Por Eder Juárez
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La figura del Vicepresidente de la República en un Gobierno es de suma importancia, pues tiene la responsabilidad de coordinar y echar andar las políticas públicas del Ejecutivo con el objetivo de desarrollar mejores condiciones para la población, sin embargo, esta función pareciera no cumplirse, y en la actualidad el vicepresidente Jafeth Cabrera, pareciera estar fuera de ese objetivo sin el poder y coordinación para cumplir con sus funciones, según analistas consultados.

Aunque los vicepresidentes en la historia del país han cobrado relevancia por distintos factores, desde generar controversia y señalamientos como Roxana Baldetti, hasta permanecer a la sombra del Presidente de la República o llevar a cabo sus funciones con “normalidad”, sin duda, Cabrera ha navegado en una época en la cual para algunos consultados levantaba expectativa una figura que desarrolló su carrera principalmente en la academia y para otros un personaje sin fuerza que únicamente secunda lo dicho por el presidente Jimmy Morales. ¿Cómo recordarán los guatemaltecos al vicepresidente Jafeth Cabrera?

De acuerdo con Renzo Rosal, analista independiente, en los últimos Gobiernos el perfil del Vicepresidente de la República ha estado determinado en primera medida por el grado de poder o de maniobra que le asigna el Presidente, es decir, si busca tener un Vicepresidente con ciertas funciones delegadas o subordinado a una figura presidencial fuerte.

Un segundo factor sería la personalidad propia del Vicepresidente, inclusive antes de serlo, “hemos tenido figuras vicepresidenciales fuertes indistintamente del margen que les asigne el Presidente, como lo fue Juan Francisco Reyes López, vicepresidente de Alfonso Portillo, o Eduardo Stein, vicepresidente de Oscar Berger, pero en el caso de Jafeth Cabrera tenemos un hibrido, porque si bien es cierto no tenemos una figura presidencial fuerte, lo cual debería de derivar en que Cabrera sí tuviera un margen de maniobra amplio porque Jimmy Morales no es esa figura personalista”, refirió Rosal.

Según el entrevistado, el perfil de Cabrera surgido del mundo académico en el que tampoco fue protagonista cuando fue rector de la Universidad de San Carlos, da como resultado una figura hibrida: “es un Vicepresidente que está ausente y que tampoco quiere asumir funciones ni siquiera básicas. Un Vicepresidente que no complementa el conjunto de áreas grises o de fortalezas que requeriría Jimmy Morales, y por lo tanto en resumen tenemos una dupla presidencial bastante venida a menos en donde definitivamente la gestión pública les queda grande” manifestó el analista.

Para Rosal el Vicepresidente no quiere ser protagonista de algunas cosas, tampoco asumir la responsabilidad de coordinación de los distintos gabinetes (ha propuesto la posibilidad de eliminar algunos de ellos) y por lo tanto está desaparecido de la escena pública, de las escenas de la decisión pública, “y a lo sumo tiene escasas participaciones y escasos actos y cuando se le pregunta en esos actos sus reacciones son muy cuestionables, desaprovecha la escena pública y cada vez con mayores errores similares a las de Jimmy Morales”, destacó.

El analista también consideró que Cabrera pudo impulsar más a favor del binomio presidencial por su pasado académico, pero que esa trayectoria en la Usac queda en duda al tener a la vista los resultados actuales.

“Él administró la Universidad San Carlos, además, su paso por la universidad fue un tanto gris, se le acusa, por ejemplo, de ser el responsable de descapitalizar el fondo de pensiones que les está pasando la factura hoy, por lo tanto, su paso como rector fue deslucido, entonces esperar que esa figura no académica pudiera complementar a Jimmy Morales es el resultado de lo que tenemos”, señalo Rosal.

Además, indicó que si tuviéramos un perfil verdaderamente académico sería un vicepresidente más brillante, o por lo menos más destacado. “Tenemos dos opacos uno con el sombrero de académico que no tiene y el otro ni siquiera con sombrero, no tiene nada que mostrarnos, es una dupla o binomio presidencial junto al de Otto Pérez de los más mediocres y limitados con menos capacidades que ha tenido el país”, manifestó.

¿UN VICEPRESIDENTE ACORDE AL GOBIERNO?

Por su parte, Marcio Palacios exdirector de la Escuela de Ciencias Políticas de la Usac, indicó que hay que despersonalizar a Jafeth Cabrera y situarlo en un gobierno que tiene grandes incapacidades, técnicas, políticas, científicas y éticas para dirigir un país. “Es un gobierno atrincherado en favor de intereses de la institución castrense, en función de los intereses del gobierno norteamericano e israelita que deviene de una injerencia cualitativa a otro nivel en el siglo XXI”, explicó.

Palacios indicó que Cabrera sabe que este Gobierno es incapaz, lo cual se refleja en las acciones y declaraciones hechas durante su administración, “es un Gobierno que denota un servilismo total a los intereses exógenos que nada tienen que ver con el cambio”, puntualizó.

Además, coincide con Rosal al señalar que Jafeth Cabrera no es un académico, “no es académico, es egresado de la Universidad San Carlos, fue rector de la Usac, pero no tiene un perfil académico, tiene un perfil politiquero y no académico-político”.

El binomio presidencial carece de capacidades para tomar decisiones y lo que se ve es que están plegados a los intereses de la oligarquía, señaló Palacios.

OPORTUNIDAD PERDIDA PARA EL DESARROLLO

Para Karin Slowing, exsecretaria de Planificación y Programación de la Presidencia, este Gobierno en general ha sido una oportunidad perdida para el desarrollo, y en ese marco, el papel y la responsabilidad de la Vicepresidencia es la conducción e implementación de las políticas públicas, la función que le corresponde, recordó.

La exfuncionaria explicó que el Vicepresidente debe ser el segundo abordo para asegurar que las decisiones políticas se ejecuten, “pero hemos estado muy lejos de ver ese tipo de actuar en general y particularmente en este Gobierno que no tiene intereses en una política de desarrollo, está más metido en ver cómo saca a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y no en priorizar las necesidades del país”, dijo Slowing.

Agregó que ha sido una gestión muy desafortunada y mencionó que se debe distinguir entre la figura, el sujeto en su rol político y la responsabilidad del cargo, “hace mucho no tenemos una figura vicepresidencial que realmente haga su papel de conducir los gabinetes”.

SIN COORDINACIÓN, NI LIDERAZGO

Luis Linares, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asies), recordó que las funciones del Vicepresidente están claramente definidas en la Constitución Política y que son principalmente colaborar con el Presidente en la coordinación de los Ministros, lo que considera una de las responsabilidades más relevantes, aparte de ser la persona que sustituye en ausencias al mandatario.

“Aparentemente el Presidente y Vicepresidente actual no se conocían y no había relación de confianza que sirviera de base para establecer un dúo de mando armonioso, y eso es lo que vemos en este Gobierno”, manifestó el analista.

Según Linares, en este Gobierno no existe la coordinación que debe llevar el Vicepresidente con los Ministros. “Cuando un Ministro sabe que lo que dijo el Vicepresidente no es lo que dice el Presidente, acuden con el mandatario y reciben respaldo de decirle que no hago lo que le dice el Vicepresidente y hace lo que le es conveniente, entonces la figura del Vicepresidente se viene abajo”, dijo Linares.

Asimismo, señaló que Cabrera no tiene poder sobre los Ministros, “no se ve que él tenga un poder de dirección en donde los Ministros y otros funcionarios saben que la orden del Vicepresidente es como la que hubiera dictado el Presidente”.

Por su parte, Carmen Rosa de León, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), opinó que es evidente que no existe liderazgo ni de Cabrera ni de parte del Presidente.

“Ninguno sabe exactamente –a dónde ir-, porque al principio cada uno iba por su lado, en lo que se alinearon fue en la opacidad y antagonizar la lucha contra la corrupción, ahí están alineados y coordinados”, indicó.

A criterio de la entrevistada en el único tema donde se ha visto más unidad y mismo discurso es en el tema de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

SE INSISTIÓ SIN SUERTE

Se buscó una postura de parte de la oficina de comunicación de la Vicepresidencia sobre las opiniones de los analistas, sin embargo, no se logró obtener ninguna respuesta de parte de dicha entidad a pesar de las consultas hechas.

De acuerdo con el portal de la Vicepresidencia el Vicepresidente devenga un salario incluyendo bonos y gastos de representación de Q112 mil mensualmente, en el último mes registrado, que fue octubre, obtuvo Q12,332 adicionales por concepto de viáticos.

¿QUÉ DICE LA LEY?

Artículo 191. (Reformado) – Funciones del Vicepresidente. Son funciones del Vicepresidente de la República:

a. Participar en las deliberaciones del Consejo de Ministros con voz y voto;

b. Por designación del Presidente de la República, representarlo con todas las preeminencias que al mismo correspondan, en actos oficiales y protocolarios o en otras funciones;

c. Coadyuvar, con el Presidente de la República, en la dirección de la política general del Gobierno;

d. Participar, conjuntamente con el Presidente de la República, en la formulación de la política exterior y las relaciones internacionales, así́ como desempeñar misiones diplomáticas o de otra naturaleza en el exterior;

e. Presidir el Consejo de Ministros en ausencia del Presidente de la República;

f. Presidir los órganos de asesoría del Ejecutivo que establezcan las leyes;

g. Coordinar la labor de los ministros de Estado; y

h. Ejercer las demás atribuciones que le señalen la Constitución y las leyes.

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