POR ACISCLO URÍZAR
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El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) presentó las estadísticas de la situación sobre violencia y derechos humanos concerniente a los meses de enero a octubre de 2014, periodo en el cual se ha corroborado que el escenario nacional en materia de violencia no ha cambiado significativamente tal como lo han hecho creer las actuales autoridades de gobierno.
Aunque existe un leve descenso porcentual en los hechos de violencia registrados hacia hombres en el presente año con relación al anterior, preocupa el repunte de crímenes en contra de mujeres y niños y la saña con la que los malhechores perpetran los asesinatos.
Mario Polanco, director del GAM, dio a conocer que de enero a octubre de 2014 la cantidad de homicidios reporta la nefasta cifra de 4,895 víctimas y, al comparar estos datos con los del año anterior representa un 4.8% menos de asesinatos, pero con casi dos meses para que finalice el año, se teme que las estadísticas igualen a las registradas en 2013.
Preocupa el repunte de violencia contra las mujeres, grupo que en el presente año ha sido el blanco de los homicidas.
Polanco atribuye este fenómeno a la vinculación que existe de mujeres con pandillas o grupos del crimen organizado, aunque están otras razones por las cuales las féminas enfrentan esta lamentable situación.
Las causas de la violencia contra la mujer son diversas, según el representante del GAM. Una de las principales la constituye la relación de mujeres con el crimen organizado, cuando estas tienen pruebas que puedan implicar a criminales, estos reaccionan violentamente contra ellas al punto de eliminarlas físicamente.
La geografía de la violencia sigue situando a la zona 18 capitalina como territorio rojo. El arma de fuego junto con el arma blanca son las predilectas de los criminales para ejecutar sus crímenes.
El GAM recomienda a las autoridades establecer “planes sorpresivos” en zonas rojas que puedan redundar en capturas y desmantelamiento de bandas criminales. Además de recuperar con urgencia el control de los diferentes centros de reclusión donde se dirigen los atentados contra la población.