POR MANUEL RODRÍGUEZ
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Las circunstancias en que se firmó el pacto colectivo vigente entre el Ministerio de Educación y el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) en 2012, genera suspicacias en otros grupos como el Sindicato Autónomo Magisterial Guatemalteco (Samgua), que además de no estar representado en ese acuerdo, reclama que el mismo se negoció con beneplácito condescendiente hacia el sindicato de Joviel Acevedo, sin tomar en cuenta la disponibilidad financiera del Estado.

Héctor Herrera, secretario de organización de Samgua, explicó que hace tres años el convenio entre el sindicato mayoritario de Educación y la cartera fue poco conocido y firmado sin hacerlo público “para que ningún sindicato pudiera presentar otro acuerdo donde se establecieran mejoras no sólo a las condiciones laborales sino a la infraestructura y la calidad en los centros educativos del país”.

Asimismo, el sindicalista expuso que en lugar de hablar de una conquista, el Pacto Colectivo suscrito con el STEG de Joviel Acevedo, ha significado desde 2012 un impacto desgastante para el erario nacional, ya que el Estado siempre se vio en aprietos para tener el suficiente bolsón para cumplir con este compromiso con el grupo de trabajadores cuyos cuadros dirigenciales se acomodaron “chantajeando” a la administración pública.

A inicios de 2012 se firmó un pacto colectivo de trabajo que fue homologado por el Ministerio de Trabajo en febrero del 2013, entre el Mineduc y el STEG. El pacto colectivo anterior era del 2008. En el actual convenio, entre otras cosas, se establece un aumento salarial del 30% en forma escalonada de 2013 a 2015. Para el 2013 se concedió un reajuste de 8%, un 10% para el 2014 y 12% para este año.

Según fuentes oficiales, el Mineduc el primer año erogó Q300 millones adicionales, en 2014 fueron Q800 millones adicionales y en el presente ejercicio fiscal se pagarán Q1 mil millones en beneficios económicos para los 180 mil docentes afiliados al STEG a nivel nacional, de los Q12 mil millones que se le asignaron como presupuesto anual a la cartera.

Mientras tanto, existe el riesgo que algunos proyectos educativos queden sin vigencia en los cinco meses que quedan del actual gobierno, pues según un informe de la Asociación de Estudios de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), el Mineduc actualmente invierte solo el 1 por ciento de su presupuesto, es decir, solo Q122 millones para el remozamiento, construcción de escuelas y otros programas.

Todo lo anterior ocurre en un momento en el que el país atraviesa crisis por una baja recaudación de impuestos que implica un déficit de Q2 mil 816.6 millones hasta mayo pasado, mientras la deuda del Estado aumentó a Q124.140 millardos y los resultados de los alumnos en las áreas de lectura y matemática, son preocupantes para algunos expertos en la materia.

“Este famoso pacto colectivo se convirtió en una pistola en la cabeza del Estado que no le permitió buscar prioridades en su gasto e inversión. Es el momento de aprovechar la coyuntura de las propuestas a las reformas y también se le dé importancia a la Ley de Servicio Civil, a la reclasificación de puestos y salarios para que el sindicalismo sea visto como un aliado del Estado para facilitar el servicio y no como parásitos al servicio del mejor postor”, acotó Herrera.

 

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