Por Christian Gutiérrez
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Esta mañana autoridades de seguridad reportaban la captura de 24 personas luego de más de cien allanamientos en San Marcos, Quetzaltenango y Guatemala.
La Fiscalía Contra el Delito de Extorsión del Ministerio Público (MP), identificó a dos bandas que se dedicaban a extorsionar, una era del Barrio 18 y otra constituida por “imitadores” que se hacían pasar por pandillas para cobrar el dinero de la extorsión.
Pablo Castillo, vocero de la Policía Nacional Civil (PNC), indicó que dentro de las capturas realizadas se encuentran personas dedicadas no solo a la extorsión, sino al robo de vehículos y otras al sicariato.
De acuerdo con la Fiscalía, ésta es la segunda fase de la investigación en contra de la banda Crazy Rich, ya que en febrero de este año se logró la captura de 16 pandilleros pertenecientes a esta clica del Barrio 18.
Los delitos que se les sindica a estas personas son: extorsión, conspiración para cometer asesinato y asociación ilícita.
Las clicas Solo para Locos y Crazy Rich, eran las principales pandillas del Barrio 18 que se buscaban desarticular.
Asimismo, a un grupo de “imitadores”, personas particulares que se hacen pasar por integrantes de pandillas o del crimen organizado con el fin de obtener el pago de la extorsión.
Las investigaciones realizadas por la Fiscalía Contra el Delito de Extorsión y la PNC indican que los afectados eran principalmente comerciantes y transportistas los cuales eran amenazados para realizar dicho pago.
Otro dato de la investigación refleja que en un año las víctimas han sido afectadas por más de Q3 millones.
MODO DE DELINQUIR
Las pesquisas indican que inicialmente entregaban un celular a las víctimas, estas luego de un tiempo reciban las llamadas de los extorsionistas.
Posteriormente a través de intimidaciones con armas de fuego, ataque y amenazas de muerte les exigían el pago en efectivo.
El hecho se realizaba cuando las víctimas realizan el pago por medio de depósitos bancarios o era entregado directamente en efectivo.
Por otra parte el grupo de los “imitadores” funcionaba haciéndose pasar por integrantes de maras y organizaciones criminales quienes buscaban obtener únicamente el dinero.
Asimismo, intimidaban con armas de fuego y amenazas de muerte por medio de llamadas telefónicas, exigiendo grandes cantidades de dinero.
Al cierre de esta nota continuaban algunas diligencias.
