POR MARIELA CASTAÑÓN
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El motín que provocó la muerte de ocho reos en la cárcel de Puerto Barrios en Izabal, el pasado 31 de diciembre de 2015, se habría originado por la rivalidad de los negocios que poseen los propios privados de libertad, según un informe de la Unidad de Análisis del Sistema Penitenciario (SP).
De acuerdo con los datos oficiales, uno de los reos con mayor liderazgo, antes del hecho de violencia, era el capitán Francisco Arana Barrera, sindicado de ser el líder intelectual del robo millonario en el Aeropuerto Internacional La Aurora.
En tanto, según las pesquisas, los disturbios estarían vinculados por la pugna de los negocios que poseían los detenidos en el interior de esa prisión y por el traslado de un reo.
Sin embargo, el viceministro de Seguridad, Elmer Sosa, dijo recientemente que existen varias hipótesis sobre cómo se originó el incidente, el cual estaría relacionado a un posible plan de fuga frustrado que provocó agresiones entre los privados de libertad.
LOS NEGOCIOS
En las diferentes prisiones del país no existen fuentes de empleo. Los negocios que funcionan en el interior de los centros carcelarios pertenecen a los propios detenidos, estos van desde el alquiler de sillas y mesas plásticas, ventas de alimentos y hasta distribución de drogas, entre otros.
Según un estudio del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), un 90 por ciento de las actividades remuneradas son trabajos a iniciativa personal del recluso y únicamente un 10 por ciento son trabajos impulsados por el SP y empresas privadas.
Por otro lado, los reclusos conservan su remuneración o ganancia, lo cual le permite cubrir sus gastos personales, “sin embargo, mantener ese dinero en la cárcel no es ideal, ya que esto incentiva la corrupción y el pago de favores. También puede causar problemas cuando se efectúan requisas, ya que el dinero es incautado si no se logra probar que viene de una actividad comercial registrada y aprobada por el SP”, refería un estudio de esta institución.
LAS MUERTES
Las muertes ocurridas en la cárcel de Puerto Barrios, se suman a otras en diferentes centros carcelarios; en total el Ministerio de Gobernación (Mingob) cuantificó 29 decesos por violencia en 2015.
Algunos de los sucesos más relevantes ocurrieron el pasado 29 de noviembre, cuando murieron 16 privados de libertad en la Granja Penal Canadá, mientras que el 26 de agosto fallecieron siete detenidos en la cárcel El Boquerón, éstos últimos tenían bolsas de plástico en la cabeza, golpes y posibles señales de violencia sexual.
