POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

Este mediodía, las familias que se alojaron en dicho asentamiento, decidieron sacar sus pertenencias por voluntad propia, debido a que temían un desalojo violento.

Aunque inicialmente los afectados manifestaron oposición, argumentando que hacía falta resolver tres acciones legales interpuestas, cambiaron de actitud al observar al fuerte despliegue policial a cargo del desalojo.


800 AGENTES
Jorge Aldana, director adjunto de la Policía Nacional Civil (PNC), dijo que unos 800 policías se desplegaron para apoyar la diligencia, requerida por juez competente.

El jefe policial advirtió que si persistía la negativa de la población para desocupar el espacio, tendrían que utilizar la fuerza.

En tanto, el juez Décimo del Ramo Penal, José Luis Patán, refirió que ya no podían esperar más tiempo, esto en referencia a la suspensión de la diligencia, el pasado 25 de junio.

“Ya les dimos 15 días o un mes, ahora no queda nada pendiente –que resolver legalmente–. Se terminó el plazo”, explicó el entrevistado.

El funcionario reiteró que el terreno pertenece al Estado en usufructo al Instituto Nacional de Electrificación (INDE).

TENSIÓN
Esta mañana la tensión se generó en el asentamiento ocupado por más de 150 familias que argumentaban que no desalojarían el lugar.

Claudia López, una de las residentes, dijo sentirse preocupada por la situación y sostuvo que pondrían resistencia para evitar ser desocupados del área.

“Tenemos jóvenes, niños y adultos mayores. ¿A dónde nos vamos a ir? ¿Por qué quieren dejarnos en la calle? El juez no quiere que lleguemos a audiencia, queremos que respete la audiencia que él mismo nos dio”, dijo la entrevistada.

De acuerdo con López, el próximo 12 de agosto tenían prevista una audiencia para llegar a un acuerdo en el tema.

Por otro lado, algunas familias prefirieron salir del lugar, incluso, antes de que llegaran los antimotines, pues temían que las autoridades dañaran la integridad física de sus hijos.

Otros entrevistados expresaron que desde ayer empezaron a buscar un lugar donde vivir, pero no encontraron un cuarto de alquiler a precio cómodo.

“No tengo dónde vivir, ni tampoco dinero para pagar un cuarto. Ayer fui a buscar uno, pero no encontré nada”, agregó una de las mujeres afectadas, quien dijo ser madre soltera y con cuatro niños.

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