En 2020, un total 430 personas fallecieron a causa de ataques armados desde una motocicleta, asociados al sicariato, de las cuales dos víctimas fueron niñas, según el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM). En lo que va del año, 138 personas han fallecido por la misma causa.
Esta mañana, el GAM presentó el informe “El fenómeno del sicariato”, en el que señala que 370 hombres fueron asesinados por personas desde motocicletas; 58 fueron mujeres y 2 niñas.
Mientras que, durante el primer trimestre del año en curso, van 138 víctimas fatales y 51 heridos.
Señala que las víctimas principales son comerciantes y pilotos, quienes reciben extorsión y amenaza.
— Diario La Hora (@lahoragt) June 3, 2021
Según la organización, todos los años se repite la constante de que el reporte predomina en la cantidad de personas fallecidas, no obstante, indica que se observa también un gran número de personas heridas.
Del 2012 al 2020, han sido asesinadas 4,055 personas en hechos relacionados al sicariato, y 2,172 resultaron heridas.
Asimismo, señala que las víctimas principales son comerciantes, pilotos de transporte colectivo, taxistas y motoristas, quienes sufren de extorsiones y amenazas. Además, las víctimas colaterales han sido pasajeros que viajan en dichos transportes.
El departamento de Guatemala es uno de los más afectados en el tema del sicariato, le siguen Quetzaltenango y Chimaltenango.
RECOMENDACIONES
En ese sentido, el GAM recomienda al Ministerio de Gobernación continuar con los operativos para la recuperación de motocicletas robadas, así también hacer de conocimiento público dónde operan los supuestos criminales a fin de activar una alerta para la toma de decisiones.
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“Debe darse a conocer por parte de las autoridades con el fin de que las personas estén atentas y puedan tomar las medidas preventivas necesarias. Se debe tomar consciencia que la utilización de chalecos debidamente identificados es un esfuerzo que han hecho los motociclistas honrados y que ha sido desaprovechado por las fuerzas de seguridad, ya que no constituye una medida de tránsito sino un mecanismo de prevención del delito”, concluye.