Por Margarita Girón
jgiron@lahora.com.gt

Durante los últimos meses, el reto Momo Challenge, calificado como un fenómeno de pánico colectivo digital por la Red de Ética Periodística, ha causado alarma y ha sido un punto de debate en los medios de comunicación por los efectos que podría causar en los niños que lo han observado en videos en la red social You Tube Kids, plataforma en la que supuestamente aparece un personaje espeluznante que los induce al suicidio en medio del contenido infantil.

Sin embargo, el origen de la imagen no tiene nada que ver con los hechos que se le atribuyen y su difusión ha desencadenado pánico en padres que han indicado que sus hijos han visto el video a través de la plataforma digital You Tube.

¿QUÉ ES EL MOMO CHALLENGE?

El sitio www.fundaciongabo.org publicó recientemente un artículo que afirma que la escultura espeluznante llamada Madre Pájaro es en realidad la obra de una compañía japonesa de efectos especiales llamada Link Factory, que en 2016 se expuso en una galería de arte japonesa especializada en terror.

En la publicación explican que el resurgimiento de este reto se trata de una espeluznante figura femenina con ojos enormes y sonrisa macabra que aparece en medio de algunos videos de YouTube Kids para invitar a los niños a realizar distintos retos, que al final los conduce al suicidio.

Además, el artículo señala que no existe evidencia real de estos videos, más allá de relatos de padres que han vivido experiencias con sus hijos y el fenómeno digital.

¿HAY CASOS EN GUATEMALA?

Diario La Hora recibió al menos cuatro testimonios de madres que aseguran que sus hijos han visto el video en Youtube o incluso al descargar juegos de Internet.

En la mayoría de casos, los padres consultados indicaron que supervisan constantemente los contenidos que sus hijos ven y otros señalaron que los menores no tienen acceso a dispositivos móviles y no han tenido contacto con dicho reto.

En una de las experiencias recabadas la madre indicó que su hija tiene 6 años y según relató la niña, una vecina (casi de su misma edad) le mostró un video relacionado con el fenómeno y fue coaccionada para ponerse en riesgo. La madre de familia indicó que aunque la niña no siguió las instrucciones dadas por la otra menor, su hija cambió su conducta y mostró pánico al ver la imagen de la “madre pájaro”.

“Yo me enteré hasta la semana pasada que enviaron una nota en el colegio, fui por mis sobrinos para que jugaran con mi hija y aproveché a preguntarles si habían escuchado de eso, lo hice a uno por uno, mi sobrina de 10 años dijo que sí, en su colegio, pero el año pasado. No siguió el tema en ese momento; sin embargo, cuando interrogué a mi hija se me vino el mundo a los hombros, me sentí súper mal de no haber sabido antes a lo que había estado expuesta”, dijo la madre.

¿CÓMO EVITAR CREAR PÁNICO EN LOS MENORES ANTE ESTOS RETOS VIRALES?

Sara Elorreaga, psicóloga clínica, señaló que es importante supervisar a los niños y conocer tanto a sus amistades, como controlar los contenidos a los que tienen acceso en redes sociales y televisión para evitar que los niños sean víctimas de estos contenidos, en muchas ocasiones falsos, que pueden provocar daños en los menores.

Elorreaga destacó que es importante observar la conducta en los niños y estar atentos a cambios de conducta, miedos inusuales, regresiones como volver a orinarse en la cama y problemas de autoestima.

“Es vital evitar frases que resten importancia a las emociones de los niños, no ignorar sus miedos y buscar formas creativas para crear lazos de confianza que permitan comunicar sus emociones”, dijo la profesional.

Otra de las madres consultadas expuso que ella misma mostró la imagen a su hija, “lo vimos juntas, pero ella misma pidió que lo quitara porque le dio mucho miedo, le hablé y le expliqué el por qué ella no tiene acceso a redes sociales y que es por eso y otras cosas (…) si quiere ver YouTube lo ponemos en la tele y todos vemos juntos”, puntualizó.

Siria Gómez, psicóloga educativa, indicó que en las redes sociales se puede encontrar diversidad de información y al no ser supervisadas los menores están vulnerables a peligros que en la infancia y adolescencia no se distinguen por la falta de madurez.

Gómez refirió que estos contenidos pueden poner en riesgo la seguridad de los niños, ya que en casos extremos pueden atentar contra su vida, ser vulnerables a robo de información, extorsión, acoso, así como daños colaterales como depresión, ansiedad, insomnio y aislamiento social.

“Es importante la comunicación, los niños y jóvenes comprenden si se les explica los peligros que corren en las redes sociales. También es importante el uso del control parental y supervisiones periódicas pueden prevenir que ingresen a sitios maliciosos”, destacó Gómez.

MOMO SÍ APARECE EN VIDEOS DE YOUTUBE

Aunque representantes de YouTube indicaron a medios internacionales que están vigilando el llamado Momo Challenge, prohibiéndolo en el sitio y prohibiendo la publicidad en cualquier video que los mencione, al colocar el nombre del reto, sí se encuentran videos que contienen la imagen de Momo y aunque en su contenido argumentan que el reto es falso, la imagen se mantiene en el sitio de videos, específicamente en contenidos relacionando dibujos animados con la imagen de la Mujer Pájaro en forma de parodia junto a Peppa, un famoso dibujo animado para niños.

RESPONSABILIDAD RECAE EN LOS ADULTOS

Claudia Molina, analista de contenidos digitales y opinión pública, indica más allá de la veracidad del reto, es preocupante la difusión que se le ha dado en redes sociales al fenómeno a través de supuestas experiencias personales que usuarios han compartido.

“Considero que es importante mencionar dos aspectos ante estos supuestos retos virales en Internet; el primero es la responsabilidad de los padres al hacer que los hijos comprendan que las redes sociales son potentes canales de comunicación y difusión de contenidos de todo tipo tanto falsos, como verdaderos y es vital aprender a diferenciarlos. También es relevante que los mismos adultos aprendan a diferenciar estos contenidos”, destacó.

La analista señaló que es de vital importancia no difundir contenidos sin confirmar su autenticidad, porque en ocasiones solo incrementan la desinformación. Además, agregó que debe crearse conciencia sobre el hecho que no todo lo que está en Internet es cierto, pues una noticia falsa puede llegar a afectar emocionalmente a muchas personas y se viraliza sin estimar las consecuencias que pueda tener.

“Debemos enseñar a nuestros hijos que las redes sociales no son malas, al contrario, como núcleo familiar podemos aceptarlas como herramientas digitales que pueden ser formativas o bien servir para compartir experiencias con familiares y amigos, así como prácticas de convivencia”, puntualizó Molina.

Asimismo, enfatizó en que es más importante abordar estos temas a nivel familiar, antes de viralizar información que no está comprobada, disminuyendo el peligro de difundir miedos innecesarios que hace víctimas tanto a adultos como a niños de actos de desinformación.

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