El 9 de mayo de 2020 el expresidente Alejandro Giammattei oficializaba el inicio de los trabajos de remodelación del aeródromo San José, en Puerto San José, Escuintla, cuyo fin era convertir a dicha terminal aérea en un aeropuerto de carga.
Según las expectativas del exgobernante, con la remodelación se incrementarían las exportaciones puesto que los aviones podrían despegar con más carga al poder utilizar sus motores a su máxima capacidad por estar a nivel del mar, ya que el Aeropuerto Internacional la Aurora se encuentra a cinco mil pies de altura sobre el nivel del mar.
El día que se dieron a conocer los trabajos, entre otros funcionarios, Giammattei se hizo acompañar del exministro de Economía, Antonio Malouf, del exdirector General de Aeronáutica Civil, Francis Argueta y de Miguel Martínez, su pareja, y exdirector del desaparecido Centro de Gobierno, una especie de Gabinete paralelo que duplicaba las funciones del vicepresidente de la república.
El exmandatario afirmaba aquel 9 de mayo que el fin del aeropuerto era descentralizar las operaciones de la terminal aérea de La Aurora, ya que los aviones de carga se desviarían al sur. Aquel día aseguró que el «centro logístico de las importaciones y exportaciones aéreas del país» estaría listo en los últimos meses de 2020 o a más tardar los primeros de 2021.
Dio a conocer que, según el plan original, se construiría, además de una terminal de pasajeros, una zona franca para generar intercambio comercial, hangares, plataformas de taxeo, ya que sería «el primer aeropuerto internacional de carga que hay desde Toluca, México hasta Colombia».
«No hay un aeropuerto de carga especializado en toda Centroamérica, esto dará un auge impresionante a esta zona», porque habrá una zona franca de conexiones podrán aterrizar aviones de carga y salir hacia otros países, explicaba Giammattei.
En tanto, el exdirector de Aeronáutica remarcaba que el proyecto era de gran importancia para Guatemala «y para la región». «Vemos un futuro para construir un centro logístico que subirá la producción para Guatemala», expuso Argueta en aquella ocasión.
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REALIDAD
Pero el futuro llegó, aunque no como lo habían anunciado los funcionarios hace poco más de cuatro años.
No fue a fines de 2020 ni principios de 2021. A mediados de 2024 el futuro encontró al aeródromo San José con trabajos abandonados, una pista a medio construir donde no es posible, para las aeronaves, aterrizar o despegar, estructuras a medias entre matorrales y volcanes de tierra, así como proyectos ya terminados, pero defectuosos.
En una visita que La Hora efectuó a estas instalaciones halló así estos proyectos por los cuales ya se han hecho pagos por más de Q480 millones:
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AMPLIACIÓN DE LA PISTA DE ATERRIZAJE
El proyecto más costoso es el de la ampliación de la pista de aterrizaje, un proyecto a cargo de Constructora Carmor, con quien el FSS firmó un contrato por Q522.9 millones, de los cuales ya se le ha desembolsado Q401.5 millones, según el SNIP.
La pista ya fue recubierta, se supone, con al menos cuatro capas de asfalto, según el administrador del Aeródromo, José Haroldo Perdomo, quien acompañó la visita de La Hora. Pero a la obra le faltan al menos tres pistas de enlace que conectarán hacia diferentes puntos del aeródromo, así como una pista de taxeo (área donde los aviones giran), en el lado sur.
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Para esta segunda, en particular, se prevé un proyecto dificultoso puesto que se debe construir un puente sobre un área donde pasa un canal de agua salada.
Hasta el momento solo se ven unos hierros incrustados en medio del canal. Según el contrato, la obra se terminaría en 10 meses. La empresa contratista y la supervisora solicitaron la suspensión del contrato a partir del 1 de noviembre del año pasado «por las condiciones climáticas y niveles freáticos».
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ESTACIÓN DE BOMBEROS
Otra de las obras que se encuentran a medias es la construcción de una estación de bomberos, condición indispensable para que el aeródromo tenga categoría de aeropuerto y más si lo que se busca es que sea internacional. Por esta obra se firmó un contrato con Grupo de Análisis Diseño y Construcción por Q8 millones 975 mil de los cuales ya se pagaron Q6 millones 965 mil.
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El día de la de la visita se constató que hay una construcción a medias en un terreno baldío. Los motivos por los cuales la empresa solicitó la suspensión de los trabajos parecen ambiguos. En el portal Guatecompras hay una solicitud de paralización de la obra de fecha 30 de septiembre de 2022, la razón es porque «se deben realizar los estudios correspondientes del por qué se solicitó la suspensión contractual». El proyecto, según el contrato, se finalizaría en 210 días.
URBANIZACIÓN
La urbanización y dotación de servicios a las nuevas instalaciones es probablemente el proyecto más atrasado y por el cual ya se pagaron Q20 millones de un contrato de Q71.7 millones, firmado con la empresa Proyecciones y Construcciones a Futuro de Suroriente.
Perdomo, el día de la visita, explicó que esta compañía se encargaría de pavimentar la carretera que da ingreso al Aeródromo, de unos tres kilómetros. También haría los trabajos necesarios para dotar de energía eléctrica y agua entubada a las garitas, estación de bomberos y demás infraestructura nueva a raíz de la modernización de la terminal aérea.
Hasta el momento, de los trabajos se observa poco. Todavía no hay energía eléctrica, más de la mitad de la carretera no ha sido asfaltada, más que un pequeño tramo de unos 500 metros. La firma también estaría a cargo de construir una planta de tratamiento de lodos y aguas residuales. De la segunda hay unas columnas y vigas con blocs, mientras que de la primera solo se ve el hoyo donde se construiría.
Los trabajos estarían listos en 10 meses, de acuerdo con el contrato suscrito, pero la constructora solicitó la suspensión de los trabajos el 1 de septiembre del año pasado debido a «condiciones climáticas». Supuestamente, los trabajos se reiniciarían cuando estas mejoraran.
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TORRE A MEDIAS
Otra condición para convertir al Aeródromo en aeropuerto es que cuente con una torre de control. Para tal fin, se contrató a la empresa Avalon, S. A. por un monto de Q26.8 millones, de los cuales ya se le han pagado Q14 millones.
El día de la visita La Hora pudo constatar que de los ocho niveles van dos construidos y están a medias.
En el portal Guatecompras constan por lo menos tres actas de suspensión. El contrato decía que el plazo de entrega de la obra sería de 240 días desde que se suscribiera el acta de inicio, lo que ocurrió el 1 de septiembre de 2022.
La primera suspensión se pidió el 31 de enero de 2023 con la justificación de que la empresa «está realizando los planos y análisis de precios unitarios, producto derivado de los cambios que sufrió el nuevo diseño del edificio».
En la segunda, de fecha 31 de mayo del mismo año, la empresa dice que «se ha tenido atrasos en el abastecimiento de acero corrugado de refuerzo con proveedores de materiales, para satisfacer las necesidades del nuevo diseño del edificio».
Finalmente, la tercera suspensión se solicitó el 31 de julio de 2023, debido a que un nuevo contrato que contempla ampliación del monto y tiempo contractual «se encuentra pendiente de aprobación».
Aparentemente en diciembre del año pasado se reiniciaron las labores, pero el día en que La Hora visitó las instalaciones no había trabajadores. Según Perdomo porque la compañía trabaja con un modelo en el cual los empleados laboran 22 días y descansan ocho y ese día precisamente estaban ausentes.
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FINALIZADOS DOS, PERO CON DEFECTOS
De los seis proyectos, dos han sido finalizados. Uno de estos es la construcción de garitas y muro perimetral que estuvo a cargo de la firma Desarrollo Integral Corporativo, S. A. con quien el FSS firmó un contrato por Q17.7 millones, pero que habría aumentado, según Guatecompras, hasta los Q24.7 millones. Según el SNIP se les ha pagado Q10.3 millones.
La Hora pudo constatar que el muro perimetral de unos tres metros y medio, con base de blocs, vigas de hierro y alambre de púas, está finalizado. De igual forma, las garitas están terminadas, pero para que sean funcionales habrá que hacer trabajos en el lado interno del Aeródromo debido a que algunas partes se encuentran a un desnivel hasta de un metro del suelo.
De momento las garitas permanecen empolvadas y dañándose debido al clima. Dos noches antes había caído una tormenta cuyos vientos eran tan fuertes que se quebraron los vidrios de una de ellas, explicó el administrador.
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Finalmente, el otro proyecto que ya está finalizado es la construcción del edificio donde está la sala de abordaje de pasajeros, proyecto a cargo de Construcciones e Importaciones Exicasa, con quien se firmó un contrato por Q8 millones 145, pero que por los sobrecostos terminó cobrando Q15 millones 319 mil, según el SNIP.
El acta final de entrega del proyecto se subió a Guatecompras el 28 de noviembre del año pasado. Esta hace constar que la obra se recibió a entera satisfacción de la unidad ejecutora contratante, en este caso, el FSS. Sin embargo, la obra parece ya tener daños.
El día de la visita, La Hora pudo ver cómo partes del repello en el exterior del edificio se habían caído. Además, ese día, trabajadores se esforzaban por limpiar el agua que había entrado a una de las áreas por las fuertes lluvias de dos noches antes.
Uno de los trabajadores comentó que, el día que llovió, un torrente entraba por el techo. Esto hizo que parte del cielo falso quedara destruido, algo que también constató La Hora.
Hoy arrancamos la fase 1 del proyecto del Aeropuerto Internacional de Carga del Puerto de San José, será el primero de su clase en Centroamérica. Esta obra dará un gran impulso comercial para la recuperación de la economía en nuestro país. #JuntosSaldremosAdelante pic.twitter.com/Ok8rVx7Wvl
— Alejandro Giammattei (@DrGiammattei) May 9, 2020
