Joseline Ayala
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Al menos cinco diputados del Congreso de la República han incumplido con su trabajo parlamentario al faltar en más de veinte ocasiones a las sesiones plenarias ordinarias realizadas desde enero hasta mayo de este año, cuando el Legislativo realizó 47 sesiones, según un informe requerido a través de la Unidad de Acceso a la Información Pública.

De esa cantidad de sesiones, los diputados Lucrecia Samayoa, integrante de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y representante de Huehuetenango ha faltado al hemiciclo en 26 ocasiones, mientras que la diputada independiente y antes jefa de la bancada desaparecida del Partido Patriota (PP), Stella Alonzo ha incumplido en 23 ocasiones.

A estas le siguen los diputados Julio Juárez, miembro del oficialismo del Frente de Convergencia Nacional (FCN) con 22 faltas y el parlamentario Enrique de León de la Bancada Encuentro por Guatemala (EG) que en 21 ocasiones se ha ausentado.

Por último, la diputada María Eugenia Tabush integrante de la bancada Visión con Valores (ViVa) con 20 ausencias.

Por su parte, los diputados Thelma Ramírez y Edgar Reyes Lee han acumulado un total de 17 faltas mientras que los diputados Jonathan Cardona, Fernando García Gudiel, Ronald Sierra y Gustavo Medrano se han ausentado en 16 ocasiones.

EL diputado Sandino Reyes se ha excusado en 15 sesiones y los diputados Mynor Cappa, Salvador Baldizón y José Martínez Dell en 13.

Faltas comunes

Los diputados que han faltado de 12 a 10 sesiones plenarias, casi un cuarto de las que se realizaron durante el primer periodo ordinario son: Boris España, Tomás Córdova, Juan Manuel Díaz, Rubén Escobar, Javier Hernández, Adim Maldonado, Carlos Martínez Mike Mérida, Napoleón Rojas, Carlos Barreda, Dolores Beltrán, Jairo Flores, José Conrado, Vivian Preciado, Óscar Quintanilla, Dalio Berreondo, Vitelio Lam, Eva Monte, Hernán Morán y Álvaro Velásquez.

El Congreso destinó un total de 31 millones de quetzales en pago de dietas a los diputados este año que también incluye el pago de un bono por asistir a las plenarias, así, cada diputado podría ganar al año hasta 196 mil quetzales en asistencia tanto a las plenarias como su trabajo en las salas de trabajo.

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