POR SAIRA RAMOS
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Información se proporciona a medias

Los fondos rotativos son entregados mensualmente por la Dirección Financiera a los miembros de la Junta Directiva y jefes de bloque del Congreso para sufragar gastos urgentes, de fácil adquisición y de poca cuantía, que por su naturaleza no pueden esperar su trámite normal; sin embargo, esos fondos públicos han sido utilizados por los diputados para cubrir gastos y gustos personales. Solo en los últimos cuatro años, los directivos del Legislativo gastaron Q4 millones 345 mil 755.23 de este rubro, ¿a dónde fueron a parar?

En Guatemala, un ciudadano que trabaja en el sector no agrícola mensualmente gana un salario mínimo de Q2 mil 497.04. Es evidente que con esta cantidad de dinero no podría pagar, de una sola vez y sin adquirir deudas, Q4 mil 398 por un carpaccio en el restaurante Cefalú, un lugar donde los diputados Christian Boussinot Nuila y Julio López Villatoro degustaron de ese platillo en varias ocasiones, mientras ocupaban un cargo en la Junta Directiva.

Un guatemalteco con ese mismo salario tampoco podría cancelar los Q11 mil 638 que justificó, en 2014, el entonces tercer vicepresidente Manuel Barquín al hospedarse en el Hotel La Casona del Lago, o los Q5 mil 865 que pagó el congresista de Quiché, Estuardo Galdámez, a Corporación Galileo, una empresa de fijaciones fe_Infografa-Gastos-directivos-Congresorreteras, de acuerdo con los resultados de búsqueda en el portal de Guatecompras.

Tampoco podría gastar más de Q6 mil en gasolina, como lo reportó Óscar Chinchilla en febrero del 2012, cuando ocupó la segunda vicepresidencia de la Junta Directiva; ni los Q3 mil que pagó en la Pizzería y Restaurante Don Mario el diputado y entonces segundo vicepresidente, Jorge Mario Barrios Falla, según se confirma en el detalle de los fondos rotativos desde el 2012 al 2015.

INFORMACIÓN A MEDIAS

La Hora tuvo conocimiento que los fondos rotativos eran utilizados de forma personal por los diputados para asuntos no siempre relacionados con sus labores en el Congreso, por lo que solicitó a la Unidad de Acceso a la Información de dicha entidad el detalle completo de los mismos; sin embargo, esa dirección únicamente trasladó el total de gastos y no para qué los utilizaron.

Por esa razón, los datos que se exponen en este reportaje corresponden a los publicados en el sitio web del Congreso, en los cuales no están incluidos los gastos de 2012 de Gudy Rivera ni de 2015 de Luis Rabbé, como tampoco los de Arístides Crespo, cuando fungió como vicepresidente.

Al consultar a la Unidad de Acceso a la Información sobre la ausencia de estos datos, sus representantes se comunicaron con la Dirección Financiera, cuyos encargados explicaron que no hay registros porque los aludidos no utilizaron los fondos asignados en los mencionados periodos.

¿POR QUÉ NO HAY DATOS DE RIVERA, CRESPO Y RABBÉ?

La diputada Nineth Montenegro, quien fue segunda vicepresidente de la Junta Directiva dirigida por Gudy Rivera, explicó que los presidentes pueden ejecutar fondos de la caja chica a nombre de la administración, por lo que sus gastos no quedan consignados en la Dirección Financiera, aunque sí los utilizaron.

“Muchos presidentes, incluso Rabbé, dicen que no los usan, pero su caja chica la manejan a través de la administración, entonces no aparece a su nombre y ahí se pierde. Es decir, sí los usan, pero bajo otra modalidad”, indicó.

¿CÓMO SE GASTARON Q4.3 MILLONES LOS DIPUTADOS?

Durante la presidencia del diputado Luis Rabbé Tejada, en 2015, el tercer secretario Manuel García Chutá, fue quien más dinero utilizó de los fondos rotativos. Según los datos oficiales, el Patriota utilizó Q179 mil 989.90. A este funcionario le siguió de cerca Carlos López con Q179 mil 712.66.

Las adquisiciones más costosas que hizo el congresista fueron en el Hotel Posada de Don Rodrigo en Panajachel, donde gastó Q11 mil 754. Además, pagó Q11 mil 018 al particular Gumercindo Xaper por un concepto que no detalla la Dirección Financiera en su informe. En el restaurante Hacienda Real se registran gastos por Q10 mil 790.

En el 2014, durante la presidencia del diputado Arístides Crespo Villegas, el tercer vicepresidente Manuel Barquín Durán, junto al primer secretario, Amílcar Castillo Roca, y la tercera secretaria, Ana Regina Guzmán, gastaron cada uno Q180 mil de los fondos rotativos.

Los datos del Congreso detallan que de estos fondos Barquín Durán pagó Q15 mil 052 en Los Cebollines; Q7 mil 460 en La Estancia; Q5 mil 755 en Hotel PanAmerican; Q18 mil 010 en el Hotel Palacio Maya, y Q11 mil 638 en Hotel La Casona del Lago

Durante la gestión de Pedro Muadi Menéndez, Barquín Durán siguió encabezando el mayor gasto de los fondos rotativos con Q179 mil 984.05 utilizados. Le siguió el Patriota Marco Orozco con Q179 mil 984.05 y Christian Boussinot Nuila con Q179 mil 954.

Según la información, los gastos de Boussinot Nuila como segundo vicepresidente fueron de Q18 mil 114 en Estación Marte; Q18 mil 112 en el Restaurante La Marea; Q9 mil 900 en Cefalú, y Q3 mil 877 en Diseños y Expresiones Digitales S.A.

Durante la presidencia del diputado Gudy Rivera, Barquín Durán, como quinto secretario, gastó Q180 mil. Le siguió nuevamente Boussinot Nuila con Q179 mil 802 y el entonces Patriota Estuardo Galdámez con Q165 mil.

Los gastos más altos reportados por Galdámez se hicieron en Corporación Galileo S.A., por Q28 mil 265; en Empresa Fuentes de Santo Tomás S.A., por Q5 mil 432; en Comedor Doña Tita, por Q4 mil 700; y en Restaurante El Adobe por Q3 mil 943.

DESORDEN INTERNO

El analista político Álvaro Pop considera “inmoral” que los diputados utilicen dinero del Congreso en cuestiones que no tienen que ver con su trabajo. “La valoración del buen uso o no de esos fondos va a depender de los resultados, y creo que lo que debemos hacer los miembros de la sociedad civil y los medios de comunicación es ver si los congresistas están produciendo tanto como están gastando”, dijo.

Para Pop es necesaria una auditoría social que dé seguimiento al manejo de fondos por parte de los diputados. “Hay una excelente administración del dinero en el Congreso, pero ésta es en beneficio de algunas personas y de ciertos procesos. Es decir, ellos saben lo que están haciendo; los administradores, el personal del Legislativo podría sacar maestrías en el manejo irregular de los recursos”, aseguró.

Por ello, el experto cree que es urgente hacer una depuración del personal del Congreso que puede prestarse a este tipo de eventos, para que de esta forma se logren ejecutar de forma efectiva los recursos del Estado. “Debemos exigir a los diputados que transparenten sus gastos, pero esto requiere de una evolución en la sociedad, porque si no hay un ejercicio de fiscalización de la ciudadanía, no hay ley que detenga a los corruptos”, explicó.

Renzo Rosal, también experto en política, señaló que, pese a los vientos de cambio en el Congreso, hay prácticas incorrectas que se continúan repitiendo, por lo que considera que además de los cambios a la Ley Orgánica de dicha entidad, se deben implementar medidas internas concretas que reduzcan drásticamente los fondos de “caja chica” a los que tienen acceso los diputados.

“Los diputados de primer nivel, es decir, los que están en el primer círculo de influencia, gozan de numerosos incentivos, beneficios y privilegios, que yo creo que eliminarlos completamente no va a ser factible en el mediano plazo; pero, por lo menos, creo que lo que corresponde es que haya una reducción sensible de los mismos”, indicó.

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