POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

La Policía Nacional Civil (PNC) está constituida por 35 mil 235 trabajadores, quienes tienen la obligación de prevenir el delito, prestar seguridad a la ciudadanía e investigar todos los delitos que ocurren en el país. Ejercer una labor de estas, según policías entrevistados, conlleva jornadas extenuantes, abandono de la familia, descuido de la salud y el riesgo latente de perder la vida; sin embargo, a criterio de los agentes y de la sociedad civil, todavía persiste la desvalorización de la labor policial, a pesar de los esfuerzos que requiere. Por ello surge la interrogante: ¿qué sucedería si un día la PNC no sale a las calles de Guatemala?

Los policías entrevistados plantean la interrogante ¿qué pasaría si un día la PNC no saliera a la calle? ¿Qué haría la población? ¿Valoraría nuestro trabajo?, se preguntan.

Según estas personas, es probable que las consecuencias de un día sin policías incidan en más hechos delictivos, como robos, asaltos, delitos contra la vida, extorsiones y secuestros.

Por otro lado, los policías de comisarías e investigadores de diferentes unidades, destacan que para cumplir con su labor deben invertir de su propio salario, pues costean sus insumos: pagan por su teléfono celular para mantener la comunicación y coordinar acciones entre sí, aunado a que cooperan para comprar los repuestos de los vehículos que persisten en mal estado desde la administración anterior, luego del desfalco del militar retirado y el exsubdirector de Apoyo y Logística, Héctor Rodríguez, quien actualmente enfrenta un proceso legal por esas sindicaciones.

A criterio de Verónica Godoy, directora de la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública (Imasp), el planteamiento de un día sin la policía, debería servir como reflexión, pues regularmente la ciudadanía únicamente se enfoca en aspectos negativos, como en los actos de corrupción.

“Solo se habla de policías corruptos, pero no se difunde con la misma magnitud las cosas que se hacen bien. Creo que se debe reflexionar sobre la interrogante de ¿qué pasaría si un día la PNC no sale a las calles?”, refiere Godoy.

De acuerdo con la Inspectoría General (IG) de la PNC, este año han sido detenidos 261 policías: 252 hombres y 9 mujeres, por consumo de bebidas alcohólicas, responsabilidad de conductores, lesiones culposas, evasión culposa, violencia contra la mujer, portación ilegal de arma de fuego, cohecho, incumplimiento de deberes y abuso de autoridad. Eso es el 0.74% de los miembros de la institución.

Por otro lado, la directora de Imasp opina que para contrarrestar la corrupción, que también es un problema innegable, se debe dignificar a la Policía. El anuncio reciente de la entrega de un bono único de Q4 mil a los policías es positivo, pero no atiende los problemas de manera integral.

“El bono es una mejora, pero no resuelve el problema de fondo, porque los policías pasan muchas necesidades, vienen del interior, viven aquí –en la capital– y deben gastar en alimentación. Para atender el problema de raíz se debe mejorar la escala salarial, pero que vaya de la mano de la profesionalización y nivelar salarios. El bono es solo una vez, según entiendo, el dinero les viene bien, pero sería mejor trabajar en aumentos a sus salarios, que quede algo permanente y aparte del dinero se les den algunos incentivos como policías para mejorar su calidad de vida”, opina.

¿QUÉ DICEN LOS POLICÍAS?

*Gabriela es una agente de la Policía Nacional Civil (PNC). Está asignada a la subestación de la colonia El Limón, en la zona 18. Ella es madre de una niña de 8 años y es originaria de Siquinalá, Escuintla.

La policía posee un pénsum cerrado en derecho y se prepara para realizar su examen privado. Tiene 9 años de trabajar en la PNC y relata que ha logrado superar la discriminación, los insultos de los detenidos y en algunas ocasiones el estigma.

La jornada de Gabriela es de 8 horas de descanso por 8 de trabajo, es decir, permanece ligada al trabajo al menos 16 horas diarias y lo hace 11 días consecutivos. Su descanso es de 6 días. Ella está asignada para apoyar el traslado de privados de libertad del Centro de Detención Preventiva para Hombres de la zona 18 a la Torre de Tribunales, además de realizar patrullajes y manejar los vehículos policiales.

“Algunos turnos son complicados, porque se cubren con fusil y esas armas pesan mucho, pero es parte del trabajo y tenemos que hacerlo. Es un trabajo difícil, pero que también deja satisfacciones personales”, relata la entrevistada.

La profesional tiene un salario de Q3 mil 900 más Q700 de un bono que empezó a recibir a partir de julio (Lea el recuadro Salarios de la PNC), pero este monto debe invertirlo en Q360 de pasaje, incluyendo el cobro de peaje; Q3 mil 300 de dos préstamos que adquirió con los bancos del sistema; Q800 para una persona que le cuida a su hija y Q400 de su alimentación mientras está de turno.

“Con los gastos todavía le quedo debiendo a muchos, pero este es el salario que tenemos”, explica.

El caso de Gabriela es similar al del agente *Rodolfo, quien explica que tiene 15 años de ejercer como policía.

El entrevistado explica las dificultades que encuentra para cubrir sus gastos, pues tiene el mismo salario que su compañera y debe pagar Q2 mil 700 de un préstamo propio y de otra persona a quien sirvió de fiador pero no se hizo responsable; asimismo, gasta Q400 en alimentación, le da Q900 a su esposa para cubrir los gastos de sus dos hijos de 10 y 6 años. También viaja a Nuevo Progreso, San Marcos de donde es originario y gasta Q400 al mes (Lea el recuadro ¿Cuáles son los departamentos que aportan más policías?).

En sus días libres, Rodolfo trabaja como taxista y así logra cubrir algunas de sus necesidades básicas. Argumenta que ama su trabajo y que tiene mucho de que enorgullecerse; sin embargo, también lamenta que la población todavía no valore el esfuerzo que realizan, o que estigmaticen a toda una fuerza policial por las personas que han incurrido en actos de corrupción.

De acuerdo con el agente, muchos policías están dispuestos a arriesgar la vida por su compromiso con la ciudadanía, pero esto no se logra percibir en la población. (Lea el recuadro “Mi hermano era un líder”).

“Este trabajo es muy bonito. Algo de lo que yo me siento orgulloso es del rescate de un señor en el año 2005, a quien llevaban secuestrado en su vehículo y nosotros logramos copar a los delincuentes y liberarlo. También en el año 2010 evitamos la violación de una señorita de 15 años en Sololá. Siempre hay personas que agradecen y eso uno lo valora y le motiva a seguir adelante, pero no todas las personas lo hacen, la mayoría solo ve a los malos policías, pero no a los que estamos dispuestos a todo, hasta a arriesgar nuestra vida”, reitera.

“LABOR VALIOSA”

Norma Hasbun, representante de la Oficina de Valor y Servicio de la PNC, quien atiende las necesidades de las viudas de policías y personal discapacitado, considera que la labor de la PNC es “valiosa”, por todos los sacrificios que conlleva.

“Es una labor valiosa, cuando todo el mundo está descansando, ellos están trabajando, en todas las épocas del año: para el 1 de noviembre, para Navidad, para las fiestas”, argumenta.

A criterio de Hasbun, en la institución policial hay personas que buscan dar lo mejor de sí mismos para la ciudadanía.

“Hay personas muy buenas, que vienen de sus casas con valores y principios. Le puedo decir que de los policías que tenemos, un alto porcentaje es bueno, pero por uno –que incurra en corrupción– se señala a todos. Hay más buenos policías que malos”, reiteró.

*Nombres modificados para resguardar la integridad de los entrevistados.


“Mi hermano era un líder”

Roberto Melquisedec Miranda Vásquez, agente de la PNC, murió el pasado 22 de octubre, tras ser herido en un operativo en Las Conchas en la zona 25.

Levi Miranda, hermano del agente, describió a su pariente como un líder en su núcleo familiar y en su trabajo, según él nunca dejó de apoyar económicamente a su progenitora en todo lo que podía, además de ejercer un trabajo “responsable” en la comisaría 12, donde estaba asignado.

Según el deudo, su hermano, además de ser policía, era esposo y padre de tres niñas que tienen entre 5 y 10 años y quienes hoy sufren su ausencia.

Miranda era originario de Jutiapa y tenía 16 años de servicio en la institución policial, según sus familiares.

Este año, han muerto 15 miembros de la PNC en servicio y 52 fuera del mismo.

¿Cuáles son los departamentos que aportan más policías?

Datos oficiales indican que los departamentos que más policías aportan son: Jutiapa, de donde actualmente provienen 5 mil 448 personas; San Marcos, con una población de 4 mil 061; Suchitepéquez, con 2 mil 684; Guatemala, 2 mil 575 y Baja Verapaz, 2 mil 26.

La fuerza policial está constituida por 35 mil 235 personas, de ellas 5 mil 219 son mujeres y 30 mil 16 hombres.

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