Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Sulay Escobar es originaria de San Rafael Pie de la Cuesta San Marcos, es colaboradora de la Fundación Un Corazón para Servir, y de la asociación Dulce Refugio. Trabajó por varios años como docente y ahora aporta para el programa del canal 25 Démosle vuelta a la tortilla, cambiando antivalores por valores, en donde presentan historias de vecinos del lugar.

En entrevista para La Hora Voz del Migrante la guatemalteca originaria de San Marcos refirió que trabajó como docente, no obstante ahora está jubilada, y con entusiasmo recordó que también fue parte fundamental de la construcción de la Escuela de Educación Especial en ese departamento.

“Siempre he dicho que la educación transforma al mundo, a la persona, transforma las circunstancias, porque cuando hay educación se forjan hombres y mujeres de bien. Ahí fue en donde aprendí el trato humano porque con quienes trabajé eran de diferentes contextos. No todos eran iguales pero había que tratarlos con mucho amor”, añadió.

Por años asevera que impartió docencia a muchos jóvenes que hoy viven en Estados Unidos y que la recuerdan con cariño, porque afirma logró cambiar sus vidas.

La guatemalteca expresa que en el país hay muchas oportunidades y lo único que se debe hacer es buscar los medios de trabajos.

En otros países, la guatemalteca afirma que se gana más, pero en su caso prefirió quedarse en su tierra porque considera que sí se puede salir adelante. Al mismo tiempo refirió que sus hermanos trabajan en Guatemala, aunque sus primos que están en Estados Unidos y con quienes mantiene constante comunicación siempre la motivaron a migrar.

“No decidí irme para allá porque yo desde los 18 años salí de maestra, y a los pocos día empecé a trabajar como maestra presupuestada y le encontró amor a su trabajo”, aseguró.

Escobar manifestó que siempre que existe necesidad, ella busca involucrarse en encontrar una solución para mitigar la situación por la que estén pasando quienes necesitan ayuda, incluso refirió hacen campañas de recaudación de fondos y para ello siempre está dispuesta a donar su tiempo.

NO DEBEMOS CREAR MUROS

Parte de ese apoyo fue entregado hace algunos días, recordó la guatemalteca y por eso se entregaron algunos aparatos para que personas con discapacidad en el oído pudieran escuchar.

“Tengo mucho que hacer, y en lugar de irme a Estados Unidos a trabajar allá mucho tiempo, con lo que poco que tenemos ayudamos a muchos. Antes de tener visa mis primos me decían venite de mojada y me decían que iba a sacar rápido a mis hijos adelante”, señaló.

La guatemalteca afirma que siempre mantiene comunicación con familiares en el extranjero, pero nunca ha pensado en dejar al país, y por ello como familia decidieron quedarse establecidos en su departamento.

Finalmente enfatizó en que es necesario que la sociedad y familias practiquen valores y se mantengan unidas, “empecemos a forjar valores y mantenerlos, sí estamos bien educados vamos a salir adelante. No debemos crear muros sino puentes”.

“Siempre he dicho que la educación transforma al mundo, a la persona, transforma las circunstancias, porque cuando hay educación se forjan hombres y mujeres de bien. Ahí fue en donde aprendí el trato humano porque con quienes trabajé eran de diferentes contextos. No todos eran iguales pero había que tratarlos con mucho amor”.
“No decidí irme para allá porque yo desde los 18 años yo salí de maestra, y a los pocos día empecé a trabajar como maestra presupuestada y le encontró amor a su trabajo”.

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