Por María España
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Ayer, “The Washington Post” publicó un obituario por la muerte de Dianna Mae Ortiz a sus 62 años por complicaciones de cáncer. Ortiz fue sobreviviente de un secuestro y múltiples torturas durante el Conflicto Armado Interno en Guatemala, según documenta el medio internacional.
De acuerdo con la publicación, la monja originaria de México llegó a Guatemala en 1987, mientras la guerra civil tomaba auge. Aseguran que se dirigió al occidente del país para ayudar a los niños indígenas a leer y escribir, sin embargo, en los siguientes años recibió cartas con amenazas e intimidación por un “hombre extraño en la calle que sabía su nombre”.
Ortiz fue secuestrada en el jardín de una casa de retiro del convento en Antigua, luego fue llevada a un centro de detención en la Ciudad de Guatemala, donde fue víctima de violación en grupo y tortura por parte de militares guatemaltecos, así también por un estadounidense vinculado a la Embajada de los Estados Unidos en Guatemala.
Dianna Ortiz, beloved Ursuline nun who suffered abduction, gang rape and torture in #Guatemala and became an outspoken advocate for victims of state-sanctioned violence, has died. May she rest in peace and power. https://t.co/MTSPyuFFoO via @PaxChristi
— Tom Lantos Human Rights Commission (@TLHumanRights) February 19, 2021
Sin embargo, su testimonio fue desmeritado por el Departamento de Estado, asimismo, por diplomáticos estadounidenses señalándola como “propagandista de izquierda que orquestaba un engaño”.
Agregan que a fin de identificar al sospechoso que podría pertenecer a la CIA, presentó solicitudes para acceder a archivos de agencias gubernamentales de EE.U., no obstante, el Departamento de Justicia cerró la investigación por “falta de evidencias”.
DEFENSORA DE SOBREVIVIENTES
A partir de ello, Ortiz se convirtió en defensora de sobrevivientes de violencia sancionada por el Estado, señala el medio. “Ayudó a la campaña para exponer documentos estadounidenses clasificados que mostraban vínculos estadounidenses con abusos de derechos humanos en Guatemala.”, señalan.
También impulsó, junto a ocho guatemaltecos, una demanda contra el exministro de defensa en Guatemala, Héctor Gramajo, logrando una sentencia de US$47.5 millones en un tribunal de EE.UU.
También fue reconocida por otros activistas por su apoyo en la presión política para la publicación de documentos clasificados sobre la participación del gobierno estadounidense en Guatemala, así como los crímenes de lesa humanidad por parte de “informantes pagados de la CIA”.
Como parte de los logros, también se menciona la creación de la Coalición Internacional de Apoyo a la Abolición de la Tortura y a los Sobrevivientes en 1998, donde fue directora ejecutiva durante una década.
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Según indica The Washington Post, el año pasado, Ortiz fue nombrada directora ejecutiva adjunta de Pax Christi USA, la rama estadounidense del movimiento católico internacional por la paz.