Bukele goza de una gran popularidad que hizo que ganara su reelección, prácticamente sin competencia. En la imagen, durante un discurso frente al Congreso. Foto La Hora / AP.
Bukele goza de una gran popularidad que hizo que ganara su reelección, prácticamente sin competencia. En la imagen, durante un discurso frente al Congreso. Foto La Hora / AP.

Guatemala se apresta a iniciar una nueva era de relaciones bilaterales con El Salvador, con la reelección de Nayib Bukele en la Presidencia. Al igual que otros gobernantes del continente, el recién estrenado mandatario, Bernardo Arévalo, lo saludó antes de que el Tribunal Supremo Electoral de aquel país oficializara los resultados.

Esto puede demostrar el anhelo de los gobiernos de la región de identificarse con el gobernante salvadoreño, quien goza de una enorme popularidad, incluso fuera de sus fronteras, a pesar de que es señalado de haber burlado la Constitución al postularse para un segundo período.

Sin embargo, algunos analistas ven preocupante que los líderes de la región pretendan ver, en el modelo de Bukele, un ejemplo a seguir, por los rasgos antidemocráticos que, consideran han caracterizado su gestión.

Aparte del irrespeto a la Carta Magna salvadoreña, organizaciones de derechos humanos también cuestionan su política antipandillas, implementada a fuerza de restricciones a las libertades civiles, por medio de estados de excepción.

Muchos salvadoreños han apoyado sus acciones porque “se sienten más seguros” aún y cuando reconocen que las formas pueden colisionar con la legalidad.

Dicha política de seguridad ha causado que más de 70 mil personas hayan terminado en la cárcel, las organizaciones de derechos humanos denuncian que muchas de las detenciones han sido arbitrarias. Actualmente El Salvador cuenta con una de las tasas de encarcelamiento más elevadas del mundo.

Bukele goza de una gran popularidad que hizo que ganara su reelección, prácticamente sin competencia. En la imagen, durante un discurso frente al Congreso. Foto La Hora / AP.
Bukele goza de una gran popularidad que hizo que ganara su reelección, prácticamente sin competencia. En la imagen, durante un discurso frente al Congreso. Foto La Hora / AP.

 

Por aparte, al régimen de Bukele también se le señala de tratos degradantes en contra de los convictos que han ido a parar a su cárcel de máxima seguridad. Bukele ha expresado que esos delincuentes, cuando contaban con libertad, no respetaban los derechos de terceros.

En febrero de 2020, cuando aún no tenía mayoría en el Legislativo, Bukele ingresó a la Asamblea Legislativa, respaldado por el Ejército, para exigir la aprobación de un préstamo para financiar su estrategia de seguridad.

Luego de alcanzar la mayoría de diputados, en las elecciones legislativas y municipales de 2021, logró que la Asamblea destituyera a los jueces de la Sala Constitucional, que había declarado inconstitucionales varios de sus decretos y también sustituyó al jefe del Ministerio Público, acciones que fueron calificadas por algunos como propias de regímenes autoritarios.

Pese a todo lo acontecido, la comunidad internacional se volcó a felicitar a Bukele.

 

AGUILAR WONG: SE VERÁN BUENAS RELACIONES

El analista político independiente Jorge Aguilar Wong considera que en los próximos años las relaciones entre ambos países pasarán por “los mejores momentos”, lo cual es positivo porque Guatemala y la región lo necesitan.

No obstante, reconoció que “ya se empieza a hablar” que Bukele se va a postular para un tercer mandato, lo cual, inevitablemente, le acarreará señalamientos de dictadura, similares a los que se hace en contra de Nicaragua o Cuba por parte de países amigos de Guatemala, en especial de Estados Unidos. Esto obligaría al país a definir una postura.

Además, si en el futuro se consolida en El Salvador un régimen dictatorial contrario a los intereses de Estados Unidos, se convertiría en el segundo país del istmo en hacerlo, lo cual encendería las alarmas de Washington porque otros países como China, Rusia o Irán trataría de aprovecharlo.

De momento, recalcó Aguilar Wong, “se vive un panorama extraño”, en el que, por un lado los gobiernos felicitan a Bukele por su reelección y por otro tienen preocupación por la situación de los derechos humanos que se vive en el país centroamericano.

Asimismo, el analista coincide en que la forma como se ha promocionado Bukele en el exterior ha hecho que varios países quieran copiar su modelo de gobierno, a pesar de la sombra que hay por la deuda externa y los derechos humanos.

El saludo prematuro de Arévalo, así como el de otros gobernantes, sin que se oficializaran los resultados, es un ejemplo de la empatía que tienen con el gobernante salvadoreño, añadió.

ÁLVAREZ: “ES PREOCUPANTE”

“Es desastroso que más países puedan ver en El Salvador un modelo a seguir, cuando no es otra cosa, sino una nueva encarnación del modelo prototipo fascista o de extrema derecha populista”, expuso el internacionalista y catedrático universitario, Williams Álvarez.

Recordó que en el proceso electoral guatemalteco del año pasado ya hubo candidatos que expresaban su simpatía por el modelo de gobierno de Bukele, lo cual “es preocupante”.  

Sin embargo, Álvarez cree que el “modelo Bukele” no es replicable en otros países, ni siquiera en Guatemala, y estima que la tiranía del dicho régimen, “como sucede con todo modelo autoritario”, se expandirá hasta que sea insostenible.

“El modelo autoritario de gobierno populista puede dar una solución temporal a algunos problemas, pero nunca es una solución definitiva a largo plazo porque acarrea nuevos problemas”, subrayó el entrevistado.

Agregó: “No es sostenible, si no se eliminan las causas que originan a las maras. A la larga es como comer chucherías, puede quitar el hambre pero no alimenta y eso eventualmente también es grave”. 

Respecto a la política que tendrá Guatemala con El Salvador opina que el presidente Arévalo, al ser diplomático, buscará buenas relaciones con El Salvador “porque las necesita”; sin embargo, insistió en que no puede haber una verdadera democracia en un país donde “las reglas de una elección justa no se respetan”.

BONILLA: LA RUTA PARECE SER LA CORRECTA

El internacionalista Aldo Bonilla expuso que El Salvador es el vecino más importante de Guatemala, con una relación de siglos, pero con idiosincrasias diferentes. Añade que no se puede comparar al régimen de Bukele, con los de Nicaragua, Venezuela o Cuba, países donde se manipula el voto y se usa la fuerza para reprimir a la ciudadanía.

El analista considera que El Salvador “está dando pasos hacia el desarrollo”, pero el éxito en el mediano y largo plazo dependerá de un planteamiento estratégico, pragmático, propositivo y funcional que deriven en el cumplimiento de sus políticas públicas. “La ruta, hasta hoy, parece ser la correcta”, aseveró.

Acerca de si el modelo Bukele puede copiarse o replicarse en otros países, Bonilla recordó que, como en El Salvador, años de latrocinio y corrupción han generado desencanto, guerra, migración y delincuencia, algo que comparten varios países de la región, en especial Guatemala.

FAILLACE: CAMINO A LA PERPETUIDAD

La formula es resolver al menos un problema de la ciudadanía, ganar popularidad, luego alcanzar mayoría en el Congreso para modificar la Constitución.

Faillace, incluso, no descarta que el futuro de Bukele apunte al de Vladimir Putin, en Rusia, donde hizo gobierno y salvó a ese país del «capitalismo salvaje», puso orden, conservó la estructura de la democracia y aprendió a manipularla.

«Ahora lleva 25 años en el poder y todavía tiene una popularidad que envidia cualquier líder de las democracias occidentales», subrayó.

 

Sergio Morales
Periodista y licenciado en Ciencias de la Comunicación. Temas políticos, comunitarios, gestión pública y migración.
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