último el descontrol en las cárceles impacta negativamente e incide para que algunos delitos no se reduzcan, como las extorsiones.

FRASES

“Desde la fuga de La Patrona (Marixa Lemus) –11 de mayo de 2017–, el Sistema Penitenciario –tomó– toda la responsabilidad del centro de detención, los soldados que se mantienen ahí son para el ingreso al Mariscal Zavala y si el Sistema Penitenciario permite el ingreso de un vehículo los soldados lo revisan, pero solo el ingreso, de ahí todo se hace cargo el Sistema Penitenciario”.

Oscar Pérez, jefe de Prensa del Ejército de Guatemala

“Se ha ido demostrando –que las cárceles en espacios militares– no dan ninguna garantía de seguridad ni tampoco de control de corrupción.

Sandino Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala

“Hay que planificar la infraestructura a mediano y largo plazo, y hacerle ganas con lo que está ahorita”.

Walter Menchú, CIEN

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