El Tribunal de Mayor Riesgo B continúo este lunes 2 de septiembre con el juicio en contra de cinco implicados en el caso TCQ, a quienes el Ministerio Público (MP) acusa de supuestamente haber realizado una serie de argucias para que en forma anómala la empresa APM Terminals, tuviera en concesión el territorio de Puerto Quetzal, Escuintla.
A diferencia de otros juzgados, lo que comenzó como un ofrecimiento humanitario, ahora es la amenidad de las audiencias del caso.
Desde hace varias semanas, dadas las condiciones del clima, el tribunal ofreció la posibilidad de un vaso con café a todos los presentes en la sala para sobrellevar el tiempo y continuar sin ningún tipo de contratiempo el desarrollo del juicio.
No obstante, para esta fecha, lejano a aquel ofrecimiento, ahora el juicio se realiza en medio del aroma de café recién hecho en una máquina aparentemente nueva y con una champurrada.
Por razones desconocidas el Tribunal autorizó el uso de cafetera, que según fuentes allegadas al proceso, fue un ofrecimiento de los acusados.
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La propuesta fue entregar una cafetera para que los días en que se realice la audiencia, todos los presentes, sindicados, abogados, fiscales, peritos, testigos, público presente, puedan tener una taza de café recién hecho.
La cafetera, que se observa de reciente adquisición, prepara el café en el interior de la sede del tribunal y cuando está listo es llevado a la sala de audiencias donde los interesados pueden tomar un vaso y servirse cuando estos desean.
LOS IMPUTADOS
Los acusados en este caso son Gustavo Martínez, exsecretario privado de la presidencia con Otto Pérez; por asociación ilícita, cohecho pasivo y fraude; Lázaro Reyes y Julio Nolberto Esquivel Orellana, por enriquecimiento ilícito; Mario Ruano San José, por tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito y el exmagistrado Douglas Charchal por asociación ilícita y tráfico de influencias.
PERSONAL AL SERVICIO
En casos donde el interesado en la bebida no pueda levantarse, es el propio personal del tribunal quien facilita la entrega de los vasos servidos llevándolos hasta el lugar donde estos se encuentren.
Sin tomar en cuenta que es el propio personal el encargado de preparar el café en la cafetera y trasladar el aparato para que esté a la disponibilidad de los presentes.
CAFÉ NO ES LO MISMO SIN CHAMPURRADA
A diferencia de aquel lejano ofrecimiento, a la par de la cafetera luce una bandeja con champurradas, pero no aquellas que se compran en la panadería de la esquina, sino aquellas que vienen empaquetadas de panaderías con algún tipo de renombre.
Se desconoce quién es el alma de buen corazón que ofreció traer el pan para remojar en el café y así no perder detalle del juicio, pero aquellos que deseen alimentarse durante las audiencias se pueden levantar y sin perjuicio de una llamada de atención, tomar una, retornar a su lugar y seguir con el hilo de la audiencia.
PROHIBIDO COMER EN SALA
La acción no deja de llamar la atención, pues es sabido que en el Organismo Judicial (OJ) se tiene prohibido ingresar a alimentos a las salas de audiencias, en algunas tienen los letreros respectivos haciendo de conocimiento la regla. En otros casos, los guardias de seguridad del OJ hacen una inspección de aquellos que ingresan y, si se ubica comida, se informa que la misma no puede ser ingresada.
Cuando las audiencias duran más del tiempo previsto, es el juez quien autoriza si los privados de libertad pueden comer en el área, pero únicamente el tiempo de almuerzo o bien si la audiencia se aplazó hasta horas de la noche, se autoriza el ingreso de alimentos para cubrir dicho tiempo de comida, de lo contrario la prohibición se mantiene.
