Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Ya sea por el apoyo para la comunidad en donde viven o en sus países de origen, los connacionales han encontrado un aliado en las iglesias cercanas, algunas de ellas dispuestas a dar albergue y alimentos a quienes necesiten apoyo.

De acuerdo con entrevistados por La Hora Voz del Migrante, la convicción de apoyar en casos especiales los mueve a unirse y focalizar la ayuda, tal y como sucedió recientemente cuando una familia se vio afectada por una tragedia en la que murieron al menos tres personas.

Pero el apoyo tampoco es solo en aporte económico porque también proveen de orientación a migrantes o incluso albergue como lo hace actualmente la orden de los Misioneros Scalibrinianos con la Casa del Migrante.

Cuando tres connacionales originarios de San Marcos Ixtatán, Huehuetenango, murieron en un accidente de tránsito en Tennessee, uno de los primeros apoyos de la comunidad provino de la iglesia Monte de los Olivos.

Josefina Mateo, una madre de 33 años, Emily Francisco Mateo de 18 e Iván Francisco Mateo de 11, se accidentaron junto a otras personas en una autopista de Tennessee.

Tenían varios años de vivir en Estados Unidos y atrás quedó una familia que no encontraba consuelo tras la pérdida de sus seres queridos.

Las víctimas mortales asistían en vida a la iglesia cristiana Monte de los Olivos, que se encargó de recaudar donaciones para ayudar de manera económica a la familia de los guatemaltecos.

El apoyo provino de latinos procedentes de países como El Salvador, Honduras, México, entre otros, a donde llegó la noticia del accidente, y para eso se creó una cuenta específica para unificar los fondos.

CUANDO HAY NECESIDAD EL APOYO SURGE

Romualdo Coy, líder de la iglesia que se localiza en Kentucky, explicó que están unidos para trabajar y sacar adelante a las familias y en el caso anterior afirma que se logró recaudar lo necesario. Además aún se trabaja con los sobrevivientes del accidente.

“Llevamos muchos años en este condado y prácticamente la gente conoce bastante nuestro historial, nuestro testimonio en la sociedad, no solamente sucede que nosotros pidamos ayuda, nosotros solo hicimos un comunicado de la familia y la misma gente se ofreció a apoyarnos… Nosotros también, cuando hay una necesidad, cuando le pasa algo a alguien, trabajamos por otros”, explicó.

Ser activos en la comunidad, a decir del entrevistado, es muy importante para la iglesia y por eso cuando existe una necesidad el apoyo surge y todos tratan de unirse no importando si asisten o no al lugar.

De los feligreses que acuden a esa iglesia, Coy relata que hay migrantes guatemaltecos y también de origen peruano, pero otras personas de El Salvador y Honduras también se han integrado con el paso del tiempo.

ASOCIACIONES HAN SURGIDO TRAS LA UNIDAD DE FELIGRESES

La relación entre migrantes e iglesias a las que asisten no se limita a un solo estado. Desde Nueva York, la guatemalteca Ivonne Díaz, refirió que las personas que llegan incluso viven en otros lugares, pero el espíritu de ayuda los une.

Además, la comunidad de feligreses brinda información migratoria a las personas que lo necesitan, de esto surgió la organización de Hermanos y Amigos de Guatemala (Hagua).

“Nosotros vamos todos los años a Guatemala, más que todo nos estamos enfocando en los niños y en los ancianos, antes lo hacíamos sí había algún desastre y empezó todo con un desastre cuando fue -El Huracán- Catrina y cuando fue lo de Sololá, ahí fuimos a ayudar, así fue como empezó el grupo de nosotros”, destacó.

Pero no solo Hagua ha aparecido, porque otros grupos surgieron y no solo de Guatemala sino de otros países. Otra de las ventajas que según Díaz se tiene al trabajar con las iglesias, es que es fácil acceder a las autoridades por medio de ellos, pues son una representación reconocida.

La entrevistada comentó que con el tiempo han desarrollado otras actividades que los unen como comunidad, incluyendo un baile de moros.

Díaz nació en Cuyotenango Suchitepéquez, pero creció en Quetzaltenango, llegó a Estados Unidos hace treinta años y vive junto a su familia que se ha unido a las labores que emprenden como feligreses en esa comunidad.

ORIENTACIÓN MIGRATORIA, ROPA Y ALIMENTOS COMO APOYO

La reverenda Kristin Saylor, de la iglesia de Saint Peters en Nueva York, explicó que uno de los apoyos específicos que han otorgado es del caso de un guatemalteco que enfrenta un proceso de deportación, quien pidió ayuda.

“Me contó la historia y vi que sí podía ayudar y por buena suerte yo tenía las conexiones con varias organizaciones comunitarias que saben qué hacer en estos casos, entonces lo acompañé a una cita con un abogado, y solo los puse en contacto con la gente apropiada y seguimos apoyando, no lo han deportado y eso es un éxito, pero no sabemos qué va a suceder”, expresó.

El caso de la familia Contreras, es una de las situaciones que a decir de Saylor se repite con frecuencia porque muchas personas se acercan al enterarse que han brindado su apoyo en historias similares.

La entrevistada indicó que conoce la situación de una mujer joven originaria de Honduras que llegó sola y tiene una orden de deportación, a quien se le está ayudando a conseguir un equipo legal que la pueda asesorar.

“Nuestra iglesia se encuentra en un pueblo que es probablemente 70 por ciento latino y el gobierno local es un 90 por ciento anglosajón, entonces hay muy pocos recursos para la comunidad, y hay muchos indocumentados”, añadió.

Saylor expresó que se entrega apoyo de alimentos a los feligreses que lo requieran, que se logra reunir por la comunidad. También entregan artículos para bebés, pañales, pavos para el Día de Acción de Gracias, todo esto sin costo.

Para entregar toda la ayuda que recaudan de la solidaridad cuentan con el apoyo de voluntarios que viven en la comunidad, afirmó.

En promedio, se estima que alrededor de 100 personas que llegan a la iglesia, no solo guatemaltecos sino de diferentes nacionalidades son beneficiadas.

ENCUENTRAN FAMILIARIDAD

El connacional Carlos Rodríguez, residente en Chicago, explicó que por años ha conocido varios programas desarrollados para los migrantes, que con el tiempo ha permitido que las puertas se abran para que puedan ayudar en Guatemala.

“Los inmigrantes han encontrado apoyo en las iglesias aquí en los Estados Unidos, aunque existen algunas excepciones”, indicó.

Rodríguez ha conocido varios programas, algunos de ellos implican que las personas tomen edificios antiguos que luego son remozados para que sean ocupados por familias, este es solo uno de los ejemplos que citó.

“Las iglesias son parte del apoyo psicológico que encuentran los migrantes, además de la familiaridad porque los servicios son en su idioma y estar con gente que luce como ellos y que van a recibir el apoyo fraternal de la gente que está y les hace sentir bien”, comentó.

El apoyo local no puede faltar, pero también existe el de programas en sus países de origen, como algunos que llegan a aldeas, que consisten en ayuda con útiles escolares, servicios de salud y más.

VOLVIÓ AL PAÍS QUE LE VIO NACER

El Obispo y reverendo Silvestre Romero ha vivido varios años en Estados Unidos, es de origen guatemalteco y ha dedicado su vida al servicio de la sociedad por medio de la iglesia Episcopal, pero regresó Guatemala para una nueva etapa dentro del servicio religioso, mediante el cual espera ayudar a los ciudadanos de la nación que lo vio nacer.

La iglesia en la que sirvió, que se ubica en Salem, Massachusetts, fue relevante para que en las elecciones de noviembre del año pasado ese poblado sometiera a votación la posibilidad de que la comunidad asuma la categoría de “Ciudad Santuario”, es decir colaborarían menos con autoridades federales para la detención de migrantes.

Desde la iglesia Romero se ha involucrado en la ayuda social y apoyo para el migrante, su sensibilidad también está conectado con su pasado, como parte de los guatemaltecos que han viajado a Estados Unidos para alcanzar alguna meta.

Migró en 1986 junto a sus padres, dos hermanas y un hermano a Los Ángeles, California, donde permanecieron por un par de semanas, para luego trasladarse a su destino final, la ciudad de Oakland. Esto porque el padre de Silvestre había migrado para completar sus estudios universitarios.

APOYANDO A LAS PERSONAS CON ORIENTACIÓN

En entrevista para La Hora Voz del Migrante, el religioso explicó que ha desarrollado experiencia en varias áreas, una de esas corresponde a personas que han trabajado en la agricultura y que incluyen un trabajo más involucrado porque no solo se necesita asistencia en cuestiones legales de migración, sino un seguimiento continuo a sus condiciones laborales.

El Obispo reconoce que existe mucha demanda de orientación que es requerida por las personas porque en muchos casos no saben qué pueden hacer.

Los grupos de migrantes en las ciudades siempre necesitan que se les apoye a resolver dudas referentes a su estatus migratorio. Aunque en ocasiones resulta sencillo poder ayudar en otras es más complicado, afirmó el religioso.

SE LOGRA UNIFICAR SIN IMPORTAR NACIONALIDAD

A decir de Romero, la iglesia también ha logrado un papel fundamental porque unifica a personas sin importar la nacionalidad y el factor de la religión es otro aspecto que las personas buscan, porque en sus países así se acostumbraron.

“La iglesia se ha convertido en un sentido de unidad y los unifica por medio de rituales litúrgicos por celebraciones de contexto de su propio país, por ejemplo, una persona mexicana puede buscar a la Virgen de Guadalupe, para una persona guatemalteca va a ser el Cristo Negro de Esquipulas… cada país tiene ciertas conexiones de espiritualidad en la cual, la iglesia ha podido traer unidad y ese es uno de los trabajos que ha podido ofrecer a la comunidad inmigrante”, anotó.

El entrevistado destacó que las iglesias han estado trabajando como uno de los componentes de abogacía para encontrar una solución al problema migratorio en Estados Unidos y por eso es que ha logrado gran impacto.

En el caso de la iglesia Episcopal, se tiene un departamento a nivel nacional que está trabajando con cuestiones de migración, por eso cree que son un espacio en donde las personas se sienten libres y seguras de poder expresarse.


LA CASA DEL MIGRANTE Y SU APORTE A PAÍSES DE RUTA MIGRANTE

En Guatemala, una organización conocida por su labor hacia las personas migrantes es la Casa del Migrante, que da alojamiento y apoyo a quienes retornan al país.

El Presbítero y director de dicha institución, Mauro Verzeletti, refirió que su labor como misioneros de la orden de los Scalabrinianos, inició de menos a más porque se logró construir el Centro de Atención al Migrante y se construyó la Casa del Migrante.

“Siempre hemos tenido una relación con las instancias del Estado para hacer incidencia y en segundo lugar desde nuestro carisma como misioneros de Juan Carlos Scalabriniano, es el tema de las migraciones y justamente nosotros atendemos a los migrantes que necesitan de apoyo, ayuda, orientación y atención psicológica”, expresó.

Verzeletti dijo que se da orientación en materia de derechos humanos y se trabaja con solicitantes de asilo y refugio para la protección internacional, así como con personas retornadas de otros países. Todos los días que hay vuelos procedentes de Estados Unidos siempre se hacen presentes para recibir a quienes regresan al país.

“Nosotros tenemos una red de Casas del Migrante, iniciando desde El Salvador con los misioneros Scalabrinianos, con las hermanas misioneras, en Tapachula, Nuevo Laredo, Ciudad de México, Guadalajara, todos esos lugares son donde está el mayor flujo de migrantes”, indicó.


NUESTRA IGLESIA HA TRATADO DE SER UN PUENTE

Desde Los Ángeles, el Obispo bautista Juan Carlos Méndez explicó que hay varios aspectos con los que ayudan a los migrantes y uno es que a nivel nacional se cuentan con albergues en donde se les da espacio a familias que se queden con sus niños.

“Tenemos familias, que adoptan familias. A nivel nacional también tenemos clínicas móviles que llevamos a áreas en donde los migrantes no tienen acceso a clínicas, entonces ahí llevamos nosotros y también clínicas móviles dentales”, expresó.

Méndez dijo que además entregan donaciones de ropa y los apoyan para que puedan conseguir apartamentos. La idea, asegura, es que la Iglesia pueda ser un puente entre ellos y la comunidad en donde viven.

La respuesta a todo el esfuerzo que hacen siempre ha sido positiva, puesto que los migrantes han expresado que con el apoyo que reciben encuentran un gran alivio y una familia, ya que se encuentran lejos de los suyos.

“Nuestra iglesia ha tratado de ser ese puente que conecta a las personas necesitadas con sus familiares, a veces nos llaman cuando están enfermos y nos dicen quiero comunicarme con un familiar en Guatemala, y nosotros lo hacemos y buscamos localizarlo”, señaló.

“Llevamos muchos años en este condado y prácticamente la gente conoce bastante nuestro historial, nuestro testimonio en la sociedad, no solamente sucede que nosotros pidamos ayuda, nosotros solo hicimos un comunicado de la familia y la misma gente se ofreció a apoyarnos… Nosotros también, cuando hay una necesidad, cuando le pasa algo a alguien, trabajamos por otros”.
ROMUALDO COY –PASTOR IGLESIA MONTE DE LOS OLIVOS-

“Nuestra iglesia se encuentra en un pueblo que es probablemente 70 por ciento latino y el gobierno local es un 90 por ciento anglosajón, entonces hay muy pocos recursos para la comunidad, y hay muchos indocumentados”.
KRISTIN SAYLOR –SAINT PETERS CHURCH-

“Las iglesias son parte del apoyo psicológico que encuentran los migrantes, además de la familiaridad porque los servicios son en su idioma y estar con gente que luce como ellos y que van a recibir el apoyo fraternal de la gente que está y les hace sentir bien”, comentó.
CARLOS RODRÍGUEZ –MIGRANTE-

“La iglesia se ha convertido en un sentido de unidad y los unifica por medio de rituales litúrgicos por celebraciones de contexto de su propio país, por ejemplo, una persona mexicana puede buscar a la Virgen de Guadalupe, para una persona guatemalteca va a ser el Cristo Negro de Esquipulas… cada país tiene ciertas conexiones de espiritualidad en la cual, la iglesia ha podido traer unidad y ese es uno de los trabajos que ha podido ofrecer a la comunidad inmigrante”.
SILVESTRE ROMERO –OBISPO Y REVERENDO-

Artículo anteriorMiguel Pu, el migrante que cumplió sus sueños de actuación
Artículo siguientePríncipe Enrique y su novia saludan a la gente en Inglaterra