POR KIMBERLY LÓPEZ
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Analistas consideran que el mandatario Jimmy Morales y su equipo de trabajo cercano perdieron el rumbo de la administración a partir de la animadversión contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el comisionado Iván Velásquez y la lucha contra la corrupción. En consecuencia, a pesar de los mensajes de Estados Unidos y la presión de la sociedad civil, Morales difícilmente enderezará el rumbo de la gestión, toda vez que él mismo, sus allegados, familiares y cercanos se verían afectados por los avances del país en materia de justicia.

Según el analista Javier Monterroso, es un escenario muy pesimista el que se puede esperar de los próximos meses de la gestión de Morales, también indicó que el mandatario se encuentra en una encrucijada y ha optado por avanzar en camino opuesto hacia la lucha contra la corrupción, en la defensa de sus intereses.

Monterroso asegura que mientras tanto, dejó de lado los temas torales del país en los que, de alguna manera, se empezó a avanzar en los primeros años. Por ejemplo, en salud y seguridad.

Por su parte, el analista Ronalth Ochaeta señaló la gravedad de la poca atención que el gobierno ha tenido hacia temas como salud y educación. Según Ochaeta, Morales perdió el rumbo a partir de la declaración de persona non grata contra el jefe de la CICIG, Iván Velásquez. En ese tiempo, se desarticuló su equipo de trabajo y fue un golpe duro para la institucionalidad. Ahora, difícilmente Morales reconocerá los errores y cederá a la presión de acoplarse a los avances en materia de justicia, indicó.

“Al principio, en la gestión de Morales se había avanzado, pero todo se empezó a desmoronar a partir de la declaración de non grato, hubo cambios en ministerios como el de Salud, Gobernación. Actualmente, no hay gobierno abierto, no hay transparencia y hay un grave debilitamiento institucional”, explicó.

El entrevistado señala que Morales ha tomado muchas decisiones equivocadas, ha abandonado el rumbo de su cargo y ha dejado de lado temas que deberían ser prioritarios en la agenda de país.

“Morales se ha concentrado en la defensa de sus intereses, sus allegados y se mantiene aliado al Pacto de Corruptos”, agregó.

De la misma forma opinó la politóloga Stephanie Rodríguez, quien coincidió en que han sido desatendidos muchos de los temas que incluso fueron promesas de campaña.

“El presidente está empecinado contra la CICIG y con ese escenario lo que queda del gobierno serán meses de más debilitamiento de instituciones”, lamentó.

A pesar de que se realicen llamados para colaborar con la lucha anticorrupción, no habrá un cambio de parte de Morales porque “está ciego y cualquier recomendación que le puedan hacer no la va tomar, solo va intentar salvarse a sí mismo y a los suyos”, puntualizó.

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