POR MANUEL RODRÍGUEZ
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A seis meses de la desarticulación de la red de defraudación aduanera denominada “La Línea”, los sobornos para dejar pasar mercancías a importadores, la discrecionalidad de empleados de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y el desvío de recursos persisten en las principales aduanas del país, pues la forma de operar de la estructura desmantelada era solo una de tantas que otras mafias tienen de actuar en torno a la corrupción, según expertos consultados.
Los expertos creen que la penetración de la corrupción en las aduanas es tal, que el problema aún está lejos de ser erradicado, y cuestionan la incapacidad de la SAT para elevar la recaudación tributaria.
Tras el cese de las operaciones de La Línea, que según el Ministerio Público (MP) se apropiaba del 60 por ciento de los impuestos por importación en las aduanas, se esperaba que los números de la recaudación subieran; sin embargo, las cifras de la SAT indican lo contrario.
RECAUDACIÓN CAYÓ DESPUÉS DE LA “LÍNEA”
De acuerdo con información de la SAT, los resultados de la recaudación de impuestos sobre el comercio exterior, de mayo a octubre de este año, muestran que los ingresos alcanzaron un total de Q7 mil 893 millones; es decir, Q1 mil 662 millones menos de la meta prevista para dicho período, fijada en Q9.55 millardos.
Mientras que la meta prevista en las aduanas por impuestos al comercio exterior, al 31 de abril pasado, era de Q5 mil 512.8 millones, para esa fecha se reportó una brecha negativa de Q826.5 millones y una reducción de Q292.2 millones menos, en comparación al mismo período de 2014.
Según las cifras reportadas, en Puerto Quetzal los ingresos desde abril pasado son 16.2 por ciento más bajos que en el mismo período de 2014. Los datos revelan que este año se han recaudado Q399.06 millones, mientras que el año pasado fueron Q476.16 millones.
En Puerto Santo Tomás de Castilla, a partir de abril de este año, se recaudó Q195.74 millones, una cifra 15 por ciento más baja que los Q232.51 millones del mismo plazo de 2014. Mientras que, de enero a abril de 2015, se captaron Q563.80 millones, 31.8 por ciento menos que los Q827.19 millones del mismo período del año pasado.
En contraste, en la Aduana Central, tras el cuarto mes, la caída fue de tan solo 0.4 por ciento, al recaudar Q150.05 millones, un poco menos de los Q150.66 millones de 2014. La cifra acumulada en esta aduana es de Q476.59 millones, 23.4 por ciento menos en relación a los Q621.94 millones del ejercicio fiscal 2014.
EL AGUJERO FISCAL AUMENTA EN 46%
Los datos indican que la recaudación fiscal presenta una caída del 3.9 por ciento. De acuerdo con la SAT, Q1 mil 459.9 millones de la brecha fiscal acumulada, de enero a septiembre último, corresponden a los impuestos que se han dejado de captar por el IVA de las importaciones y Derechos Arancelarios a la Importación (DAI). La citada cifra representa el 46 por ciento de la brecha fiscal, estimada en Q3 mil 135.1 millones.
El Ministerio de Finanzas aún no ha recortado la meta de los Q54 mil 701.1 millones, sin embargo, fuentes gubernamentales aseguran que los técnicos de esa cartera estiman la brecha en Q4.7 millardos en diciembre próximo, lo cual ha repercutido en el resto del año en recortes al gasto público, altos niveles de endeudamiento para sobrellevar las obligaciones estatales y calificaciones negativas a nivel internacional.
Antes de su captura, el extitular de la SAT, Omar Franco, atribuía este comportamiento a la caída registrada en los precios internacionales del petróleo y a la apreciación del tipo de cambio; sin embargo, el argumento perdió validez cuando el MP y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala revelaron que “una sola persona (de La Línea) pudo obtener Q2.3 millones en dos semanas” como producto del desvío de fondos, y que la red criminal percibió Q28 millones por concepto de sobornos entre mayo 2014 y abril de este año.
La última aprehensión relacionada a esta red es la de Claudia Méndez Asencio, exintendente de Aduanas, nombrada por Carlos Muñoz, antecesor de Franco, quien también enfrenta proceso por su vinculación a la organización criminal. Por el caso, están detenidas hasta el momento otras 40 personas, entre ellas el expresidente Otto Pérez Molina y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, presuntos líderes de La Línea.
GOLPE A LA MORAL TRIBUTARIA
Para el analista económico independiente, Carlos Martínez, la desestructuración de La Línea no tuvo un impacto fuerte en la recaudación porque solo se desarticuló la red oficial, pero en esencia, la misma siguió funcionando con un carácter privado.
“Lo que sucedió a partir del gobierno del Partido Patriota es que la red fue adoptada como política de Gobierno y anuló la estructura privada que existía en la medida de lo posible. Además, decayó la moral tributaria en otros ámbitos y finalmente resultó en el deterioro no solo de la institucionalidad sino de la moral de los contribuyentes y la recaudación como tal. Por eso es que la brecha fiscal sigue aumentando a menos de dos meses de que finalice el presente año”, lamenta Martínez.
Lo dicho explicaría por qué la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) cayó de Q6 mil 187.2 millones a Q5 mil 998.2 millones durante los últimos seis meses del año. La cifra es Q189 millones inferior a la del mismo período de 2014 y Q171 millones menor a la prevista por las autoridades.
Se atacó una de las redes de defraudación aduanera y a la fecha, solo se ha perseguido a los miembros de lo que se llama La Línea 1, faltando todavía persecución penal de La Línea 2, constituida por los importadores privados que se aprovechaban de la estructura.
DISCRECIONALIDAD CRÓNICA
A consideración del economista Abelardo Medina, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, existen tres factores que afectaron la recaudación de aduanas: la reducción de los precios internacionales de los combustibles con respecto al año pasado; la apreciación del tipo de cambio internacional, el cual ha disminuido en relación al 2014, y la discrecionalidad que persiste en los procesos administrativos a través de los técnicos o vistas.
“La diferencia es que con La Línea, se sistematizó el cobro de estas negociaciones. Antes las personas operaban de forma desordenada y no había un cabecilla como tal. Lo que se dio con La Línea fue el ordenamiento de la corrupción, a pesar de la aparente rigurosidad en los trámites aduaneros”, indica el experto.
Por eso, la implementación de la tecnología en las aduanases es imprescindible para reducir la discrecionalidad de los vistas, afirmó.
ADEMÁS, CORRUPCIÓN SIN FRENO
La forma de operar de la estructura desmantelada era solo una de las tantas formas en que opera la corrupción en aduanas, opinó Carolina Castellanos, consultora de comercio exterior, quien subraya que su testimonio está basado en conversaciones con varios empresarios.
“El importador y exportador debe afrontar en la aduana el cuestionamiento del valor de las mercaderías, la aplicación de los Tratados de Libre Comercio o las partidas arancelarias, donde el vista de aduanas se inventa precios internacionales, exige papeles o le quiere cobrar una partida arancelaria más alta, con el fin de ver como retrasan las cosas para luego proponer como arreglarlas”, explica Castellanos.
Otro de los inconvenientes, según la aludida, es que hay múltiples tipos de aranceles para productos similares, lo que da lugar a negociaciones entre empleados públicos y empresarios para hacer pasar un producto por otro y así pagar menos impuestos.
“Dos importadores me comentaron que en alguna ocasión, al ir a las aduanas fronterizas por sus productos, les ofrecieron un pago para acelerar el trámite o pagar menos. Aclararon que nunca se prestaron al acto corrupto, pero en su caso el tiempo no corre en su contra por no trabajar productos perecederos”, puntualiza.
DE MORENO, “LA COFRADÍA” Y A “LA LÍNEA”
El agujero en el bolsillo de la SAT en las aduanas tenía un nombre, según la investigación de la CICIG: La Línea.
El comisionado Iván Velásquez, lo explicó así durante su conferencia de prensa del 16 de abril pasado. La estructura externa de La Línea ejercía tal grado de control sobre la SAT que implementó un procedimiento paralelo de “ajuste”, dándole una impresión de legalidad.
Pero para Javier Monterroso, experto en temas de seguridad y justicia, una estructura de este tipo, no aparece en el vacío. Explica que algunas de las escuchas telefónicas presentadas por el MP dan cuenta, en discusiones entre tramitadores y miembros de la red, que el sistema de cobros no es nuevo. Pero que ha llegado a nuevos extremos con la estructura de La Línea y tampoco excluye a viejos conocidos.
Entre ellos están Francisco Javier Ortiz Arreaga, quien desde el Caso Moreno tiene por seudónimo Teniente Jerez.
“La misma red Moreno no se terminó de desarticular porque siempre se habló que había personas arriba de Moreno como exmilitares y que nunca fueron perseguidos penalmente. La conexión con Ortiz tampoco es casual y entronca con la larga tradición del control de aduanas de redes criminales ligadas a militares, en particular a oficiales de inteligencia con las estructuras denominadas La Cofradía y El Sindicato. Siguiendo este planteamiento de prácticas ilegales, La Línea constituiría la penúltima reencarnación de redes de este tipo”, expone el exasesor del MP.
Cuestionado acerca de los pocos avances en la investigación de la Fiscalía anterior
para desbaratar La Línea, Monterroso asegura que se intentó a través de la Comisión Nacional para la Prevención y Combate de la Defraudación Aduanera y el Contrabando (Conacon), “entrarle al tema”.
Sin embargo, quien presidía la Comisión era precisamente la exvicepresidenta Roxana Baldetti y la que coordinaba la Secretaría Técnica era quien después fue nombrada como superintendente de Aduanas, Claudia Méndez.
“Entonces, era evidente que la institucionalidad dedicada a combatir el contrabando nunca iba a funcionar”, lamenta.
REVERTIR LA SITUACIÓN
El superintendente interino de la SAT, Francisco Rivera, informa que aún se mantiene en evaluación el monto que el fisco ha dejado de percibir por la defraudación aduanera.
Rivera agrega que se lleva a cabo la implementación de acciones para revertir la tendencia en la captación de tributos y la más reciente fue haber dado la facultad a la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ) la calidad de Depósito Aduanero Temporal, modelo que se replicará en el Puerto Santo Tomás de Castilla en Izabal.
Asimismo, considera que hacen falta dos cosas para concluir con la modernización tecnológica de las aduanas: voluntad política de las autoridades y reformar la Ley de Contrataciones del Estado y la Ley de Actualización Tributaria.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Dorval Carías, dice que hace algunos meses se cerraron puertas de salida que estaban subarrendadas en algunos puestos fronterizos ya que se tenía información, no oficial, de que por ellas salían contenedores sin pasar por aduanas y ese proceso continuará.
“El flujograma para despachar contenedores en Puerto Quetzal por ejemplo, también está diseñado para que haya discrecionalidad. Para evitar que se repitan casos como el de La Línea es necesario redefinir procesos”, resalta el titular de la cartera financiera.
Recientemente la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies) presentó el estudio sobre Contrabando y defraudación aduanera en Centroamérica, el cual pone de manifiesto que debido a la falta de información y datos vinculados con las autoridades públicas y los sectores económicos afectados, no existen los mecanismos para erradicar estas prácticas ilegales.
Según Asies, los cálculos realizados para Guatemala en 2013 y 2014 dan cuenta que el volumen ilícito en la región podría ubicarse entre el 3.4 y 4.0% de su Producto Interno Bruto (PIB), lo que representa US $5 mil 880 millones, unos Q45 mil 276 millones.
“Mientras se tenga un sistema que depende de una persona que tiene que juzgar y para eso tiene criterios muy amplios, siempre habrá oportunismo, discrecionalidad y corrupción”, añadió el funcionario.