Por Eder Juárez
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El Superintendente de Administración Tributaria (SAT), Abel Cruz, dijo que le tomó por sorpresa la propuesta de la Cámara del Agro sobre disminuir el Impuesto Sobre la Renta (ISR) del 7 al 3%.
“Para nosotros como Administración Tributaria es una sorpresa la propuesta, es decir, apenas yo me enteré por los medios, entonces lo que estaríamos esperando es la propuesta formal del sector privado a qué se refiere con la baja del impuesto del 7 al 3%”, dijo Cruz.
El titular de la SAT agregó que espera saber cuáles son las bases técnicas que el sector agrícola sustenta para tener una opinión técnica al respecto, “yo me enteré por los medios de comunicación de la propuesta, no hay nada oficial a la SAT”, manifestó.
Al preguntarle si la propuesta que hace el sector agrícola afectaría la recaudación de dicho impuesto, el Superintendente dijo que lo que se tiene que conocer es la propuesta, “desconozco por completo lo que está presentando el sector privado”.
PETICIONES DE CAMAGRO
El presidente de Cámara del Agro, Nils Leporowski, dijo ayer en conferencia de prensa que el Gobierno de Guatemala tome acciones concretas “para reactivar la economía y proteger los empleos”.
Esas acciones, según Leporowski, serían congelar el salario mínimo para el sector agrícola y reducir la brecha de ingresos reales del área rural y la brecha existente con otros países de la región, así como continuar con la revisión del método de cálculo de la Canasta Básica para que el precio publicado sea un reflejo exacto de la realidad nacional.
Asimismo, pidió que el Gobierno garantice la simplificación fiscal y bajar la tasa del régimen simplificado del ISR del 7% al 3% para los productos agropecuarios. Creación de un impuesto único para pequeños productores.
Además, Leporowski pidió regularizar la devolución del crédito fiscal a los exportadores del sector agro que supera los Q2 mil millones y cuyo plazo legal venció hace mucho tiempo.
IMPACTO
De acuerdo con Camagro la petición se debe al impacto por la baja en los precios internacionales de café, hule, azúcar y palma africana. Leporowski expresó que ese impacto pone en riesgo el trabajo e ingresos de unas 500 mil personas, empleados directos y alrededor de un millón de empleos indirectos.
