Por José Pablo Del Águila
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El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) realizó un reconocimiento médico a la magistrada separada del cargo, Blanca Stalling, y dictaminó que se encuentra “clínicamente estable” para asistir a las audiencias judiciales en las que sea requerida su comparecencia.
El 4 de julio, Stalling se ausentó de una audiencia en el Juzgado Décimo de Primera Instancia Penal justificando que sufría quebrantos de salud, por lo que se negó a salir del centro de detención preventiva.
No obstante, el director del Inacif, Fanuel García Morales, informó que, tras realizarle una evaluación médica a Stalling, “no se encontró ningún cuadro de alteración de su salud que le evite poder participar en audiencias judiciales”.
El reconocimiento médico que realizó el Inacif se deriva de una orden que giró la judicatura el mismo día que se tuvo que suspender la audiencia.
Stalling ha logrado en seis ocasiones suspender la audiencia de etapa intermedia. En varias ocasiones su abogada defensora, Delmy Castañeda, se ausentado a las citas.
La magistrada está ligada a proceso penal por los delitos de tráfico de influencias y resistencia con agravación de la pena. El primer delito se le imputó porque intentó influir en el juez Carlos Ruano para que otorgara una medida sustitutiva a su hijo, Otto Molina Stalling, acusado en el Caso IGSS-Pisa. En tanto, el segundo se le sindicó porque se resistió a su captura.