POR MANUEL RODRÍGUEZ
mrodriguez@lahora.com.gt

Esta madrugada, delegados de la Unidad de Supervisión Hospitalaria de la Procuraduría de los Derechos Humanos realizaron un monitoreo en la Emergencia del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social de la zona 9, donde constataron que el colapso de los servicios y la mala atención a los pacientes en esta área continúan un año después de la última inspección, situación provocada por el déficit de personal e infraestructura que persiste en la institución en perjuicio de sus afiliados.

Zulma Calderón, jefa de dicha Unidad de la PDH, detalló que la saturación de pacientes en la Emergencia provocó que cada uno esperara de tres hasta nueve horas para ser atendido, otros recibieran asistencia médica o transfusiones y sueros en las sillas de la sala de espera en el mejor de los casos; unas en el piso o de pie, ante la falta de camas libres.

Asimismo, denunció que la farmacia del IGSS no se encontraba abierta al momento de la revisión, por lo que algunos pacientes, que con suerte fueron diagnosticados esta mañana, dijeron que regresarían para cambiar las recetas por medicamentos, mientras el resto los adquirirá en otros establecimientos a precios altos por la dificultad que representa trasladarse hacia este centro asistencial, especialmente para aquellos que provienen del interior del país o que dejan solos a sus hijos en sus hogares.

“El personal que se queda para atender en la noche/madrugada es insuficiente para la gran cantidad de personas que llegan a este hospital. Se constató que solo se queda una secretaria, quien verifica si el paciente tiene afiliación al IGSS, tres personas para el mantenimiento y limpieza de todo el Hospital, dos médicos para medicina general, dos para cirugías y un especialista para intensivo”, criticó la doctora.

De igual modo, Calderón explicó que el único elevador en el nosocomio no funciona y que en otras áreas, como la Pediatría por ejemplo, los menores de edad tienen que sufrir los malos olores que se ventilan debido al inadecuado mantenimiento de las instalaciones.

“Era incómodo soportar el mal olor, tanto para los niños como para los adultos y esto no tiene que estar pasando porque las enfermedades del hospital se encuentran en áreas poco higiénicas. Todo esto es muestra que el paciente del IGSS sigue recibiendo un trato inhumano debido a la saturación en la carga de trabajo aunado a la deficiencia en la calidad de la atención por la gran cantidad de afiliados que asiste a este hospital”, lamentó la entrevistada.

INFRAESTRUCTURA

_Nac3_1bPor último, la titular de la Unidad de Supervisión Hospitalaria de la PDH reprochó que la infraestructura del Seguro Social no haya aumentado en los últimos años, al mismo ritmo del número de afiliados, pese a que según fuentes oficiales, el IGSS cuenta con un portafolio de inversiones de Q19.7 millardos e ingresos anuales por Q5.8 millardos.

Además, la tasa de interés que recibe el Seguro Social por sus inversiones es la más alta del mercado y los ingresos por intereses aumentaron hasta Q1.615 millardos en 2014.

El total acumulado de afiliados al IGSS a julio del presente año es de un millón 263 mil 745, un aumento del 2.14 por ciento en comparación con el millón 237 mil 262 de “beneficiarios” registrados en 2014.

“Esperemos que la nueva Junta Directiva tenga la capacidad y esté a la altura para poder solucionar esta crisis que vive el IGSS. Esto debe ser corregido también por el Ministerio de Salud como rector de este derecho en el país, con cambios de fondo para que el IGSS sea reestructurado”, puntualizó la galena.

Artículo anteriorMujeres y niñas indígenas siguen en desventaja
Artículo siguienteMedallista panamericano y migrante: “Pasé en la frontera, dormido bajo un sillón”