Por Douglas Gámez
dgamez@lahora.com.gt

El cierre técnico del relleno sanitario de la zona 3, el más grande de Guatemala, podría transformarse en el largo plazo en un punto de conflicto más entre la ciudadanía y la Municipalidad capitalina, debido a que al igual que los últimos desacuerdos entre autoridades, transportistas o vendedores ambulantes requiere de la restricción de las actividades comerciales de las cuales depende la economía familiar de varias personas.

El Gobierno de Guatemala identificó está situación como un posible detonante de desacuerdos, principalmente entre las personas que laboran dentro del vertedero para la recolección de basura, denominados “guajeros” y autoridades.

“Podría ser la fuente de un conflicto tremendo si no tenemos previsiones”, declaró Rocael Cardona, coordinador de la Comisión Presidencial del Diálogo.

A decir del funcionario se necesita el involucramiento de diferentes actores para generar un plan alternativo de empleos para los recolectores de basura, que también contemple proyectos educativos.

Por su parte el ministro de Ambiente, Sydney Samuels indicó: “no se trata solo de mover el basurero, tenemos que asegurar el tratamiento correcto, lo contrario sería solo trasladar el problema”.

En agosto, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales pidió a la Municipalidad de Guatemala el cese paulatino de operaciones del basurero de la zona 3, en el cual convergen los desechos sólidos de la ciudad y municipios aledaños.

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