POR MARIELA CASTAÑÓN
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El pasado 17 de mayo, la cárcel a cargo de la Policía Nacional Civil (PNC) ubicada en Jalapa y que duplica su capacidad de albergar personas, entró en cuarentena: los 199 privados de libertad y 22 agentes policiales fueron puestos en este estado, por sospechas de padecer coronavirus. La Hora consultó al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y a la Dirección General de la PNC, sobre sí efectuaron pruebas y si hubo resultados, pero al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.
A través de una solicitud de información pública requerida al Ministerio de Gobernación (Mingob), se intentó conocer cuántas personas detenidas han sido afectadas en las cárceles públicas o de la PNC por coronavirus, así como cuántos agentes de la institución policial, sin embargo, se informó que el sujeto obligado para proporcionar esa información es el Ministerio de Salud.
La Hora consultó al MSPAS y a la Dirección General de la PNC, sí finalmente habían realizado pruebas en esa cárcel y cuáles fueron los resultados, pero al cierre de esta publicación no hubo respuesta.
Por otro lado, en la información sí se logró obtener el dato de cuántos privados de libertad y guardias han entrado en cuarentena por sospechas de COVID-19; la información detalló que han sido 199 privados de libertad de la cárcel de Jalapa y 22 Policías Nacionales Civiles.
Esto significa que toda la prisión entró en cuarentena en mayo pasado, pues las estadísticas reflejaron que esa prisión tenía hasta el 4 de junio, 199 privados de libertad, sobrepasaba su capacidad de albergar a las personas, pues era de 90.
LAS CÁRCELES DE PNC TAMBIÉN ESTÁN HACINADAS
Al igual que las 21 cárceles del Sistema Penitenciario, las 12 de la PNC también están hacinadas, pues tienen 1 mil 591 privados de libertad, pero su capacidad es de 763.
Los datos indican que estas prisiones están en los departamentos de Jutiapa, Jalapa, Retalhuleu, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango Totonicapán y Baja Verapaz.
LA SITUACIÓN DE LAS CÁRCELES DE PNC
Corinne Dedik, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), opinó que las prisiones a cargo de la PNC enfrentan las mismas carencias y condiciones como las cárceles del SP, e incluso podrían estar en peor estado por la falta de atención.
“Según los datos, hay hacinamiento, insalubridad en las instalaciones, escasez de agua y es muy difícil implementar las medidas de prevención como el lavado de manos, o el distanciamiento social. Un contagio ahí se podría convertir en una fuente de infección. Esas cárceles son más pequeñas, aunque no albergan a tanta gente como el Preventivo de la zona 18 o las granjas para el cumplimiento de condena, no es de subestimar porque no estamos hablando de diez o veinte personas, igual estamos hablando de 200 personas que comparten y están o estuvieron en cuarentena, que son parte del mismo centro carcelario”, dijo Dedik.
La entrevistada refirió que es importante realizar las pruebas en las cárceles de la PNC y del Sistema Penitenciario, por la particularidad de un ambiente carcelario, done hay mucha gente que comparte un espacio físico 24 horas, donde hay poca ventilación, ambientes cerrados, escasez de agua y por tanto es complicado mantener las medidas de higiene.
“Es importante que se entienda que el espacio carcelario no es igual que el espacio de afuera. La gente no se puede esparcir, como son ambientes cerrados, no hay ventilación ni aire fresco, etc. Las condiciones son distintas, se sabe que, en un ambiente carcelario, un virus contagioso se puede propagar muy rápido y si eso pasa afuera, más aún en un ambiente carcelario. Considero que en los centros donde hubo sospecha o fue confirmado que hay pacientes con COVID-19, es importante que se realicen pruebas lo antes posible, a todos los internos, pero también al personal, para frenar el contagio y no esperar que eso se vuelva un foco de contagio con muchos enfermos, que eventualmente tendrán que salir a un hospital de salud pública”, indicó la investigadora del CIEN.
La profesional fue consultada sobre cómo evalúa la respuesta del Estado en relación con las sospechas o casos que se han registrado en las prisiones de la PNC y del SP.
Dedik indicó: “Lamentablemente hay muy poca información al respecto, las autoridades han sido muy herméticas con la información, es importante que haya más fluidez para -evitar- esa incertidumbre para la sociedad y los familiares de los privados de libertad. Es importante que exista claridad sobre cómo estamos, lo que pasa en Guatemala y los centros carcelarios, ya que la salud de los centros carcelarios es un asunto de salud pública”, reiteró.
RECOMENDACIONES DEL SUBCOMITÉ
En marzo pasado, el Subcomité de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura (SPT, por sus siglas en inglés) emitió recomendaciones que podían considerar los gobiernos y órganos de monitoreo para proteger a las personas privadas de libertad durante la pandemia del COVID-19.
Según la información, esas recomendaciones públicas presentaron medidas para las autoridades referidas a todo lugar de privación de libertad, incluyendo prisiones, recintos de detención de migraciones, campos de refugiados cerrados y hospitales psiquiátricos para mitigar los riesgos de salud a raíz del coronavirus.
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“Las medidas incluyen considerar la reducción de población penitenciaria por medio de esquemas de liberación temprana, provisional o temporal de infractores de baja peligrosidad; la revisión de todos los casos de prisión preventiva; extender el uso de fianzas con excepción de los casos más graves; así como revisar y reducir la detención de migrantes y los campos cerrados para refugiados”, refirió en un comunicado el Subcomité.
Sir Malcom Evans, presidente del STP, dijo en aquella ocasión: “En pocas semanas, el coronavirus ha tenido un impacto profundo en la vida de las personas. Dentro de las prisiones y otros recintos de privación de libertad -muchos severamente hacinados e insalubres- existen problemas agudos que necesitan acción inmediata”.
“Los gobiernos tienen que tomar las medidas de precaución necesarias para evitar la expansión del contagio, e implementar medidas de emergencia para asegurar que los detenidos tengan acceso a niveles apropiados de atención médica y puedan mantener el contacto con sus familiares y con el mundo exterior”, añadió.
Hacinamiento en cárceles de la PNC
Las doce cárceles de la PNC están hacinadas, los datos reflejan que albergan a 1 mil 591 privados de libertad, pero su capacidad es de 763.
A continuación, el nombre de la cárcel, ubicación por municipio y departamento, cantidad de privados de libertad y capacidad:
| Nombre de la cárcel | Ubicación por municipio | Ubicación por departamento | Cantidad de privados de libertad | Capacidad |
| Cárcel Pública para Hombres | Jutiapa | Jutiapa | 499 | 150 |
| Cárcel Pública para Hombres | Jalapa | Jalapa | 199 | 90 |
| Cárcel Pública para Mujeres | San Felipe | Retalhuleu | 1 | 10 |
| Centro Preventivo para Varones | Quetzaltenango | Quetzaltenango | 320 | 150 |
| Centro Prevención Mujeres San Marcos, adscrito a Prevención de Mujeres Quetzaltenango | Quetzaltenango | Quetzaltenango | 13 | 35 |
| Centro Preventivo para Hombres de San Marcos, adscrito a Granja Modelo de Rehabilitación Cantel Quetzalenango | Quetzaltenango | Quetzaltenango | 221 | 80 |
| Cárcel Pública para Hombres | Malacatán | San Marcos | 0 | 20 |
| Cárcel Pública para Hombres | Tecún Umán | San Marcos | 0 | 5 |
| Cárcel Pública para Hombres | Huehuetenango | Huehuetenango | 214 | 100 |
| Cárcel Pública para Mujeres | Huehuetenango | Huehuetenango | 18 | 10 |
| Cárcel Pública para Hombres/Mujeres | Totonicapán | Totonicapán | 88 | 57 |
| Cárcel Pública para Hombres/Mujeres | Salamá | Baja Verapaz | 18 | 56 |
| 1,591 | 763 |
