En las últimas semanas han aumentado las visitas de funcionarios estadounidenses al país, preocupados por las acciones antidemocráticas que tienen su raíz en el Ministerio Público (MP), pero que han contado con el aval de actores políticos y judiciales.
A finales de esta semana se espera el arribo de una comisión bicameral del Congreso de Estados Unidos que será encabezada por el senador Tim Kaine, y que estará integrada por sus colegas Dick Durbin, Jeff Merkley, Pester Welch y Laphonza Butler. También vendrán las congresistas Norma Torres y Delia Ramírez.
La misión viene en nombre del Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado para el Hemisferio Occidental y buscará reunirse con funcionarios electos, empresarios y líderes de la sociedad civil.
Un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Guatemala detalló que la misión abordará estrategias para fortalecer la prosperidad económica y la seguridad en la región, pero también la importancia de mantener la democracia y la estabilidad política.
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Estas visitas de alto nivel se han producido como no había sucedido antes. En poco más de un mes, cuatro delegaciones de aquel país han arribado a Guatemala.
Esta semana también visitó el país José Fernández, subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, quien se reunió con el canciller Mario Búcaro, con el presidente electo Bernardo Arévalo y con miembros del sector privado.
Días antes, el 27 de noviembre, Philip Gordon, asesor de Seguridad Nacional de la vicepresidenta Kamala Harris y otros funcionarios estadounidenses se reunieron con el presidente Alejandro Giammattei y con Arévalo, así como con líderes indígenas y empresariales.
Un mes antes, había venido al país Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, a reafirmar el compromiso de Estados Unidos con la lucha por la democracia. Aunque se reunió con Arévalo, pues, según dijo, el presidente Alejandro Giammattei no quiso recibirlo.
POP: AÚN VEN RIESGOS
Analistas consultados por La Hora coinciden en que la potencia mundial aún ve riesgos para la democracia guatemalteca y la posibilidad, aunque cada vez más lejana, de que no asuman el cargo el binomio electo por el partido Movimiento Semilla.
Afirman que Estados Unidos no puede darse el lujo de perder a Guatemala, después de que se estableció ya el autoritarismo en Nicaragua y que hay cada vez señales más alarmantes en El Salvador y Honduras.
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El analista político Álvaro Pop expuso que a Estados Unidos, como a muchos actores nacionales, aún preocupa que actores conservadores e interesados en mantener privilegios estén convencidos de que aún tienen la posibilidad de accionar con “mecanismos pseudo legales para evitar la toma de posesión del 14 de enero”.
En el caso específico de Estados Unidos, explicó que a este país le preocupa que un estado antidemocrático propicie el descontrol del narcotráfico, el crimen organizado y otras amenazas que se acercarían más a sus fronteras.
“El hecho de tener un país demasiado cercano, con mucha vulnerabilidad… cualquier amenaza puede filtrarse por Guatemala y llegar a México y con ello, prácticamente a Estados Unidos”, acotó Pop.
WAGNER: “NO SE PUEDE DAR EL LUJO DE QUE CAIGA GUATEMALA”
A decir del internacionalista y profesor universitario Roberto Wagner, las visitas de cuatro delegaciones de funcionarios de Estados Unidos al país en poco más de un mes se debe a que este país “no se puede dar el lujo de que caiga Guatemala”.
Como en el siglo pasado, remarcó, “si caía Guatemala, Estados Unidos perdía la guerra fría”. Además, expuso que “en nuestro país se define la frontera de los intereses estadounidenses”. “Puede caer el resto de países de la región, pero no Guatemala”, enfatizó.
Wagner destacó que las delegaciones estadounidenses han venido a mostrar apoyo al binomio electo y a garantizar la transición.
“Esa presión es muy fuerte para que diferentes actores en el país garanticen una transición democrática sin que haya sobresaltos ni sorpresas desagradables en contra del binomio electo”, añadió.
A su juicio, las posibilidades de que se concrete el cambio de mando a Arévalo cada vez son más altas. No obstante, afirma que las visitas de delegaciones estadounidenses se dan porque aún hay un “25% por ciento” de que surjan nuevos acontecimientos que busquen evitarlo.
“Si existiera una percepción de seguridad, de que no pasará nada, no tendríamos tantas visitas. Si después de esta visita viéramos alguna reacción de Giammattei o del Ministerio Público, no me extrañaría que hubiera más visitas o más sanciones”, dijo.