POR KIMBERLY LÓPEZ
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Analistas señalaron que el discurso emitido por Jimmy Morales durante el acto de honras fúnebres al exalcalde capitalino Álvaro Arzú, pretende despertar el pulso político contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Asimismo, indicaron que Morales pide respeto al Estado de Derecho pero él ha sido quien lo ha irrespetado.
«Guatemala es soberana, nosotros les respetamos. Respétennos igual. Les apoyamos, le pedimos que nos apoyen también”, dijo Morales durante su discurso emitido el sábado recién pasado.
Luego agregó: “Guatemala se está organizando para poner en orden muchas cosas que perdieron el orden”. Morales finalizó su discurso pidiendo unidad a los ciudadanos y que se respete el Estado de Derecho.
La politóloga y analista Stephanie Rodríguez, indicó que el comentario del mandatario fue un mensaje fuera de lugar.
A criterio de Rodríguez, el mandatario está aprovechando los pocos espacios que tiene y en los cuales se siente cómodo. Sus últimas apariciones han sido con el Ejército, con empresarios y ahora en este último evento; “es muy probable que el presidente ahora con la muerte de Arzú se encuentre todavía más solo y aprovecha eso como tribuna personal porque su mensaje a la comunidad es algo personal”, comentó.
Asimismo, expresó que Morales da un discurso que ha manejado desde que intentó expulsar al Comisionado. “Uno de los principales actores que ha tratado de romper el Estado de Derecho, que es un conjunto de normas básicas para la convivencia”, afirmó.
Es el primero que ha vulnerado el Estado de Derecho, dijo. Según la analista, Morales no tiene ningún argumento para decir que la comunidad internacional ha vulnerado la soberanía y que su molestia es con CICIG por estar señalado en investigaciones, al igual que sus allegados.
De la misma forma opinó el analista Ricardo Barreno, quien además explicó que vale la pena resaltar que el fallecimiento de Arzú representa un rompimiento en una alianza que buscaba ganar el pulso contra el Ministerio Público y CICIG.
«El Presidente aprovechó el espacio para señalar el respeto a la soberanía, esas palabras tuvieron la intención de reactivar el pulso político y eso genera un desgaste», dijo.
El discurso demuestra que hay una agenda clara para defender la institucionalidad pública que les ha funcionado y que no necesariamente atiende a las necesidades de la ciudadanía, añadió.
