POR GRECIA ORTÍZ
gortiz@lahora.com.gt

Ana María Zúñiga, inició hace más de 12 años un proyecto de beneficio dirigido a niños de escasos recursos originarios de Santiago Atitlán, Sololá. Hoy, ese sueño altruista se transformó y se materializo en la organización sin fines de lucro denominada “Manos de Bendición”.

_2Zúñiga llegó a Santiago Atitlán para conocer más de las atracciones turísticas del lago, pero una vez ahí se sintió conmovida por la pobreza en la que viven muchos de sus pobladores, sobre todo niños y niñas, por lo que decidió hacer algo por ellos.

La organización “Manos de Bendición” trabajó varios años bajo el anonimato, y no fue hasta hace poco más de un año, que fue reconocida por dar apoyo a familias en condiciones de pobreza y pobreza extrema del lugar conocido como la Montaña, en Santiago Atitlán, “donde ni las campañas políticas llegan”, explica Zúñiga.

Para llegar y comunicarse con las personas del lugar, la fundadora de la organización se acompaña de un traductor, originario del lugar; su único interés hasta quienes lo necesitan, aseguró.

“En ese lugar he enfocado la ayuda, porque su condición es lamentable, sobretodo en niños, en donde hemos impulsado un programa de becas para que los niños estudien en la comunidad más cercana”, dijo.

El aporte para los estudios de los menores incluye una cantidad de dinero para su calzado, así como para sus útiles escolares como cuadernos, lápices, crayones, y libros. Además, Zúñiga destacó que bimestralmente entregan bolsas que contienen víveres esenciales para la alimentación de toda la familia.

La entrevistada dijo que también ha gestionado, con el apoyo de conocidos, amigos y familiares, otras donaciones como computadoras y enseres.

“Hay empresas que me han ayudado, mis amigos en el extranjero me han apoyado. Este año que pasó conseguí unos juguetes nuevos y eso me alegró mucho. Tengo un grupo de ancianos quienes también viven en pobreza, hay una empresa que me dona una bobina y con eso hago ponchos y se los llevo”, indicó.

También mencionó que decidió que el proyecto no lucrativo se registrara legalmente para lograr obtener más fondos, pues así las donaciones fluyen más rápido.

“Mi intención es ayudar a los niños de Guatemala. Yo amo a mi país como lo hacen todos, de esa manera tal vez puedo erradicar en una parte muy pequeña el nivel de analfabetismo en Guatemala, que es muy grande”, dijo.

Además de apoyar a los menores, Manos de Bendición, también busca generar conciencia ambiental, y por ello se reúnen con los niños de la Montaña en una de las playas del lugar para extraer la basura que llega a ese lado del lago.

“Nuestra misión es apoyar a quienes lo necesitan y hacer conciencia ambiental”, aseveró Zúñiga, quien considera que esta forma es la única para lograr cambios en el país.

“Lo poco que estamos apoyando lo hacemos porque nos gusta, porque nos gusta hacerlo y nos nace, trabaja un traductor, su servidora y Sonia Camey que es la tesorera y mi hija, los demás también van apoyando con lo que pueden. Hay tantas personas endurecidas en su interior, voy a seguir ayudando hasta que los niños salgan de la pobreza”, dijo.

Zúñiga visita Santiago Atitlán cada dos semanas, dependiendo de las donaciones que reciba. “Hay mucha necesidad; quienes han visitado el lugar se han dado cuenta. Si nos uniéramos todos esto cambiaría, de eso debemos darnos cuenta, esta situación es la que nos está afectando tanto”, manifestó.


¿Y CÓMO PUEDE APORTAR?

La fundadora de la asociación “Manos de Bendición”, hace un llamado a quienes deseen sumarse a su proyecto de cambio a que realicen cualquier tipo de donación, ya sea en víveres y de otro tipo que pueden ser útiles para las familias de ese lugar. Si se pregunta ¿Cómo puedo ayudar?, Zúñiga pone a su disposición el teléfono 5401-3239, donde puede solicitar información.

“En ese lugar he enfocado la ayuda, porque su condición es lamentable, sobretodo en niños, en donde hemos impulsado un programa de becas para que los niños estudien en la comunidad más cercana”.
“Mi intención es ayudar a los niños de Guatemala. Yo amo a mi país como lo hacen todos, de esa manera tal vez puedo erradicar en una parte muy pequeña el nivel de analfabetismo en Guatemala, que es muy grande”.
ANA MARÍA ZÚÑIGA

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