El reinicio de los trabajos de una calle en la zona 3 de Palín, Escuintla, que el gobierno pasado dejó a medias, todavía es incierto, según los resultados de una reunión que sostuvieron, el pasado 18 de junio, vecinos y las instituciones involucradas en el proyecto.
El presidente Bernardo Arévalo visitó el lugar tres días después de que la ruta antigua a Escuintla colapsara, debido a que la constructora no concluyó los trabajos de una bóveda para el paso de agua pluvial, en el kilómetro 38. Ahí dijo que el proyecto «no se puede quedar así», pero los pobladores son escépticos ya que no se ve claridad de las acciones a tomar en el corto plazo.
Los vecinos de varias colonias bloquearon la carretera el pasado 17 de junio en demanda a que se retomen los trabajos. Un día después se instaló una mesa de diálogo que tuvo la primera reunión en la sede de la Municipalidad de Palín.
Pero, según los vecinos, no hay claridad de qué va a pasar lo cual les causa aflicción porque como el proyecto está a medias no se les permite construir drenajes para evacuar las aguas negras y grises de las viviendas porque, les han dicho, la obra perdería la garantía.
Además, con la carretera se construyó un colector de aguas pluviales que pasa debajo de la calle que quedó a medias, razón por la cual, con las lluvias el agua que transporta ahora es mucho mayor, lo que amenaza a las casas.
«SE TIRAN LA CHIBOLITA»
Carlos Cabrera, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de la zona 3 de Palín, dijo que en la reunión del martes 18 participó un diputado, representantes de la compañía ejecutora, de vecinos y del Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda (CIV). Sin embargo, ninguna entidad llegó a acuerdos y más bien se responsabilizan entre sí.
«Se empezaron a tirar la chibolita —en la reunión—, entre el Fondo Social de Solidaridad, la constructora y la supervisora», detalló el presidente del Cocode, quien dijo que el principal acuerdo no fue más de redactar un acta y acordar una próxima cita para el 3 de julio.
Supuestamente, de acuerdo con lo ocurrido en la reunión, la empresa pide que se le cancele parte del proyecto que ya trabajó para continuar, pero el CIV afirma que lo que los compromisos financieros ya se cumplieron. Al parecer, este año se le había asignado un presupuesto de casi Q13 millones a la obra que estarían disponibles.
El CIV respondió a La Hora que ya han tenido acercamientos con la empresa y dio a conocer que el proyecto está en «investigación por parte del Ministerio Público porque se denunciaron posibles anomalías cometidas por el gobierno anterior durante su ejecución.
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Sin embargo, no garantizó la continuidad de la obra al indicar que «se realizan las gestiones administrativas para determinar la viabilidad». Este medio intentó obtener una ampliación de comentarios por parte del Fondo Social de Solidaridad (FSS) —unidad que ejecuta el proyecto—, pero no respondieron a una solicitud de comentarios.
Por su parte, la empresa aseguró que actualmente están enfocados en la implementación de un programa de mantenimiento preventivo en el proyecto para «mitigar posibles daños mayores», aunque no aclaro si ya trabajan en ello o están próximos a iniciarlos.
Al mismo tiempo aclaró que «la cantidad de lluvia registrada en la zona ha sido extraordinaria» y supera la capacidad de los desfogues existentes. Esto, sumado a los lahares que han bajado del volcán de Agua «ha complicado significativamente la situación en el área del proyecto».
«El proyecto actualmente está suspendido. Es necesario evaluar y realizar las acomodaciones administrativas y financieras, con el fin de asegurar la viabilidad y continuidad de la ejecución del proyecto», añadió.
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Mientras tanto, Cabrera y la población de Palín espera que las autoridades actuales respondan a sus demandas. A pesar de la vista de Arévalo al lugar y del ofrecimiento de continuar con los trabajos, el líder comunitario afirma que «ya no creen en palabras», sino «hasta que veamos la obra».
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NEFASTO TRABAJO
La diputada del partido Winaq, que representa a Escuintla, Sonia Gutiérrez, señaló que el proyecto a medias es una «muestra del nefasto trabajo que se hizo durante la gestión del CIV» en el gobierno pasado que ha dejado como herencia un «bochornoso problema» que ahora afecta, tanto a los vecinos como a los automovilistas.
Gutiérrez lamenta que «no hay una solución a la vista», ya que no solo se trata de terminar el proyecto. «Estamos claros también que los recursos que fueron otorgados a la empresa» se debe constatar si fueron ejecutados de forma correcta o si hubo «problemas de incumplimiento de la constructora» que, en todo caso, es algo que deben resolver las nuevas autoridades del CIV.
La solución, afirma la legisladora, pasa porque la empresa culmine el proyecto «porque hay una obligación de la constructora de acuerdo con los términos del contrato». No obstante, dice que no es de extrañar que las instituciones traten quitarse responsabilidades, como ocurrió en la reunión, según los vecinos afirman.
«Lo mismo pasó con la autopista Palín-Escuintla», señaló la congresista, para quien la empresa, a quien ya se le pagó casi el 100% del contrato firmado, debe cumplir con terminar el proyecto. «No se puede tolerar algo así», enfatiza.
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ANTECEDENTES
El proyecto fue adjudicado a la empresa 4 Carriles, S. A. por un monto de Q25 millones, de los cuales ya se le pagó casi el 100 por ciento. El día que la calle se inauguró se hizo un acto público, se levantó un monumento y se colocó una plaqueta para agradecer al expresidente Giammattei y a la comuna saliente por gestionar la obra que nunca se terminó.
La Hora dio a conocer que los atrasos de la obra y cómo, a pesar de esto, se les había cancelado casi la totalidad. La compañía recién en 2019 comenzó a hacer negocios con el Estado.
En tres años del gobierno de Giammattei, del 2020 al 2023, la firma logró 11 adjudicaciones por un monto de Q574.4 millones.
