POR CLAUDIA PALACIOS
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El juicio inicio en la Sala de Audiencias de la Corte Suprema de Justicia ante la presencia de decenas de personas entre las que se encontraban familiares de las víctimas y miembros de movimientos civiles y organizaciones Internacionales. También se hizo presente el embajador de España en Guatemala, Manuel Lejarreta.
A las nueve y media de la mañana, la jueza titular del Tribunal, Janet Valdés, declaró oficialmente abierto el debate para que el Ministerio Público y la defensa presentaran sus alegatos iniciales.
Pedro García Arredondo, exjefe del Comando 6 de la Policía Nacional, enfrenta tres acusaciones por hechos ocurridos en 1980, durante el Conflicto Armado Interno. Según el Ministerio Público, la Embajada de España fue ocupada de forma pacífica por varios ciudadanos y ciudadanas para denunciar las violaciones a sus derechos humanos cometidas por el Ejército Nacional.
En el alegato la fiscal dijo que el acusado “Impidió la salida de los ocupantes de la Embajada de España (…); impidió cualquier comunicación y negociación pacífica; violó la inmunidad diplomática de la Embajada (…); ordenó que agentes policiales a su mando destruyeran ventanas y puertas con la única intención de darle muerte a los que se encontraban allí por considerarlos enemigos internos y (…) obstaculizó el ingreso de la Cruz Roja y bomberos para que auxiliaran a quienes se encontraban dentro”.
A García Arredondo también se le vincula a un supuesto intento de asesinato del entonces embajador de España, Máximo Cajal, y el asesinato de dos estudiantes durante un operativo de represión contra el cortejo fúnebre que acompañaba a los familiares de las víctimas de la Embajada.
Por su parte, la parte defensora declaró la inocencia del acusado, ya que según dijo, el Ministerio Público no tiene pruebas que puedan justificar la acusación y desestimó la declaración de los testigos propuestos por la fiscalía. El abogado Moisés Galindo pidió que el Tribunal se inhibiera del caso y que se aplicara el decreto 8-86, que otorga amnistía por los crímenes ocurridos durante el conflicto armado interno, pero ambas solicitudes fueron rechazadas.
Pedro Arredondo tuvo la oportunidad de declarar, pero prefirió abstenerse
Antes del cierre de esta nota, Rigoberta Menchú, quien perdió a su padre y a un primo durante los hechos referidos, declaró ante el Tribunal que su progenitor era un campesino trabajador dedicado a la agricultura y que la guerra había acabado con su familia. “Este caso es una memoria histórica”, aseguró.
La Fundación Rigoberta Menchú realizó actos conmemorativos antes del inicio del juicio en memoria de las víctimas por las que pidieron justicia.