Por CHRISTIAN GUTIÉRREZ
cgutierrez@lahora.com.gt

Esta mañana, la Defensoría del Consumidor y Usuario de la Procuraduría de los Derechos Humanos, inició con la verificación de precios de útiles escolares en algunas librerías de la zona uno de la capital.

Esta verificación de precios se dará durante los dos primeros meses del año en distintos comercios que ofrecen útiles escolares, así también se tendrá el monitoreo en librerías y ferias escolares de todo el país, según confirmó la Defensoría.

Fernando Trabanino, defensor del Consumidor y Usuario, dijo que todos los años realizan este monitoreo en distintos establecimientos, con el fin de garantizar el derecho de los consumidores, principalmente el de la libre elección.

Trabanino indicó que son varios los establecimientos educativos que imponen la venta de libros y útiles escolares a padres de familia al momento de realizar la inscripción de sus hijos y con esto vulneran el derecho de elegir en dónde adquirir sus materiales.

Los establecimientos educativos también realizan cobros de uniformes o actividades extraescolares de forma obligatoria, para lo cual la Defensoría del Usuario tiene asignado el número de teléfono 1555, en donde las distintas auxiliaturas podrán realizar las gestiones correspondientes a denuncias.

Por su parte, Trabanino recordó sobre el acuerdo ministerial que se firmó el año pasado sobre la prohibición de aplicar algún cobro por concepto de graduaciones, ya que los centros educativos podrían aprovechar el pago de la inscripción para incluirlo.

“Es importante decirle a los padres de familia desde el mes de enero que no pueden cobrar en ningún centro educativo las cuotas de graduaciones, actos religiosos, las flores y celebraciones, que son prácticas que en años anteriores era común y en este año no puede existir”, indicó el Defensor del Consumidor.

Héctor de Mata, un padre de familia, indicó que todos los años inicia con la compra de útiles escolares a partir del mes de diciembre, ya que se encuentran ofertas y precios accesibles con las listas de útiles.

También mencionó que en el centro educativo en el que inscribió a sus hijos si está permitido llevar los materiales que utilizarán, pero no así los libros, ya que éstos son vendidos en el establecimiento y se compran obligadamente.

Trabanino indicó que las inconformidades más recurrentes que se encuentran en el monitoreo que se realiza son los cobros en “servicios” para los actos de graduación, a pesar de estar prohibido.

La Defensoría del Usuario ve como coacción que se imponga una marca al padre de familia en la compra de los libros, pues para estos también existen otros autores que se podrían asignar en las listas de los útiles escolares.

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