POR KIMBERLY LÓPEZ
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El trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en el país, según el comisionado Iván Velásquez, incomoda mucho a distintos sectores, principalmente por las investigaciones que están en curso y que implican a miembros de la clase política y empresarios.

Existe un malestar en ciertas personas, frente a la permanencia y trabajo del jefe de la CICIG, Iván Velásquez, en Guatemala, según dijo el Comisionado durante una entrevista radial en su país natal, Colombia.

Este malestar, incluso, ha sido factor determinante para que terceros pidan su salida del país, agregó.

“Muchos sectores han incidido para pedir mi salida, señalando que mi permanencia es nociva para sus intereses de corrupción”, indicó Velásquez.

Las declaraciones del Comisionado se dan después de que el presidente Jimmy Morales confirmara públicamente su molestia por la estadía de Velásquez en el país y mediante un video difundido en las primeras horas del domingo 27 de agosto, lo declarara persona non grata en el país y pidiera su salida inmediata.

Velásquez permaneció en Guatemala, debido a que la solicitud de Morales fue detenida por una resolución de la Corte de Constitucionalidad de amparos planteados por varios ciudadanos y el Procurador de los Derechos Humanos (PDH). No obstante, el Ejecutivo admitió que aunque el Comisionado no fuera expulsado del país, seguía siendo una persona non grata a ojos del Gobierno.

Asimismo, el Presidente ha reiterado que el mandato que dio vida a la CICIG no está siendo cumplido. Debido a eso, el acuerdo se encuentra en un proceso de evaluación con autoridades de la Cancillería guatemalteca y la Organización de Naciones Unidas (ONU), aunque la titular de la Cancillería ha dicho que no lo cambiarán.

CORRUPCIÓN EN EL PAÍS

Durante el tiempo a cargo de la CICIG, el Comisionado ha apoyado al Ministerio Público (MP) en una serie de investigaciones por redes de corrupción y prácticas ilícitas en el aparato estatal. Estas van desde redes de defraudación hasta indagaciones por financiamiento electoral ilícito.

“Comparando Guatemala y otros países hay semejanza en temas de corrupción judicial, contratos de obra pública, financiamiento electoral”, declaró en la entrevista.

Velásquez también se refirió a la necesidad de que los esfuerzos de la CICIG estén acompañados de la voluntad de lograr avances para combatir la impunidad.

“Un modelo como la CICIG, es saludable para cualquier país que tenga voluntad para combatir la corrupción”, comentó.

 

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